Anales de la RANM

208 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 LA FRACTURA DE CADERA EN EL SIGLO XXI Fernando Marco Martínez An RANM · Año 2018 · número 135 (03) · páginas 203 a 210 ture Network (FFN) y el modelo de incentivo a re- sultados o Best Tariff implantados en Reino Unido se ha comenzado a prestar especial atención a deter- minados indicadores en fractura de cadera con el ob- jetivo de alcanzar la mejor práctica en cada centro en la atención a pacientes con fractura de cadera en relación con el estándar nacional lo que ha llevado en nuestro país a crear el RNFC. El primer informe anual del RNFC se publicó con datos de 2017 (50), incluyendo más de 7.000 pacientes de más de 50 hos- pitales de toda la geografía española y con la par- ticipación de traumatólogos, geriatras, internistas, anestesistas y enfermeras. Con este primer informe se ha podido conocer la situación actual y las carac- terísticas del proceso asistencial a la fractura de ca- dera en los diferentes hospitales de la geografía es- pañola, midiendo los indicadores básicos al ingreso y al mes de la fractura, para posteriormente, com- parar resultados en el ámbito nacional evidencián- dose una enorme variabilidad entre centros y propo- ner estándares y criterios para mejorar la atención a estos pacientes. Retos y perspectivas futuras . Por un lado, se aspira a que la totalidad de centros que atienden a pacien- tes con fracturas por fragilidad adopten un mode- lo de asistencia interdisciplinar que garantice la vi- gilancia de los indicadores estandarizados más rele- vantes en esta patología y se asegure el seguimiento de su labor a través de auditorías externas. Por otro, la sostenibilidad del modelo planteado solo es posi- ble con la concienciación sobre las dimensiones del problema que supone la fractura de cadera en nues- tro medio y la implicación de Atención Primaria. Así pues, consideramos que la suma de esfuerzos entre primaria y especializada constituyen un primer paso en el camino para alcanzar objetivos ambiciosos en este campo. Un desafío interesante podría venir de la mano de la creación de un “código fractura de cade- ra” como método para conseguir una atención rápida en urgencias como sucede con patologías como el ic- tus o el infarto. En definitiva, minimizar el impac- to que la fractura tiene en el paciente y su entorno, pudiendo ser valioso en un futuro analizar la propia experiencia del paciente durante el proceso y poder conocer las modificaciones que percibe como más favorables. Está claro que se existen cambios epidemiológicos en re- lación con la fractura de cadera que tienen que ir acom- pañados de los cambios asistenciales que vamos llevan- do a cabo. La edad de los pacientes y la presencia de co- morbilidades son los principales condicionantes que jun- to con la disminución de movilidad tras la fractura, lle- van a esa morbimortalidad y repercusión funcional tan elevada. Debemos intensificar nuestros esfuerzos en mejorar el manejo actual de todas las fracturas por fragilidad, tanto en el momento agudo como en la convalecencia, insistir en la prevención de fracturas posteriores y trabajar para restaurar las capacidades funcionales y la calidad de vida Tabla 2. Evolución de complicaciones médicas y quirúrgicas entre 2015 y 2017 en el HCSC. Complicaciones médicas 2015 (n=369) 2016 (n=366) 2017 (n=372) Caídas durante la hospitalización 0,7% 0,4% 0,5% Delirium (cuadro confusional agudo) 48,3% 49,5% 42,2% Infección respiratoria 17,7% 14,3% 14,8% Insuficiencia cardiaca 17,4% 17,2% 15,9% Insuficiencia renal postquirúrgica 24,9% 28,7% 19,8% Infección urinaria 38,5% 33,9% 26,7% Retención aguda de orina 9,4% 5,5% 2,4% Úlceras por presión 1,1% 1,4% 1,2% Bloqueo periférico para el dolor SD 31,5% 38,0% Complicaciones quirúrgicas Infección herida quirúrgica 1,6% 0,8% 0,3% Reintervención quirúrgica 1,1% 0,8% 0,8% Reingreso por causa quirúrgica 30 días SD SD 1,4% Figura 2. Evolución en la prescripción y adherencia de prevención secundaria de fracturas entre 2014 y 2017. CONCLUSIONES

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