Anales de la RANM
31 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 S U P L E M E N T O LA COMUNICACIÓN GESTUAL. TEORÍA DE LA MENTE Y NEURONAS ESPEJO Emilio García García XV Curso de fundamentos moleculares de la Medicina An RANM · Año 2018 · 135(02) · Supl.01 · páginas 22 a 33 asocia con una sonrisa, la tristeza que transmite un ceño fruncido. Sólo después de sentir esas emociones inter- namente podemos reconocerlas de manera explícita y consciente (31). La investigación en teoría de la mente y neuronas es- pejo se ha desarrollado desde marcos teóricos y con metodologías muy distintas. La teoría de la mente ha sido tema de investigación en la psicología cognitiva, evolutiva y psicopatología, mientras que las neuro- nas espejo proporcionan explicaciones desde la neu- rociencia, a nivel neuronal, de redes y de sistemas. La teoría de la mente, en la década de 1980 y 1990, aceptaba los postulados modulares y entendía el ce- rebro organizado en regiones especializadas y locali- zadas; las neuronas espejo, desde los años 1990, pro- pone circuitos y redes neuronales muy interconecta- dos y distribuidos por todo el cerebro, para explicar los procesos mentales, cognitivos y emocionales. La investigación en neuronas espejo ha focalizado el in- terés en las bases neurales de los procesos mentales más implícitos, automáticos, inconscientes y direc- tos; mientras que los procesos más explícitos, elabo- rados, declarativos y conscientes han sido tema de estudio en la teoría de la mente. Los sistemas neuronales del ser humano se van con- formando y reestructurando gracias a los aprendiza- jes e interacciones socioculturales. A la vez que los sistemas neurales se organizan en complejas redes y sistemas, se desarrollan procesos cognitivos y emo- cionales más complejos, y la persona va maduran- do en empatía, control emocional, ajuste personal y social. En las primeras etapas de desarrollo los sis- temas neuronales especulares permiten una com- prensión e interacción con el otro, desde una mo- dalidad que podemos calificar de implícita y prag- mática. Gracias a los aprendizajes, experiencias de socialización, y especialmente el lenguaje, los siste- mas neurales incorporan nuevos formatos de repre- sentación más explícitos, semánticos y conscientes, posibilitando la lectura de la mente del otro, la propia autoconciencia, la interacción social, la creación y de- sarrollo cultural (32). Los procesos cognitivos y emocionales humanos son muy complejos, desde los que se sitúan a nivel más automático e inconsciente, a los más conscientes y controlados, que requieren redes neuronales y su- bredes integradas y diferenciadas en áreas cerebrales. Podemos distinguir procesos bottom-up, que son res- puestas automáticas de abajo arriba, y procesos top- down de arriba abajo, que implican consciencia y ma- yor control emocional. Cuando vemos una cara con determinados gestos e intuimos rápidamente su esta- do mental de tristeza, lo hacemos de modo automáti- co e inconsciente. Cuando recordamos una experien- cia triste que hemos vivido, están presentes procesos más deliberados, conscientes y lingüísticos. En la pri- mera situación dominan los procesos bottom-up de carácter más afectivo; en la segunda están más pre- sentes procesos top-down y más cognitivos. Las áreas cerebrales más implicadas en la percepción directa de una emoción básica, que hemos denomi- nado bottom-up , como alegría, tristeza, miedo, ira, sorpresa y asco, son la corteza cingulada anterior, la amígdala, el tálamo, el hipotálamo, la corteza mo- tora primaria y la corteza premotora, la corteza so- matosensorial primaria y secundaria, y el polo tem- poral. Los procesos más cognitivos top-down como el conocimiento de los sentimientos e intenciones del otro, son las áreas cerebrales de la corteza pre- frontal dorsolateral, el lóbulo parietal inferior, la unión temporoparietal, la circunvolución temporal superior y el giro fusiforme. Hay otras áreas activa- das tanto en tareas afectivas como cognitivas, como son la ínsula anterior y la corteza anterior y poste- rior de cíngulo. Las técnicas de neuroimagen están comenzando a mostrar las complejas, interactivas y distribuidas redes neuronales que están a la base de las capacidades comunicativas. Cabe esperar que en los próximos años estén disponibles nuevas tec- nologías en el marco de los programas que se están desarrollando, como son el Proyecto Brain , el Pro- yecto Human Brain Proyect y el Connectome Pro- yect , que mostrarán las redes y subredes neuro- nales en la conectividad funcional del cerebro humano (33). F. De Waal, analizando los distintos procesos co- municativos, identifica varios niveles: desde los más automáticos y emocionales a los más elabora- dos y cognitivos. Describe la analogía de la muñe- ca rusa, en la cual las formas más básicas de la co- municación empática estarían en el centro, mien- tras que los procesos más cognitivos ocuparían las capas externas. En el núcleo se encuentran los me- canismos de percepción-acción que posibilitan el contagio emocional más automático. Los niveles más elevados de la comunicación empática parten de esta base genéticamente programada, e incluyen la empatía cognitiva, que supone una evaluación de la situación emocional del otro, y ofrece un tipo de ayuda a sus necesidades, y en la capa más ex- terna se encuentra la atribución del estado men- tal del otro adoptando plenamente su perspectiva. No toda la empatía puede reducirse a los niveles de contagio emocional, pero los niveles superiores no pueden existir sin aquellos. Los niveles más ele- vados y cognitivos se construyen sobre esa base sin la cuales estaríamos perdidos en la interacción con los demás (34). D. Kahneman ha diferenciado dos sistemas en la mente: El Sistema 1 que opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo y sin sen- sación de control voluntario; el Sistema 2 que re- quiere esfuerzo mental, atención, memoria y pro- cesos cognitivos más complejos. Los Sistemas 1 y 2 están siempre activos mientras permanecemos despiertos. El Sistema 1 actúa automáticamente y el Sistema 2 está normalmente en un confortable modo de mínimo esfuerzo, en el que solo una frac- ción de su capacidad está ocupada. El sistema 1 continuamente hace sugerencias al Sistema 2: intui- ciones, impresiones, intenciones y sensaciones. Si cuentan con la aprobación del Sistema 2, las impre- siones e intuiciones se tornan creencias y los im- pulsos pasan a ser acciones voluntarias (35). NIVELES EXPLICATIVOS DISTINTOS
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