Anales de la RANM

154 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 RM ABDOMINAL EN EL SÍNDROME METABÓLICO Luis Martí Bonmatí An RANM · Año 2018 · número 135 (02) · páginas 151 a 159 Con respecto a la sobrecarga de hierro parenquimato- sa que se puede presentar en esta entidad, la ecografía es insensible a este depósito hepático. Sin embargo, en las imágenes de TC se observa el parénquima hepático cono un aumento bastante específico de su atenuación (>75 UH), aunque estos cambios no son patognomó- nicos ni sensibles a los depósitos iniciales ni a sus pe- queñas variaciones. Por otro lado, la RM es la técnica más sensible y eficiente para este diagnóstico, ya que el depósito de hierro induce una pérdida proporcional de la señal del hígado en las imágenes potenciadas en T2 (obtenidas con técnicas Turbo-Spin-Eco) y, de for- ma mucho más significativa, en las imágenes poten- ciadas en T2* (obtenidas con secuencias Eco de Gra- diente) (Figura 4). Para la inflamación, tanto la ecografía como la TC y la RM con secuencias convencionales potencia- das en T1, T2 y T2* son generalmente insensibles a los cambios necro-inflamatorios. Sin embargo, es- tos cambios inducen modificaciones de la señal del parénquima hepático y pancreático en las imágenes obtenidas con la secuencia STIR, con anulación de la señal grasa macroscópica, y en las imágenes poten- ciadas en Difusión. En las imágenes STIR, la señal de hígado debe ser si- milar a la de la grasa subcutánea mediante la selec- ción del tiempo de inversión (TI) adecuado (aproxi- madamente 150 ms para equipos de 1.5 Teslas y 180 ms para equipos de 3.0 Teslas) (Figura 5a). En esta se- cuencia, el ratio de señal relativo entre el hígado y la grasa del tejido celular subcutáneo (H/G) se ha rela- cionado con el contenido de agua y, de forma subro- gada, con la existencia y gravedad de los cambios rela- cionados con la inflamación y la necrosis (8). La acti- vidad necroinflamatoria del hígado aumenta propor- cionalmente la señal del parénquima en esta secuencia (Figura 5b y 6a). En las imágenes potenciadas en Difusión obtenidas con un valor b alto, aproximadamente entre 600 y 1000 s/mm 2 , la difusión molecular del agua está res- tringida y la señal del hígado aumentada, siendo el pa- rénquima más hipointenso que la grasa del tejido ce- lular subcutáneo en las imágenes con inversión de la señal (Figura 6b). Esta restricción se ha relacionado con la actividad necroinflamatoria. Figura 1. Esteatosis. La ecografía (a) demuestra un hígado homogéneamente hiperecogénico con una cortical renal mucho más hipoecoica. La TC (b) evi- dencia el parénquima hepático menos atenuado que los vasos intrahepáticos y que el bazo. Imagen de RM potenciada en T1 En Fase (c) que evidencia una señal hepática normal. La imagen potenciada en T1 en Fase Opuesta (d) demuestra una caída de la señal del parénquima hepática por la estea- tosis difusa. La imagen STIR (e) no evidencia ninguna alteración en la señal hepática, que es muy similar a la de la grasa del tejido celular subcutáneo. Figura 2. Esteatosis difusa con una pequeña zona respectada próxima al lecho vesicular. La señal del parénquima hepático es mucho menor en la imagen potenciada en T1 en Fase Opuesta (a) que En Fase (b). El despla- zamiento de las frecuencias de precesión en ppm (c) evidencia la diferen- cia entre el agua y la grasa por el Desplazamiento Químico. Figura 3. La nube electrónica justifica el apantallamiento magnético y el campo magnético diferente de los protones en el agua y la grasa. Las imá- genes En Fase y Fase Opuesta (a y b, respectivamente) evidencian una esteatosis hepática difusa y un pequeño adenoma adrenal derecho. Figura 4.Sobrecarga de hierro en el parénquima hepático. Se observa la pérdida de la señal en las imágenes Eco de Gradiente con el aumento del tiempo de eco. La imagen en Fase Opuesta (a) se adquiere con un tiempo de eco menor que la imagen En Fase (b) donde la señal decae por el acor- tamiento del T2*. A B D E C A B C A B A B

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