Anales de la RANM

176 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 GASPAR CASAL EN LA MEDICINA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVIII Javier Sanz Serrulla An RANM · Año 2019 · número 136 (02) · páginas 172 a 178 gares , que por otro lado tanta importancia tendría en las llamadas “topografías médicas” que proliferaron durante el siglo XVIII. Habla de las principales en- fermedades “endémicas” de los habitantes de la re- gión, interrumpiendo el discurso a propósito con es- tudios particulares como las aguas mineromedicina- les de Priorio y no duda en exponerse con la propia actitud seguida ante los diversos enfermos regiona- les afectados de “lombrices” o de “calculosis renal”, en verdaderas historias clínicas acordes al estilo pro- pio de ese tiempo. 2.- “Brevissimo tratado, en que con experiencia se declara, que para entender las importantes doctri- nas, y sentencias de Hippocrates, valen mas las ob- servaciones prácticas, que la lectura, y estudio de los Comentarios de ellas” (págs. 145-184). El título de este segundo escrito es tan elocuente que poca explicación precisa, dando por bueno el hipo- cratismo apoyado en la observación directa como valor superior al teórico de comentadores puramen- te teóricos de los saberes hipocráticos. 3.- “Historia de la constitución de los tiempos, y de las enfermedades epidemicas, y particulares, que en este Principado de Asturias observamos desde el año de 1719. hasta el de 1721” (págs. 185-302). Más allá de la acotación temporal que anuncia, el periodo comprendido va desde 1719 hasta 1750, con interrupciones, sobresaliendo la brillante des- cripción de la tosferina (“catarros ferinos” sufridos en 1724). Dichas enfermedades particulares quedan reflejadas en los muy numerosos casos clínicos que aporta y comenta –entre ellos el de su colega Joseph Dorado, que falleció de una “gravissima peripneu- monia”, sometidos en no pocas ocasiones al criterio de autores reconocidos, entre ellos mayoritariamente Sydenham. 4.- “Historia affectionum quarumdam Regionis hujus familiarium” (págs. 303-376). Trata de las enfermedades propiamente habituales de la región asturiana, como eran la sarna, la lepra, el “mal de la rosa” y el “asma seco hidropiforme de los pulmones” y constituye la sección más conocida de la obra toda vez que aporta la primera descripción no- sográfica del llamado “mal de la rosa” (págs. 327-360) y así el inicio del estudio clínico de las enfermedades carenciales: Habiendo observado cuidadosamente, en luengos años de práctica, todos los síntomas peculiares de esta enfermedad, y habiéndome percatado de que, de todas las afecciones corrientes en este país, no hay otra que la gane a horrible y contumaz, juzgué que no sería inoportuno que escribiese su historia. Aunque los sínto- mas de esta enfermedad sean diversos y suficientemen- te terribles, como se verá de lo que diremos más arriba, ello no obstante, su nombre vulgar proviene tan sólo de uno de ellos, y este síntoma consiste en una espantosa costra que, si recién salida no produce en la parte afec- tada más que rojez y aspereza, a la larga degenera en forma de costra muy seca, escabrosa, negruzca, entre- cortada por frecuentes y profundas fisuras que, pene- trando hasta la carne viva, producen gran dolor, que- mazón y molestia… Esta aportación casaliana ha sido cuidadosamente es- tudiada por García Guerra y Álvarez Antuña (13). Casal recogió abundantes casos de esta “lepra escor- butica” como él la denominó –como “mal de la rosa” era conocida popularmente-, que no aparecía en los textos de su librería médica y que además de aque- llas afecciones cutáneas cursaba con decaimiento y pesadumbre, además de molestias estomacales. En su nueva etapa madrileña, la comentó con el médi- co francés Francois Thiéry quien envió un extracto a J.B. Chomel para que lo leyera en las sesiones de pri- ma mensis celebradas en la Facultad de Medicina de París. Ese mismo año publicó Thiéry una comunica- ción al respecto –Description d’une maladie appelée “mal de rose” aux Asturies”- y en 1791 hizo lo propio en un libro sobre algunos aspectos de la medicina en Casal en Europa. 5.- “Epistola, qua sapientissimos Lutetiae Parisiorum Medicinae Doctores in consilium adhibuit Doctor Gaspar Casal, Cathedralis Ecclesiae Ovetensis Medi- cus” (págs. 377-390). Figura 2. Grabado de la obra de Casal indicando las afecciones cutáneas del “Mal de la rosa” o “Pelagra”

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