Anales de la RANM

275 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ENVEJECIMIENTO Y ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES José Ramón de Berrazueta Fernández An RANM · Año 2018 · número 135 (03) · páginas 266 a 280 interleukina-1β, el Canakinumab, en pacientes con un infarto de miocardio previo y niveles de hsPCR superiores a 2 mg/l, se asocia a a una reducción en el número de complicaciones cardiovasculares, aunque no reducía el número de muertes y esto es indepen- diente de la reducción del nivel de colesterol (36). El otro tratamiento preventivo que se viene emplean- do por más de 30 años, es la administración de as- pirina a dosis bajas, alrededor de 1 mg/kg de peso y día. Esto desde que se demostró que la aspirina ac- túa bloqueando las prostaglandinas proagregantes y vasoconstrictoras como la tromboxano A2, y consi- guiendo el aumento comparativo de la prostaglandi- na opuesta, vasodilatadora y antiagregante, la pros- taciclina (37,38). A pesar del amplio uso y demostra- da eficacia que tiene la aspirina en la prevención de complicaciones trombóticas cardiovasculares (39), el uso en pacientes de edad avanzada en prevención pri- maria ha sido recientemente puesto en duda, dado que no ha conseguido demostrar eficacia superior a placebo en estos pacientes con riesgo cardiovascular bajo (40) (Figura 8). Incluso el estudio ASPRE ha mostrado una mortalidad por todas las causas superior en las personas mayores aparentemente sanas que recibían aspirina frente a las que recibieron placebo, y esto se produjo principal- mente por el aumento en la tasa de muertes por cáncer entre los tratados con aspirina, lo que incluso cuestio- na hallazgos previos en sentido opuesto. Además los pacientes mayores tratados con aspirina tenían una incidencia claramente mayor de hemorragias graves (ictus, o que precisaron transfusión, motivaron retra- so en el alta hospitalaria o muerte) (41) (Figura 9). VALOR DE LA ASPIRINA EN LA PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR Figura 8. El empleo de as- pirina en personas mayores aparentemente sanas frente al placebo, no consiguió re- ducir la mortalidad ni las complicaciones cardiovas- culares al cabo de 6 años de seguimiento, además de presentar más complicacio- nes hemorrágicas (Tomado de McNeil JJ et al . N Engl J Med 2018; 379:1519-1528) Figura 9. Incidencia de hemo- rragia mayor en el grupo de pacientes con aspirina (toma- do de McNeil JJ et al. N Engl J Med 2018; 379:1509-1518)

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