Anales de la RANM

29 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 S U P L E M E N T O LA COMUNICACIÓN GESTUAL. TEORÍA DE LA MENTE Y NEURONAS ESPEJO Emilio García García XV Curso de fundamentos moleculares de la Medicina An RANM · Año 2018 · 135(02) · Supl.01 · páginas 22 a 33 Los sistemas de neuronas espejo posibilitan el aprendiza- je de gestos por imitación: sonreír, caminar, bailar, jugar al fútbol, etc., pero también sentir que nos caemos cuando vemos por el suelo a otra persona, la pena que sentimos cuando alguien llora, la alegría compartida. El intercam- bio complejo de ideas y prácticas que llamamos cultura, los trastornos psicopatológicos, los trastornos de lenguaje, el trastorno de espectro autista, pueden encontrar en las neu- ronas espejo claves de explicación. Quizá no sólo unas de- terminadas áreas cerebrales privilegiadas disponen de neu- ronas espejo, sino que el mecanismo de neuronas espejo constituya un principio básico de funcionamiento cerebral. Las neuronas espejo forman parte de un sistema de re- des neuronales que posibilita la percepción-ejecución-in- tención-emoción. La simple observación de movimientos de la mano, pie o boca, activa las mismas regiones especí- ficas de la corteza motora, como si el observador estuviera realizando esos mismos movimientos. Pero el proceso va más allá de que el movimiento, al ser observado, genere un movimiento similar latente en el observador. El sistema in- tegra en sus circuitos neuronales la percepción y atribución de las intenciones y emociones de los otros (25). Las investigaciones han constatado que la mera observa- ción de las acciones de los demás activa en el observador las mismas áreas cerebrales, como si fuera él mismo quien ejecutara las acciones. Se ha registrado la actividad cere- bral de voluntarios mientras observaban imágenes graba- das en video, en las que aparecían movimientos de ma- nos, boca, pies. Según la parte del cuerpo que se movía en pantalla, el cortex motor del observador presentaba acti- vidad en unas áreas u otras. Las áreas más activas eran las correspondientes a las partes de cuerpo que se visualiza- ban. Los observadores no experimentaban ningún movi- miento, pero sus áreas cerebrales motoras estaban activas como cuando realmente se movían. La visión del movi- miento de otra persona activa en el observador las mis- mas áreas cerebrales implicadas en tales movimientos, como si fueran propios. Los descubrimientos se han aplicado en programas de re- habilitación de pacientes con lesiones cerebrales en las áreas motoras, por ictus cerebral. Las partes del cuerpo paralizadas pueden recuperar funciones mediante ejerci- cios de rehabilitación, ya que las áreas cerebrales próxi- mas pueden asumir las funciones de las lesionadas. Ello exige a los pacientes intensa y continuada práctica de ejercicios. Cabría plantearse si la mera observación de los movimientos en otros individuos podría ayudar en la re- cuperación de los pacientes. Desde estos supuestos se han desarrollado programas de rehabilitación para pacientes con lesiones cerebrales. Se mostraba durante seis minutos la grabación de una secuencia de movimientos: extensión del brazo, apertura de la mano, llevar una manzana a la boca, morderla, etc. Inmediatamente después el paciente intenta realizar lo que ha visto. Tras cuarenta sesiones, las capacidades motoras de los pacientes que habían partici- pado en el estudio mejoraron mucho más que los pacien- tes control que no habían recibido videoterapia. En otro estudio con pacientes con trastornos motores como con- secuencia de lesiones cerebrales, se constató que el efec- to positivo de la rehabilitación motora era más rápido en los pacientes a quienes antes de cada sesión de ejercicios se les había presentado imágenes de movimientos corres- pondientes. La simulación mental facilita la recuperación de la capacidad motora. Es muy interesante señalar que no es necesario que los movimientos observados sean realizados por un indivi- duo de nuestra especie. Se han presentado grabaciones en video de movimientos bucales de una persona, de un mono y de un perro. Los movimientos eran de tipo in- gesta, como comer algo, o bien de carácter comunicativo, por ejemplo, la persona movía la boca como para hablar, el mono arrugaba el morro y el perro ladraba. Se com- probó que el sistema de las neuronas espejo funcionaba ante la visión de movimientos de mascado, los produje- ra el hombre o los animales. Pero los movimientos co- municativos con los labios sólo provocaban una resonan- cia neuronal en la misma especie que las ejecuta. Parece como si las neuronas espejo sólo reaccionaran ante las ac- ciones que forman parte del propio repertorio motor. Así el ladrido del perro no forma parte de este repertorio en los humanos, por lo que no produce estimulación (26). En determinadas circunstancias la activación de las neu- ronas espejo depende de lo familiarizados que estemos con las imágenes vistas. Por ejemplo, en el aprendizaje de un nuevo deporte, quien no haya jugado nunca al tenis o no haya practicado la natación, no es probable que pue- da imitar en su mente los movimientos precisos. Por otra parte, el contexto en el que aparece la secuencia motora desempeña un papel clave, y justifica programas con sen- tido y no mera práctica ciega. Así, cuando las personas observaban acciones motoras descontextualizadas se ac- tivan menos neuronas que cuando aparecen los objetivos claros de la acción. La observación de acciones especia- lizadas, por ejemplo, de bailarines profesionales, activan las neuronas espejo de forma muy diferente dependiendo de si quien lo observa es también un bailarín profesional, familiarizado con cada uno de los movimientos, o si por el contrario es una persona ajena al mundo de la danza. En este último caso la comprensión de lo que hace el bai- larín no es inmediata ni empática, está más intelectualiza- da y pertenece a un dominio más semántico y consciente. Un estudio con Resonancia Magnética Funcional ha de- mostrado que la visión de actos realizados por otras per- sonas comporta una actividad cerebral distinta, según las competencias motoras específicas de los observadores. El grupo experimental incluía bailarines de danza clásica, maestros de capoeira, y personas sin especial práctica de baile. La proyección de videos con pasos de capoeira de- terminaba en los maestros de capoeira una activación de las neuronas espejo mayor que la registrada en los demás, fueran bailarines o principiantes. Y la observación de vi- deos de danza clásica activaba el sistema de neuronas es- pejo de los bailarines en mayor grado que los maestros de capoeira o los principiantes. Más aún, en la capoeira al- gunos pasos son comunes a hombres y mujeres mientras otros son diferentes según sexo. La activación del sistema de neuronas espejo era mayor cuando los pasos observa- dos eran ejecutados por individuos pertenecientes al mis- mo sexo del observador, lo que significa que no era la ex- periencia visual, sino la práctica motora la que modulaba la activación del sistema de neuronas espejo (27). Cuando una persona realiza acciones en contextos signi- ficativos, tales acciones van acompañadas de la captación de las propias intenciones y emociones al realizarlas. Se conforman sistemas neuronales que articulan la propia acción asociada a la intención o propósito que la activa y a la emoción. Formadas estas asambleas neuronales de acción-ejecución-intención-emoción en un sujeto, cuan-

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