Anales de la RANM

30 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 LA CARGA DEL CÁNCER EN ESPAÑA Eduardo Díaz-Rubio An RANM · Año 2019 · número 136 (01) · páginas 25 a 33 observan datos intrigantes, como que el cáncer de es- tómago y el cáncer de pulmón presentan una distribu- ción geográfica realmente llamativa y curiosa, lo que debería obligar a analizar cuidadosamente cuales son las causas por las que se produce esta desigualdad. Se puede especular sobre si estas diferencias son fruto de una recogida de datos desigual o si verdaderamente son debidos a causas medioambientales o de hábitos distintas. Vale la pena analizar este problema para po- der establecer políticas correctoras. Pero no solo importa la cantidad de vida sino también la calidad. Es un tema de una enorme complejidad ya que habitualmente ésta última ni se mide ni se evalúa, y como consecuencia es difícil establecer políticas co- rrectoras. Unido a la calidad se encuentra la satisfac- ción del paciente, otro punto absolutamente crítico y que está muy ligado a la equidad en el acceso y en los resultados. El estudio “EuroHealth Consumer Index 2017” (16) analizó el punta de vista de los pacientes sobre la ca- lidad asistencial, a través 974 asociaciones de pacien- tes. Este estudio ha mostrado que la sanidad española debe mejorar en tiempos de espera y en tiempos para la financiación de los nuevos medicamentos, señalan- do que España no está entre los países más privile- giados, lo que supone una llamada de atención. Con- cretamente en relación al cáncer, la accesibilidad al tratamiento no es óptima si se tiene en cuenta tan- to la cirugía, como la radioterapia y la quimiotera- pia. Sobre este tema ha habido advertencias reitera- tivas por parte de la SEOM o la Fundación ECO que han puesto de manifiesto que los pacientes españoles tienen dificultad de acceso a los nuevos fármacos y a las nuevas tecnologías en relación a los países más desarrollados. Un ejemplo es la aprobación de nuevos fármacos en la que se producen retrasos no siempre justificados. Un primer retraso en el acceso a los nue- vos fármacos ya lo encontramos entre el momento de su aprobación por la FDA (siempre por delante) y la aprobación por la Agencia Europea del Medicamen- to (EMA); un segundo retraso en relación a Europa, se encuentra en la aprobación por la Agencia Espa- ñola de Medicamentos y Productos Sanitarios de Es- paña; y un tercer retraso en la toma de decisiones so- bre la financiación que en España es dependiente de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia. Todo ello lleva muchas a veces un tiempo de aprobación cercano a los dos años, a lo que hay que añadir las limitaciones que pueden gene- rarse en algunas CCAA y en los propios hospitales. En fin una dilación inasumible para los pacientes con cáncer. Entre las causas de estos retrasos se encuentra la financiación y el alto costo de los medicamentos de innovación, tema que debe ser afrontado con transpa- rencia y con nuevas fórmulas económicas que permi- tan la llegada a los pacientes de manera inmediata de los fármacos considerados como disruptivos, es decir con resultados que cambian la historia natural de una enfermedad. La situación no es mucho mejor en el sis- tema privado de aseguradoras, donde muchas pólizas no cubren fármacos aprobados que tienen un alto im- pacto económico, de modo que el paciente se los tiene que costear o acudir al sistema público. Sin duda alguna el mayor reto que hay que plantear- se en cáncer es el aumento de la supervivencia. Ya hemos dicho que en España la supervivencia global a 5 años es del 58% (GLOBOCAN 2018), y que aún hay techo para la mejora en relación con los países del mundo que presentan unas mayores tasas de su- pervivencia. Concretamente en EEUU esta tasa es del 69% y no hay razón alguna que impida que en nues- tro país no podamos conseguirla. El segundo reto es lograr que en aquellos tumores que presentan tasas de supervivencia discretas o mediocres se den pasos en el conocimiento y en la innovación que mejoren los resultados actuales. A continuación analizamos algunas variables que son determinantes para conseguir estos progresos, pero no podemos olvidar que una gran parte de la solu- ción es la prevención primaria y secundaria. El cri- bado se ha asentado en tumores como el cáncer de mama, cáncer de colon, o próstata, pero este progre- so es escaso y se precisa su extensión a otros tumores. La desigualdad en las oportunidades frente a un cri- bado, un diagnóstico o un tratamiento del cáncer es sin duda una de las grandes losas con las que se en- frenta la medicina moderna. Dado que la salud es un derecho, el Estado y las CCAA tienen la obligación de procurar equidad y calidad dentro del SNS evitando la variabilidad injustificada. Decía William Osler (1849-1919) en su libro “The Practice of Medicine” que “si no fuera por la gran va- riabilidad entre individuos, la medicina bien podría ser una ciencia y no un arte”. En este contexto cabe subrayar que la variabilidad en sí no es mala siem- pre y cuando esté ajustada a “lex artis” y que además sea inevitable, es decir razonable. Lo anterior impli- ca que la actuación médica debe ajustarse a las guías, vías, protocolos, informes de expertos, cultura local, y experiencia. El gran problema de la variabilidad es cuando se genera desigualdad y se comprometen los resultados, por que eso altera la equidad, la calidad y la sostenibilidad. En definitiva aparece la ineficien- cia. De acuerdo a Kennedy (17) la variabilidad se de- fine como “pacientes que con similares diagnósticos, pronóstico y datos demográficos, reciben diferentes cuidados dependiendo de cuándo, dónde y por quién son tratados, a pesar de existir documentos que ava- lan la mejor práctica”. La variabilidad de la práctica clínica podría estar jus- tificada en algunos casos, pero en otros muchos tra- duce una mala praxis. Esto tiene una serie de deriva- das que deben ser objeto de análisis. La primera se refiere a la organización de la práctica clínica, que en cáncer es con cierta frecuencia deficiente, por lo que puede ser mejorable. Lo anterior implica tener cir- LOS GRANDES RETOS EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER PUNTO DE VISTA DE LOS PACIENTES EN RELACIÓN A LA CALIDAD ASISTENCIAL

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