Anales de la RANM

139 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 EL SALTO DE ESPECIE EN LA EMERGENCIA DE ZOONOSIS Elías Fernando Rodríguez Ferri An RANM · Año 2018 · número 135 (02) · páginas 136 a 140 dosis altas, intermitentes y de corta duración, como a dosis bajas pero continuas, generan la misma proba- bilidad de salto de especie pues al final lo que cuen- ta es la dosis global; sin embargo, si la interrelación entre dosis y respuesta es sigmoidea, las probabilida- des cambian según el escenario: en un escenario de dosis baja, pero continua, cuando la dosis es mayor que 0 puede haber alguna oportunidad de salto, pero en dosis altas, intermitentes y cortas, la probabili- dad es mucho mayor, y si la dosis excede el pico del umbral, el patógeno saltará siempre. En definitiva, la clave para el salto de especie está en que la relación dosis-respuesta no sea lineal, en cuyo caso exposi- ciones de alta intensidad probablemente (o siempre) causarán saltos de especie. En este caso, además, pe- queños cambios en la dosis pueden producir grandes cambios en la probabilidad. Pero al final, es la genética y el estado inmune-fisio- lógico del hospedador nuevo (el hombre, por ej.), quienes modulan la interrelación entre dosis y res- puesta de forma más clara. En situaciones de inmu- nosupresión, se incrementa la separación en las ba- rreras internas del hospedador, cambian las curvas de dosis-respuesta y aumenta la probabilidad de in- fección y del salto. Así sucede en infecciones inmu- nosupresoras (por virus, bacterias, etc.) o debido a la malnutrición. En cualquier caso, debe hacerse constar que la mayoría de las interacciones dosis- respuesta que se suceden en los cruces de especies se conocen mal. La conclusión. Adaptación al nuevo hospedador Una vez que el patógeno ha superado las barreras in- ternas del hospedador, el resultado puede ir desde la eliminación del microorganismo a la enfermedad y desde un salto de especie finalista hasta la adapta- ción con transmisión interhumana, que representa el foco de atención y justifica la crisis, pues es la situa- ción que conduce a epidemias y los eventos previos, después, simplemente son historia. En muchos virus que han producido el salto de especie, la adaptación al nuevo hospedador se produce tiempo después o nunca (en cuyo caso los saltos son finalistas). La adaptación al hospedador humano supone cam- bios en el patógeno que incluyen mutaciones y re- combinaciones en genes relacionados con la infec- ción-colonización o la virulencia. Los virus de la “gripe española” (H1N1) cuando se comparan con cepas aisladas recientemente, revelan cambios en la base genética del complejo polimerasa (PA, PB1 y PB2), algo similar a lo observado con el H5N1, del que se afirma puede estar adquiriendo muta- ciones asociables con la adaptación a algunos ma- míferos (o al hombre) en el sitio de unión de la he- maglutinina con el receptor celular y otros. Igual sucede con el coronavirus del SARS o los aislados del virus Nipah. Como han señalado Parrish et al ., (2008) (14) los sitios de unión al receptor celular, que son críticos para la invasión en los virus, son lugares preferidos donde asientan cambios gené- ticos que permiten la adaptación y alteran la es- tructura antigénica del virus, sustrayéndose a la respuesta inmune. Como las barreras que frenan el salto de especie, son dinámicas, pueden variar asincrónicamente y su ali- neamiento (aunque sea escalonado) es difícil y, en el mejor de los casos, fugaz. Por ello el salto de especie, que exige total coincidencia, resulta muy aleatorio y poco frecuente. Los métodos de estudio, que agrupan múltiples barreras o que integran datos espacio-tem- porales no suelen captar estas dinámicas. La infección por el virus ébola es un ejemplo extremo de infección por salto de la barrera de especie, que solamente se produce durante un alineamiento raro de las barreras y la determinación de riesgos, es muy difícil; sin em- bargo, en la tripanosomiasis la incidencia es más alta porque el flujo del patógeno está facilitado a través de las barreras (18). Se ha propuesto unificar un marco conceptual para la emergencia (19) basado en los cambios en la dinámica de las poblaciones (de reservorios animales, vectores y el hombre), debidos a un incremento en la exposi- ción del hombre a los patógenos, con la particularidad que unos implican otros, que se han dividido en 3 ca- tegorías; 1) aumento del contacto interespecie; 2) au- mento o agregación de las poblaciones, y 3) expansión geográfica. Los factores determinantes que influyen en la dinámica de estos cambios son próximos (directos y que se presentan a nivel local) y finales (se produ- cen en escalas más amplias y gobiernan los anteriores), bien antropogénicos o naturales. Según la propuesta, el marco permite categorizar los factores que afectan a la barrera entre especies (19). A pesar del extraordinario avance producido, las enfer- medades infecciosas siguen produciendo la muerte de millones de seres y a la vez que unas se controlan, otras emergen o reemergen. La propia naturaleza de la emer- gencia representa un desafío que exige vigilancia cons- tante basada en un diagnostico eficiente, precoz y rápi- do, además del desarrollo de vacunas y fármacos y de la necesidad de investigación para comprender la bio- logía básica de los nuevos organismos y nuestra sus- ceptibilidad frente a ellos. De este modo las zoonosis siguen representando un riesgo importante en Salud Pública, cuyos mecanismos de emergencia son en bue- na medida desconocidos. Las más de sesenta mil especies conocidas de mamífe- ros, reptiles, anfibios o peces (20) contienen una mul- titud de microorganismos patógenos potenciales, pero la gran mayoría no causan enfermedad en sus hospe- dadores naturales, desconociéndose quiénes, de ellos, serán capaces de infectar o causar patologías en otras especies, incluyendo el hombre. En cualquier caso, el descubrimiento de microorganismos nuevos, no debe suponer necesariamente la posibilidad de riesgo de sal- to de especie. Deben investigarse las barreras para la infección en el hombre, el cómo se eliminan o superan por los patógenos y el contexto microbiológico y am- EVALUACIÓN DEL RIESGO ZOONÓSICO EN EL SALTO DE ESPECIE CONCLUSIONES FINALES

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