Anales de la RANM

164 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ASISTENCIA MECÁNICA CIRCULATORIA II · VENTRÍCULOS ARTIFICIALES Gabriel Téllez de Peralta An RANM · Año 2019 · número 136 (02) · páginas 158 a 166 Jarvik 2000 ( Jarvik Heart Inc ) (Fig. 13) Este dispositivo ha sido aprobado por la FDA desde el año 2000 como puente al trasplante (9) pero no como terapia de destino. La bomba, de 2,5 por 5,5 cm, pro- porciona un flujo de hasta 6 l/min, alcanzando hasta 1.200 revoluciones. El cuerpo de la bomba se inserta en el apex del ventrículo izquierdo conectándose me- diante un conducto de dacron a la aorta descendente. La única parte móvil es el rotor. Dispone de un cable percutáneo que va desde la batería hasta el dispositivo dotado de un sensor de frecuencia cardiaca para responder en función de la misma. Otras bombas rotatorias de levitación magnética: DuraHeart. 180 ml / 540 gramos /72 x45 mm. VentraAsist. 298gr/121ml/ 60 mm. Utilizada como puente al trasplante, a la recuperación o definitiva en más de 100 pacientes. Levacor. 440 gr, diseñada para terapia definitiva. Bombas centrífugas de tercera generación (12): Anteriormente descritas en una presentación previa (3), la resumimos nuevamente. HeartWare HVAD. Es una minicentrífuga de flujo continuo y de pequeño tamaño que se implanta direc- tamente en el ventrículo izquierdo y se aloja en el espa- cio pericárdico, alcanzando un flujo máximo de 10l/m. Tienen un mecanismo híbrido hidráulico-magnético, por lo que se consigue que se reduzca la hemolisis. Ha sido utilizado como puente al trasplante cardiaco. Durante la última década se ha desarrollado una cre- ciente experiencia con dispositivos más eficientes para la asistencia ventricular izquierda, comercialmente dis- ponibles (estudio ADVANCE) pero se necesita disponer de más experiencia para conocer su durabilidad y fun- cionamiento a largo plazo (13, 14). El talón de Aquiles de estos dispositivos radica en la po- sible aparición de alteraciones hematológicas y de infec- ción tanto a nivel del dispositivo intracorpóreo como a nivel de la piel en el punto de salida de los cables que co- nectan el dispositivo interno con la fuente de energía ex- terna. En un estudio sobre el dispositivo HeartWare los puntos de aparición de trombosis podían localizarse a tres niveles: en el interior del ventrículo izquierdo, den- tro del propio dispositivo y finalmente en la aorta ascen- dente en el punto de implantación de la prótesis tubu- lar que conecta el dispositivo con la circulación general. ¿Qué nos deparará el futuro? Además de intervenciones quirúrgicas menos agresivas con técnicas mini – invasoras, sustituyendo la tradicional esternotomia media por dos minitoracotomias, la mejo- ría en los sistemas de asistencia circulatoria ya comenta- dos en este trabajo, el avance tecnológico que ha supuesto la sustitución de flujo pulsátil por el flujo continuo, exis- tiendo la posibilidad de utilizar bombas centrífugas más perfeccionadas (Fig.14) (HeartWare HVDA, DuraHeart, HeartMate 3) o bien dispositivos de flujo axial (INCOR, HeartMate II, HeartWare MVAD) (Fig.15), menor tama- ño de los dispositivos, sistema de control y baterías más reducidas pero más eficientes, y, fundamentalmente, la transferencia de energía transcutánea e inalámbrica, que evitará la conexión a través de la piel del dispositivo con la fuente de energía, desapareciendo las infecciones a nivel del punto de salida del mecanismo de la bomba intracor- pórea con la fuente de energía externa . Figura 12. INCOR Figura 13. JARVIN 2000 COMENTARIOS

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