Anales de la RANM

104 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 LOS RIESGOS DE SER MADRE EN EL SIGLO XXI José Antonio Clavero Núñez An RANM · Año 2019 · número 136 (02) · páginas 103 a 107 Curiosamente la cesárea, una morbilidad grave que ya comentaremos, cuando se realiza con poco trabajo de parto, suele ser bien aceptada como un eximente de la culpabilidad del obstetra, tanto para la familia como para el poder judicial. No es ningún secreto que debi- do a estas circunstancias, las tasas de esta intervención se han disparado especialmente en la clínica privada, donde generalmente se supera el 30% de los nacimien- tos, cuando la OMS aconseja no sobrepasar el 15%, la mitad. Se esta ejerciendo una obstetricia defensiva por parte de los tocólogos, que no produce beneficios ni a la ma- dre ni al feto. Baste recordar que las tasas de parálisis cerebral del neonato, no han disminuido en los últimos 25 años, pese a que las tasas de cesáreas siguen subien- do, con lo que teóricamente se estaría evitando el pre- sunto traumatismo del parto vaginal, al que errónea- mente se atribuye el daño cerebral del feto. La repercusión de estos resultados en las Maternida- des, especialmente las Públicas, es de enorme trascen- dencia. De un lado, las cuantiosas indemnizaciones re- queridas por la familia de los afectados, son, junto con la de la Cirugía Plástica, las más elevadas reclamacio- nes por el delito de Mala Praxis . De otro lado está la importante repercusión social, que puede hacer deri- var la afluencia de pacientes hacia otros hospitales con menor índice de reclamaciones, lo que hoy día es fácil de conocer consultando por Internet el Observatorio del Sistema Sanitario de Madrid. Por este último moti- vo, se puede crear un desajuste de pacientes, que es de gran importancia en la red sanitaria provincial. Para cuantificar la importancia de las consecuencias que el embarazo, y sobre todo el parto, tiene actual- mente en la madre, nosotros hemos estudiado la mor- talidad y la morbilidad acaecidas entre los años 2.013 y 2.017 en el Hospital General Universitario Grego- rio Marañón (HGUGM). El material reunido incluye a 23.965 madres y de 24.874 recién nacidos, pues ha habido 909 partos dobles o gemelares (3,79%). Con este material vamos a cuantificar la patología mater- na observada, la cual se atribuye al proceso de la re- producción. Pero para ello, lo primero que debemos definir es lo que internacionalmente se entiende por mortalidad y morbilidad materna, y para ello recurriremos a las dadas por la Federación Internacional de Ginecolo- gía y Obstetricia (FIGO), que también son aceptadas por la OMS. La Mortalidad Materna (MM) se define como “ el fa- llecimiento de la mujer gestante o hasta los 42 días tras el parto, sin tener en cuenta la duración de la gesta- ción, ni las causas que la produjeron o agravaron por causa del embarazo o su mantenimiento, pero exclu- yendo las causas accidentale s” (1). Para poder com- parar las cifras entre diferentes comunidades, se em- plea la Tasa de Mortalidad Materna (TMM), que ex- presa el riesgo que tiene una mujer de fallecer durante el embarazo o 42 días después, por cada 100.000 niños nacidos vivos . Este riesgo oscila mucho de unos paí- ses a otros, pues en las regiones en desarrollo es de 1 por cada 150 nacimientos, cuando en los ya desarro- llados es de 1 cada 4.900.(2) En Europa hay datos de casi todas las naciones en- tre los años 2.006-2.010, recogidos por el Euro-Pe- ristat (3). El promedio de la TMM es de 6,2 por cada 100.000 nacidos vivos, y la que obtiene la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) reco- giendo los resultados de 45 hospitales (que represen- tan el 23% de la red sanitaria nacional) para los años 2.010-2.012 es del 6,01 por 100.000. (4) Con respecto a las causas de las muertes, la OMS (5) diferencia dos tipos, las directas y las indirectas. Las causas directas son las que ocasionan la muer- te por complicaciones del embarazo, del parto o del puerperio, por intervenciones, omisiones, tratamien- tos incorrectos o las consecuencias de las anteriores. Las causas indirectas son las que existían antes de la gestación o que se agravaron por la propia ges- tación, como p.e. por patología cardíaca o por dia- betes graves. Además están las ya citadas muertes accidentales, que ocurren por una causa no relacionada con la gesta- ción, ni a enfermedades coexistentes. Estas no deben consignarse en las estadísticas. A nivel mundial, (Tabla 1) de las 2.443.000 MM acae- cidas entre 2.003 y 2.009, el 73% lo fueron por una causa directa. Dentro estas la etiología fue: la hemo- rragia (27,1%) , los trastornos hipertensivos (14%) y la sepsis (10,7%). Le siguen con menor proporción el aborto (7,9%), el tromboembolismo (3,2%) y otras causas diversas (9,6). El 27% restante falleció por cau- sas indirectas (6-7). MATERIAL Y MÉTODO MORTALIDAD MATERNA Tabla 1.-

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