Anales de la RANM

265 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 LA VISIÓN CROMÁTICA Julián García Sánchez An RANM · Año 2019 · número 136 (03) · páginas 262 a 267 nos ha ayudado a comprender mejor la visión cromá- tica de los animales, el análisis de los conos y sus pig- mentos ha sido definitiva para valorar exactamente qué tipo de visión tiene cada especie. La mayoría de los mamíferos son dicrómatas (conos M y S), como los pacientes daltónicos, excepto los primates que son tricrómatas (conos M, L y S), es decir tienen las tres Opsinas en los tres tipos de conos. Los insectos son tricrómatas en su mayoría excepto moscas, hormigas y libélulas que son dicrómatas. Los animales de vida nocturna en general son acrómatas, es decir carecen de conos y pigmentos para el reconocimiento de nin- gún color por ello la denominación “visión monocro- mática” que vemos en algunas publicaciones es una denominación inadecuada, conejos, ratones, etc., se incluyen en este grupo. Los peces que viven en super- ficie son tricrómatas, los de profundidades medias di- crómatas y los de la fauna abisal son acrómatas. Los mejor dotados de la naturaleza son las aves, que en algunas especies disponen de receptores y pigmentos adicionales que les permiten extender su arco cromá- tico hasta el infrarrojo y el ultravioleta. 1.- Origen del conocimiento: John Dalton nace en Cumbria en 1776, localidad si- tuada al noroeste de Inglaterra junto al mar, muy cer- ca de Escocia situada al Norte. Joseph Huddart, nace también en Cumbria en 1741 y es el primero en des- cribir una anomalía de la visión cromática cuando lle- ga a su conocimiento la particular visión de los co- lores de un zapatero del puerto de Allomby en el que residía. Describe minuciosamente esta anomalía en una carta que en 1777 envía al erudito Reverendo Joseph Priestley en la que explica como el zapatero distinguía las fresas por su forma y tamaño, pero no por su color como el resto de las personas, aunque si mencionaba que, excepto en el color, tenía una vis- ta normal pues veía lo mismo que todo el mundo normal. Huddart que encuentra otros casos simila- res en otros miembros de la misma familia, publi- ca ese mismo año sus observaciones en Philosophi- cal Transactions of the Royal Society. La proximi- dad geográfica de Eaglestfield en donde vivía Dal- ton, le permitió a este reunirse con esta familia Ha- rris, lo que fue decisivo para avanzar y desarrollar su trabajo. Dalton, conocedor de las observaciones de Huddart fue el primero en realizar un estudio cien- tífico sobre esta anomalía cromática, que el mismo padecía, y en 1978 presenta su primera publicación sobre esta anomalía titulada “Extraodinary facts re- lating to the vision of Colours, vith obsevations” en Philosophical transactions of the Real Society de la que era miembro desde el 3 de Octubre de 1794. Ya señala el papel de la herencia al comprobar que su propio hermano y varios miembros de la familia Ha- rris padecen la misma anomalía. En su publicación describe muy bien su interpretación de los colores, veamos algunos ejemplos: “La sangre la veo roja, pero… las manchas de sangre o barro en los calceti- nes son difíciles de distinguir…. El rojo, y particu- larmente el escarlata, es un color magnífico a la luz de las velas, pero de día, algunos rojos están lejos de ser lo que son, yo los calificaría de gris sucio...El haz de una hoja de laurel es un buen equivalente de una barra de lacre, su envés tiene el color rojo claro de los sellos…me hago una idea general de la hierba… me parece muy poco diferente del rojo” (1). 2.- Terminología: El término Daltonismo referido a la patología de la visión cromática, fue propuesto por el Suizo Pierre Prèvost en 1805 y publicado en 1827. En 1837 Au- gust Seedecr ya diferencia al menos dos tipos de anomalía que denomina Protanopia y Deuterano- pia, que es la que se adopta a partir de finales del siglo XIX, pero ¿esto en que consiste, más allá de la denominación? En la Protanopia falta el pigmento visual L-Opsina en el cono L. En la Deuteranopia , el que falta es el pig- mento visual M-Opsina del cono M. En ambos casos, la falta de un pigmento transforma el Tricromatismo en Dicromatismo . En otros casos, cuando los conos conservan el pig- mento, pero este está alterado, nos encontramos ante lo que se denomina Tricromatismo anómalo o anor- mal, que se denominará Protanomalía cuando el pig- mento defectuoso es la L-Opsina del cono L y Deute- ranomalía si es la M-Opsina del cono M la afectada (11,12,13). 3.- Diagnóstico. Medios de exploración: Los procedimientos utilizados para el diagnóstico parten de una serie de principios que se han de tener en cuenta para valorar las tres dimensiones de la vi- sión del color, es decir, la tonalidad que es el propio color, la pureza cromática que es la saturación y la claridad que es la luminosidad. Los principios gene- rales son según Risse (14,15): 1.- La sensibilidad para la tonalidad ha de ser anali- zada directa o indirectamente. Se puede medir por la saturación, midiendo la cantidad mínima que el su- jeto ha de añadir de la tonalidad sobre el test blanco para que lo vea diferente al blanco modelo y se pue- de medir por la luminosidad haciendo comparar al sujeto la impresión de una luz coloreada monocro- mática a la de una luz de referencia que puede ser blanca o monocromática; este último procedimiento no tiene aplicación clínica pues requiere un pacien- te muy entrenado previamente, se reserva para estu- dios de investigación. 2.- La comparación ha de realizarse con tonalidades especialmente elegidas tanto si en los test se utilizan colores monocromáticos espectrales como pigmen- tos coloreados. 3.- Esto se puede hacer comparando con un color invariable, como hacen los instrumentos que se ba- san en ecuaciones coloreadas, o clasificando los bo- tones coloreados por orden de como en los test de confusión. EL DALTONISMO. PATOLOGÍA DE LA VISIÓN CROMÁTICA

RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=