Anales de la RANM

43 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 S U P L E M E N T O ASPECTOS EMOCIONALES DEL LENGUAJE José A. Hinojosa XV Curso de fundamentos moleculares de la Medicina An RANM · Año 2018 · 135(02) · Supl.01 · páginas 41 a 46 Numerosos estudios han constatado la presencia de efectos moduladores del contenido emocional sobre procesos fonológicos y léxico-semánticos, como el ac- ceso al léxico o el procesamiento de algunas propieda- des semánticas, durante la comprensión y la generación de palabras. A este respecto, en un estudio de EEG con una tarea de denominación encubierta se observó que en torno a los 400 milisegundos el contenido emocio- nal de palabras positivas y negativas dificulta los proce- sos de codificación fonológica implicados en la produc- ción de palabras, que incluye aspectos tales como el or- den de los fonemas, la configuración silábica o el patrón de acentuación (17). Por otro lado, el contenido emo- cional también afecta a otros aspectos de la fonología como la iconicidad, que hace referencia al nivel de se- mejanza existente entre el sonido de una palabra y su referente conceptual (por ejemplo, la palabra roncar re- cuerda al sonido que realizamos cuando roncamos). Ul- rich y sus colaboradores (18) encontraron que determi- nadas agrupaciones de fonemas son más frecuentes en palabras con contenido emocional negativo. Estas con- figuraciones son más complejas y menos frecuentes que las que habitualmente se dan en palabras neutras y su procesamiento demanda mayores recursos atenciona- les, como muestra la modulación de la actividad cere- bral entre los 250 y los 650 milisegundos encontrada en este trabajo. En cuanto al procesamiento léxico-semántico, los re- sultados de estudios previos sugieren que el contenido emocional modula el efecto de frecuencia de uso de las palabras, que se considera un índice fiable de los pro- cesos relacionados con el acceso al léxico. En un estu- dio de EEG, Scott y colaboradores (19) mostraron un incremento en la actividad cerebral en torno a los 100 milisegundos para las palabras negativas de alta fre- cuencia de uso, lo que sugiere una ventaja en el proce- samiento de este tipo de palabras frente a las palabras positivas y neutras de alta frecuencia de uso. Además, en otro trabajo con RMf se encontró una menor activa- ción del giro frontal inferior relacionada con el procesa- miento de palabras negativas de alta frecuencia de uso comparado con el de palabras neutras de alta frecuencia de uso, durante una tarea de decisión léxica (20). Los efectos del contenido emocional influyen también en el procesamiento de otras propiedades semánticas como la concreción, que hace referencia al grado en el que las propiedades conceptuales que definen a personas u ob- jetos pueden ser experimentadas a través de los senti- dos. Kanske y Kotz (21) mostraron un incremento en la actividad cerebral alrededor de los 600 milisegundos durante el procesamiento de palabras concretas negati- vas en comparación con el de las positivas y las neutras, diferencias que desaparecían en el caso de las palabras abstractas. Estos datos sugieren que las palabras negati- vas presentan una ventaja a la hora de activar las imá- genes mentales correspondientes a sus referentes. Por el contrario, los resultados de otros trabajos ponen de manifiesto la existencia de mayores efectos del conte- nido emocional durante el procesamiento de palabras abstractas (22, 23). Otra cuestión que ha preocupado a los investigado- res ha sido tratar de dilucidar cómo se encuentra re- presentado el contenido léxico emocional en el cere- bro. Empleando una tarea de decisión léxica similar a la descrita con anterioridad, Vigliocco y sus colabora- dores (24) midieron la actividad hemodinámica rela- cionada con palabras concretas y abstractas equipa- radas en una serie de variables psicolingüísticas (fre- cuencia de uso, número de letras,…), pero que diferían en sus propiedades afectivas. En concreto, las palabras abstractas tenían puntuaciones en valencia más extre- mas y eran más activadoras que las concretas. Los re- sultados mostraron un incremento en la actividad de la parte rostral de la corteza cingulada anterior duran- te el procesamiento de las palabras abstractas compa- rado con el de las concretas. Debido a la implicación de esta región cerebral en el procesamiento emocio- nal, los autores interpretaron los datos en el marco de las teorías de cognición corporizada. En concreto, con- cluyeron que las experiencias afectivas juegan un pa- pel destacado en la representación de las palabras abs- tractas, mientras que las experiencias sensorio-moto- ras desempañarían un papel más relevante en el caso de las palabras concretas. Un punto de vista distinto sobre la representación neu- ral de las palabras emocionales proviene de la denomi- nada Teoría de la acción-percepción (25). Los autores que defienden esta propuesta afirman que la representa- ción cerebral de los conceptos emocionales que denotan estados afectivos estaría distribuida a lo largo de regio- nes del sistema límbico (procesamiento de experiencias emocionales) y de áreas implicadas en el procesamiento motor (control de los movimientos faciales y posturales utilizados para expresar estados emocionales). En apoyo de esta idea, los resultados de una investigación de RMf con una tarea de lectura pasiva mostraron que el proce- samiento de verbos relacionados con emociones activa regiones de la corteza premotora como las áreas moto- ras inferior y dorsolateral, además de regiones cerebra- les relacionadas con el procesamiento afectivo como la corteza cingulada anterior o la ínsula. En una línea distinta de investigación, una serie de tra- bajos ha tratado de establecer los efectos del contenido emocional sobre distintos aspectos del procesamiento morfosintáctico o de los procesos de predicción e in- tegración de elementos lingüísticos involucrados en la comprensión de oraciones. En este sentido, distintos es- tudios han encontrado que la connotación emocional afecta al establecimiento de relaciones de concordancia entre los distintos elementos constituyentes de una ora- ción basadas en propiedades formales como el núme- ro o el género. En este sentido, Martín-Loeches y cola- boradores (26) realizaron un estudio de EEG en el que pidieron a los participantes que emitiesen juicios gra- maticales sobre oraciones correctas y otras que conte- nían errores en la concordancia de número entre adjeti- vos, que podían ser neutros, positivos o negativos, y los nombres que los precedían (La chica *feas baila). Los resultados mostraron que en tono a los 350 milisegun- dos la actividad cerebral refleja un incremento en la di- ficultad para procesar los errores en la concordancia de número en el caso de los adjetivos negativos, mientras que en los positivos se observó el efecto contrario. Em- pleando un paradigma experimental similar, otro estu- dio de EEG examinó la influencia del contenido emo- cional en el procesamiento de las relaciones basadas en la concordancia de género entre nombres y adjetivos neutros y negativos incluidos en sintagmas nominales correctos e incorrectos (v.g., El niño *fea ). Los datos de la investigación revelaron que el contenido negativo fa-

RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=