Anales de la RANM

263 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 PESTE Y LITERATURA Luís María Gil-Carcedo García An RANM · Año 2018 · número 135 (03) · páginas 262 a 265 tes que sufren previamente peste bubónica. En todos sus tipos es una enfermedad aguda, febril y de eleva- da mortalidad. El periodo de incubación es de dos a seis días. El pa- ciente debuta con escalofríos, fiebre (38º o más), mial- gias, artralgias y cefalea. En veinticuatro horas apare- ce dolor en ganglios linfáticos. Las primeras adenopa- tías ocurren en un lugar próximo a la picadura (inocu- lación); los más implicados son los ganglios inguina- les, pues las pulgas pican preferentemente en las pier- nas. En seguida se afectan ganglios abdominales, cer- vicales, axilares (1). La peste es una enfermedad recurrente en Madagascar. Del 23 de agosto al 30 de septiembre de 2017, se notifi- caron 1133 enfermos. Los casos fueron confirmados por el Instituto Pasteur (PCR y pruebas diagnósticas rápidas), 124 de ellos fueron mortales. Varias ciudades notificaron afectados: Antananarivo 27 casos, 7 muertes; Toamasina 18 casos, 5 muertes; Faratshio 13 casos, 1 muerte. El balan- ce definitivo fue: infectados 1297 (peste neumónica 846, bubónica 270, resto no etiquetado), fallecidos 124 (2). En agosto del 2018 se detecta un caso en la comunidad rural de Fiadananaen, lugar donde comenzó la citada epidemia del 2017. El caso fue confirmado por PCR y por cultivo (Instituto Pasteur). Hasta el 27 de septiem- bre se informan 25 casos más, con 5 muertes (tasa de letalidad: 20%). En 2018 se detectan casos aislados en EEUU (Idaho), Perú y Bolivia. Giovanni Boccaccio (Florencia, 1313-1375) pertene- ce a una familia acaudalada que, aunque hijo ilegíti- mo, le protege y le procura una elevada educación (3). “El Decamerón” (1348) cuenta el terror que produ- jo la epidemia que afectó a Florencia en el siglo XIV, la descripción es tan realista que solo se comprende al conocer que el autor contempla personalmente los horrores que causa la plaga. Boccaccio comienza: … los años habían llegado a los mil trescientos cuarenta y ocho, cuando en la egregia ciudad de Florencia… sobrevino la mortífera pes- te. La cual, por obra de cuerpos celestes o por nues- tros inicuos actos, la justa ira de Dios envió sobre los mortales… fue originada unos años atrás en partes de Oriente, donde arrebató innumerable cantidad de vidas, desde allí… prosiguió devastadora hacia el Occidente… Cuenta que todos los sistemas utilizados para ata- jar la epidemia resultaron inútiles: No valía ninguna previsión ni providencia humana… limpiar la ciu- dad…prohibir que ningún enfermo entrara en la po- blación…dar muchos consejos para conservar la sa- lud…hacer actos píos invocando a Dios, procesiones ordenadas y otras maneras… Curiosamente describe diferencias entre el cuadro que producía la peste en Asía y en Europa: … Pero no ocurría como en Oriente, donde el verter sangre de la nariz era signo de muerte inmediata, sino aquí, al empezar la enfermedad, salíanles a hembras y va- rones unas hinchazones en las ingles y los sobacos que a veces alcanzaban el tamaño de una manzana común…se las llamaba bubas…iban surgiendo por todas partes del cuerpo manchas negras o lívidas, surgían en brazos, piernas y demás partes… Afirma Boccaccio que tanto las bubas como las manchas y li- videces… eran signo de muerte inmediata . El autor critica a la clase médica : Para curar tal en- fermedad no servia el consejo de los médicos ni el mérito de medicina alguna…a causa de la ignoran- cia de los médicos (cuyo número, a parte del de los hombres de ciencia, habíase hecho grandísimo, en- tre hombres y mujeres carentes de todo conocimien- to de Medicina)...eran raros los que se curaban, casi todos, al tercer día de la aparición de los antedichos signos morían… Es pintoresco el aspecto de los médicos que tratan la peste, pero no tiene nada de ineficaz. El manto cerra- do cubre de cabeza a pies protegiendo del contagio, Figura 1. Las ratas son infectadas por un vector, la pulga de la rata (Xenopsylla cheopis). La pulga pica a una rata infec- tada adquiriendo el bacilo, este se multiplica en el intestino del insecto, será trasmitido a otra rata o al hombre en una siguiente picadura. Figura 2. El microrganismo Yersinia pestis fué descrito en 1894, simultáneamente por el bacteriólogo suizo Alexandre Emile John Yersin (1863-1943) y por Shibasaburo Kitasato (1852-1931) del Instituto Imperial de Enfermedades Infeccio- sas de Japón. DESCRIPCIÓN DE LA ENFERMEDAD

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