Anales de la RANM
78 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 LAUDATIO FRANCISCO IVORRA MIRALLES Luis Pablo Rodríguez Rodríguez An RANM · Año 2019 · número 136 (01) · páginas 77 a 80 universidades extranjeras, como las de Harvard, Mi- chigan o Chile. Se han patrocinado en este corto tiem- po 20 proyectos de investigación y se han premiado al menos 14 tesis doctorales. Mantiene convenios de colaboración con otras Fundaciones como con la de Atresmedias, Mujeres con Africa, y ONCE y recien- temente ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación de la Real Academia Nacional de Me- dicina de España (RANME), después de su nombra- miento honorario. También es de destacar que en el año 2018 efectuó un convenio de colaboración con UNESCO Chair in Bioethics, o red de Bioética de la UNESCO. Todo ello además de la colaboración prestada reitera- damente en esta RANME, tal como en los foros de los Jóvenes Investigadores, en las sesiones extraordinarias, en las publicaciones, como del libro caricaturas de mé- dicos españoles, o el libro de la colección de microsco- pios Bruni, y otros eventos que por conocidos y seña- lados en la Memoria Anual de la RANME y no prolon- garme con exceso han sido determinantes para que tal como figura en el acta recientemente leído, haya indu- cido a la Junta de Gobierno de esta Institución por sus méritos sobresalientes y por su impulso de la Funda- ción ASISA hacia el mundo sanitario a otorgarle la me- dalla de honor de esta Real Academia. No hace mas de tres meses que en su discurso de ingre- so en la Academia, el Prof. D. Arturo Fernández Cruz, manifestaba que estamos en un período de verdadera revolución Científica y Tecnológica. Señalaba recien- temente la académica y profesora Dña. Adela Corti- na, que la novedad, la innovación, no se está produ- ciendo de forma simultánea y equidistante entre lo que Marina denominó la cultura cinco estrellas: la del arte, la literatura y el pensamiento con la de los de- más contenidos culturales. Efectivamente no se pro- duce un cambio a la misma velocidad entre la cultura exquisita, y si se genera, en la cultura de la Ciencia; de forma relevante en la Biología y en la Bioquímica, en la Biomatemática, etc, etc., y en la Tecnología. Esto está induciendo cambios en el animal digno, pero so- bre todo se está catalizando en el animal espiritual, es decir en la persona, que al ser este un ser biopsico- sociocultural, nos está situando en un nuevo espacio temporal y en un cambio trascendente en la condición de la salud, del estado de bienestar y de la calidad de vida. Ante esta revolución, nuestro pensamiento, idea, valora y actúa sobre el área de la salud. Sin ser historiador, sabemos de la época de los gre- mios, de las igualas, de las cooperativas, del médico de asistencia pública domiciliaria, del general, y del de familia y comunitario, del especialista, de la asis- tencia privada, y de la pública, de la socialización de la medicina, o mejor aún, de la socialización del mé- dico y de los demás profesionales sanitarios. Cono- cemos de los servicios jerarquizados en torno de un coto especializado, en su mayor parte referidos: bien a un órgano o a un sistema o a un aparato; bien a un modo específico de tratamiento; a un sistema de apertura, centralizado o generalizado de diagnóstico; analítico, radiodiagnóstico, nuclear, anatomopatológi- co, etc. Incluso a un sistema determinado por la edad, la infantil, la pediátrica, y ahora ante la pertinente lon- gevidad, a la geriátrica. Matizamos la actuación en la función, en la deficiencia, en la discapacidad, en la in- dependencia, en la libertad, en la Medicina Física y con ella en la Rehabilitación. Y sin embargo la revolución señala que estamos ya en otro momento. El coto, sigue existiendo y aunque sea necesaria e ineludible e imprescindible la especiali- zación, la agrupación ya se ha creado y ha de seguir creándose, no entre los de una sola especialidad, sino entre los diversos saberes especializados, para actuar en un proceso definido. Solo de esta manera la cosmo- visión, la globalización, en terminología actual, permi- te que la suma de las inteligencias en la diversidad y no en la inteligencia de un solo contenido de un pro- ceso, se magnifique por sinergismo de conocimientos. A ello, actualmente, se une la inteligencia artificial, la inteligencia expandida, que conlleva todo ello a una re- volución científica en el proceso con la toma más ade- cuada de decisión intelectual. Tal vez, la mayor dificultad se encuentre en delimitar a quien le compete definir la existencia de un deter- minado proceso. La lucha que se mantiene en el coto especializado con libre mercado, es fratricida. Tiene una sólida base en la escasez del salario médico. Es habitual que en el médico que culmina y ejerce una especialidad observe no sólo como su puerta perma- nece lo suficientemente abierta, si no como se abren otras, que puedan entornar la suya y además la de- fiende como si fuera propia. No es de extrañar, pues, que los factores enunciados, conduzcan a que cuan- do concurren acúmulos prevalentes de un determina- do proceso y en una situación de estrechez operativa, a través de colectivos colegiales, se busquen solucio- nes para una determinada especialidad, tal como suce- de en la saturación de las urgencias. Por el mismo mo- tivo no es de extrañar, que, con determinadas vías de marketing, se difunda una rápida actuación, para al- canzar un mayor contingente de mercado. Por tanto, es preciso anunciar que un coto democrático, puede ser corrupto; las mayorías pueden imponer un monopolio de salida profesional, que es una forma de resistencia, sin percibir que estamos en otro ámbito computacio- nal, tal como hemos señalado anteriormente, con una decisión intelectiva de cosmovisión multiespecializada y con el uso de la inteligencia expandida. La definición del proceso, la vía de entrada, la puer- ta abierta antes mencionada, debemos de señalar que dejará de ser un monopolio especializado. No esta- mos muy lejos de que la digitalización y la computa- rización, con los síntomas que puntúe el paciente y los que vaya solicitando el algoritmo, decida, con un error mínimo, señalen cual es el proceso del que debe ser examinado. Por otra parte, al igual que hace un siglo era materia de enseñanza, en los estudios secundarios, la higiene, la sanidad; que tiene una verdadera importancia polí- tica para la salud de los ciudadanos y por ende para el Estado; ahora será preciso que se enseñe cuáles son los caracteres, los síntomas, las alarmas que nos deben de conducir a que se proceda con una resolución de ur- gencia. Este camino educativo es el que habrá de ser aplicado de inmediato, el otro el de la identificación del proceso de estudio le resolverá, como hemos indi- cado, la inteligencia expandida.
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