Anales de la RANM

241 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ASPECTOS CLÍNICOS DEL MALTRATO INFANTIL Enrique Casado de Frías An RANM · Año 2018 · número 135 (03) · páginas 238 a 241 Interesante es el señalar las características de los agre- sores y de las víctimas. Aunque las características de los agresores pueden ser muy diferentes de unos a otros, a menudo se trata de personas hostiles, agresivas, que se enojan fácilmente, exigentes con el niño, al que consideran responsable de todo lo que sucede y que es merecedor, por tanto, de su desatención y de sus agresiones; son apáticos y desinteresados de todo lo que le sucede al pequeño, al que consideran como una carga que tienen que sopor- tar; una carga que no es digna de su afecto ni de su de- dicación. Es frecuente que sean adictos al alcohol y a drogas, y que tengan problemas socio-económicos. Fi- nalmente indicaré que a menudo destaca entre sus an- tecedentes que el agresor mismo, cuando niño, fue ob- jeto de MT. En cuanto a las víctimas, unos son agresivos, rebeldes, hiperactivos y ansiosos, mientras que otros son apáti- cos, tímidos o nerviosos, considerándose a sí mismos como malos y revoltosos, teniendo una baja autoesti- ma y gran falta de confianza. Por último, debe señalar- se que alguno de estos niños puede hallarse afecto de una patología física o mental, y si ella implica que ten- gan frecuentes llantos, podría ser un factor determi- nante más a tener en cuenta. Concluiré señalando que en el MT deben ser considera- das sus posibles consecuencias (11,12). En los niños pe- queños, son las lesiones físicas y el mal rendimiento esco- lar las mas frecuentes. Junto a ellas, son también habitua- les las tristezas, el aislamiento, el nerviosismo, el rechazo a la madre, los trastornos del sueño y problemas varios con la comida y con el control de los esfínteres. Por lo que se refiere a mayorcitos y adolescentes son muy comunes la tristeza y la depresión, así como el considerar- se rechazados. No son raras en ellos las fugas y las autole- siones, la comisión de actos delictivos y comportamien- tos violentos. Suelen, además, ser proclives al consumo de alcohol y drogas. 1. Kempe HC, Silverman NF, Steele BF et al. The battered baby syndrome. JAMA 1962; 181:105-112. 2. Dubowitz H, Leventhal JM. The pediatrician and child maltreatment: principles and pointers for practice. Pediatr Clin N Am 2014; 61(5): 865-871. 3. Huard P, Laplane R. Histoire de la Puericulture. Paris. Roger Dacosta. 1979 4. Fernández Álvarez M. La sociedad española del renacimiento. Salamanca. Ed. Anaya. 1970 5. Matos Aguilar J. La inclusa que yo viví. Comunidad de Madrid, 2016. 6. Peiré García Mª A. Farmacología pediátrica. Barcelona. Gráficas Rey. 2018. 7. Claussen AH, Crittenden PM. Physical and psychological maltreatment. Child Abuse Negl 1991; 15:5-18. 8. Gershoff E T. Punishment by parents and associated child behaviors and experiences a meta-analytic and theoretical review- Psychol Bull 2002; 128:539-579. 9. Starling SR, Sirotnak AP, Heisler KW et al. Inflicted skeletal trauma: the relationship and perpetrators to their victims. Child Abuse Negl 2007; 31:993-999. 10. Petska HW, Sheets LK. Subtel findings and physical abuse. Ped Clin N Am 2014; 923-935. 11. Malinosky-Rummel R, Hansen DJ. Long-term consequences of childhood physical abuse. Psychol Bull 1993; 114(1):68-79. 12. Veltman MWM , Browne KD. Three decades of child maltreatment research: implications for the school years. Trauma Violence Abus 2001; 2(3):215-239. BIBLIOGRAFÍA CONCLUSIONES Si desea citar nuestro artículo: Casado de Frías E. Aspectos clínicos del maltrato infantil ANALES RANM [Internet].Real Academia Nacional de Medicina de España; An RANM · Año 2018 · número 135 (03) · páginas 238– 241 DOI: http://dx.doi.org/10.32440/ar.2018.135.03.rev05 DECLARACIÓN DE TRANSPARENCIA El autor/a de este artículo declara no tener ningún tipo de conflicto de intereses respecto a lo expuesto en la presente revisión. CARACTERÍSTICAS DE LOS AGRESORES Y DE LAS VÍCTIMAS

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