Anales de la RANM
187 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 HISTORIA CONTEXTUALIZADA DE LA REAL ACADEMIA MÉDICA MATRITENSE Francisco González de Posada An RANM · Año 2019 · número 136 (02) · páginas 179 a 188 dicina, Cirugía y Farmacia, aunque con problemas de ida y vuelta hasta la invasión francesa, suponía un cam- bio notable entre las profesiones sanitarias. La Medici- na universitaria no acaba de actualizarse y vive en cri- sis pareja con la Academia; la cirugía, impulsada por los Reales Colegios, progresa social y científicamente a buen ritmo; y la farmacia, aunque con menos vigor, se va abriendo camino. TRIGÉSIMO QUINTA. Las otras ' instituciones acadé- micas sanitarias ', como sus miembros, en el reinado de Carlos III, están más preocupadas por los aspectos pro- fesionales y sus relaciones que por el mantenimiento de las características y actividades propias de ‘academia’. La Regia Sociedad de Sevilla, como la Academia Matri- tense, sobrevive sin relevantes actos. El Real Colegio de Boticarios tiene una efervescente actividad de carácter propio de defensa y mejora profesional, con olvido de la inicial naturaleza prioritariamente académica, que se pone de manifiesto por: a) los numerosos y continuos pleitos con las comunidades religiosas que tienen bo- ticas abiertas; b) la disposición de un almacén central para la distribución de los productos farmacéuticos; c) un jardín botánico con lecciones regladas; d) labora- torio químico con impartición de clases; y e) el deseo, mediante reiteradas solicitudes, de incorporar al Cole- gio el Gabinete de Historia Natural. El Real Colegio de Cirujanos se desinfla (no hemos detectado ningún do- cumento en el que se le cite) al hilo del progreso nacio- nal e internacional de la profesión con el prestigio que alcanzan los miembros de los Reales Colegios de Ciru- gía establecidos paulatinamente en Cádiz, Barcelona y Madrid, donde se produciría una primera integración formal de Cirugía y Medicina. La Sociedad Médica de la Esperanza continúa con firmeza sus actividades en los primeros años del reinado, pero, como es usual en las instituciones voluntaristas, tendría una corta vida que se fue apagando. TRIGÉSIMO SEXTA. El acontecimiento institucional ilustrado de mayor novedad y relieve social en la Espa- ña de Carlos III lo constituyó la Sociedad Bascongada de Amigos del País , de carácter privado, que se conci- bió como “Sociedad Económica o academia de agricul- tura, ciencias y artes útiles y comercio” en 1765 , título que, por una parte, aúna de manera disjunta los térmi- nos lingüísticos de Sociedad y Academia, en observa- ción de sinónimos, y por otra parte aúna también las ideas de ciencias y técnicas (las ‘artes’, en ese momento) con las de utilidad y comercio, propias de la caracteri- zación de la segunda fase de la Ilustración. Sería apro- bada por el Consejo de Castilla en 1772. Con carácter oficial se crearía en 1775 la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País y tras ésta surgiría una extensa proliferación de estas Sociedades por todo el territorio peninsular así como por los insulares y ul- tramarinos del Imperio. Como apéndice de la Sociedad Bascongada debe constatarse el excepcional éxito de la fundación en 1776 del Real Seminario Patriótico de Nobles de Bergara , centro progresista de carácter do- cente, científico y técnico, en cuyo laboratorio de Quí- mica los hermanos Elhuyar descubrieron el elemento químico wolframio o tungsteno. TRIGÉSIMO SÉPTIMA. Las expediciones científicas botánicas organizadas en la segunda mitad del reinado de Carlos III, numerosas y relativamente eficaces, des- de el Real Jardín Botánico, con una especial participa- ción de su director, Casimiro Gómez Ortega, generaron un grupo de científicos de saberes más próximos a la farmacia que a la medicina, y relacionados con el Cole- gio de Boticarios, pero que ingresarían en el reinado si- guiente, paulatinamente, en la Academia Médica Matri- tense (para entonces ya única ‘academia’ de hecho) que sobreviviría en su larga supervivencia a finales del siglo sobre todo gracias a ellos. TRIGÉSIMO OCTAVA. Llama la atención el hecho de que en las historias intrínsecas de la Real Academia Na- cional de Medicina (8) se considere, obviamente por la falta de contextualización, nada menos que son ‘empre- sas’ de la Academia Médica Matritense , la confección de una Historia Natural de España, las Farmacopeas y el Real Jardín Botánico, basándose en la circunstancia de que algunos de sus miembros, no médicos, en algu- no de sus momentos, participaran de alguna manera en estos otros ámbitos. TRIGÉSIMO NOVENA. En el reinado de Carlos IV , como continuidad del precedente, pero quizás con más fuerte centralización y clara jerarquización, motivadas al principio por la revolución francesa, se fijarían las ideas de utilidad , expresadas en claves de ingeniería y progreso económico. Se difunden las Sociedades Eco- nómicas de Amigos del País por las principales ciuda- des de la América española, se mantienen expediciones científicas iniciadas en el reinado anterior y se orga- nizan otras varias, entre las que destacaría la Real Ex- pedición Filantrópica de la Vacuna , y, como caracte- rísticas parcialmente novedosas pueden considerarse la constitución final del Real Gabinete de Historia Natu- ral , la creación ex novo del Real Gabinete de Máquinas y la construcción y equipamiento de los Observatorios Astronómicos de la Isla de León (actual San Fernando) y de Madrid. CUADRAGÉSIMA. Las expediciones científicas bo- tánicas , como la del Virreinato del Perú con Hipólito Ruiz y José Pavón, la del Nuevo Reino de Granada de Celestino Mutis en la que participó su discípulo Anto- nio Zea, y la de Nueva España con José Mociño y Mar- tín Sessé, facilitarían la preparación científica de nu- merosos botánicos . Las instituciones especialmente relacionadas con las tareas y los frutos de estas expedi- ciones, como la Oficina de la Flora Americana, la Real Botica con su interés farmacológico-terapéutico y el Real Jardín Botánico, no fueron suficientemente abier- tas como para satisfacer los intereses científicos de es- tos expedicionarios. Así, los citados, irían encontrando, junto a otros preparados en la península, acomodo aca- démico en la Real Academia Médica Matritense , ante la ya inexistencia de otras ‘instituciones académicas sa- nitarias’, dándole a la Médica un cierto sello de Acade- mia de Ciencias, dado que tampoco existía en España una de esta denominación y contenido. CUADRAGÉSIMO PRIMERA. La organización de la Sanidad en este reinado ofrece un convulso marco en su gobernación con continuos cambios. Con carácter próximo a nuestro interés pueden recordarse algunos de los vaivenes. Tras la creación en el reinado anterior, 1780, de las Audiencias independientes de Farmacia y Cirugía, en 1799 se suprime el Protomedicato y se crean unas Juntas Superiores Gubernativas de Medicina, Ci-
RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=