Anales de la RANM

278 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ABUSOS Y MALOS TRATOS A LAS PERSONAS MAYORES José Manuel Ribera Casado An RANM · Año 2019 · número 136 (03) · páginas 275 a 282 individuos que alcanzan esa edad. Lo son, también, las posibilidades tecnológicas que ofrece la sociedad. A todo ello habría que añadir las dificultades admi- nistrativas que se le plantean a la persona mayor para poder seguir manteniendo algún tipo de trabajo re- munerado después de la jubilación. En el plano individual la expresión más común de abusos psicológicos -o emocionales como también se les llama- es en forma de negligencias. Tienen lu- gar, sobre todo, en el trato diario domiciliario o ins- titucional y suelen estar protagonizados por perso- nas muy próximas al anciano, familiares o cuidado- res. Entre los ejemplos más reiterados se pueden ci- tar los insultos, las malas caras, los desprecios y me- nosprecios, los llamados silencios ofensivos, la omi- sión de cuidados, las amenazas, las críticas reitera- das e incluso las diversas formas de abandono. Existen indicadores de sospecha para el abuso psico- lógico individual que debieran ponernos sobre avi- so. Entre ellos, por parte de la víctima, la existencia de depresión, confusión o desorientación de difícil interpretación, la agitación emocional, la ansiedad o las ideas autolíticas. Por parte del eventual agre- sor las actitudes de extrema cautela, la imposición de aislamiento físico y/o social y las amenazas de abandono o de institucionalización. También su agi- tación emocional o la ansiedad, la hipervigilancia, las evasivas o la vacilación para hablar directamente Una encuesta realizada en España en 2013 sobre dis- criminación por edad entre 176 profesionales de la atención al anciano (socios de la SEGG), puede orientar acerca de lo que piensan los expertos en la materia en relación con este punto. La edad me- dia de los encuestados era de 45.4 años. El 63% eran mujeres, el 59% médicos, psicólogos el 19% y otros profesionales el 22%. Merece destacarse que la ex- periencia laboral media de la población encuestada en su trabajo con personas mayores era de 17.2 años Entre los resultados destaca que un 83% de los en- cuestados afirmaba que es frecuente tratar a la per- sona mayor como si fuera un objeto (p.ej . cuando se le ducha, moviliza, o “es aparcada” en la espera de un ascensor). Un 82% considera que al hablar con y de las personas mayores se emplean términos in- adecuados (p. ej.,“abuelo/a”). Un 71% que al dispen- sar diversos servicios a menudo se muestra falta de respeto en el trato (p. ej., el tuteo). Opinaban que se realizan comentarios inapropiados cuando se lleva a cabo el aseo de personas mayores hospitalizadas un 62% Todos estos datos expresan una opinión muy extendida por parte de los encuestados acerca de lo que cabe considerar como abusos psicológicos basa- dos en la edad (30, 31) La percepción del propio anciano a este respecto tampoco es muy positiva. La Unión Democrática de Pensionistas llevó a cabo una encuesta telefónica a 409 personas mayores de 65 años en el ámbito estatal (32). El 33% señalaba que el médico atribuía sus males a “co- sas de la edad”; entre un 10 y un 20% se consideraban víctimas de falta de consideración, menosprecio o “es- tigmatización” por la edad. Se quejaban de chistes con burlas de la persona mayor un 14%, de lenguaje des- pectivo (viejo, vejete, abuelo) el 11%, de intento de en- gaño en un banco en base a su edad avanzada el 8.6% y de “infantilización” en el trato el 8.3% Para algunos psicólogos (Fiske) la persona mayor constituye un estereotipo social de “baja competen- cia y alta afabilidad”. Algo así se desprende de deter- minados anuncios televisivos (una forma de maltra- to institucional nada inocente, muy representativa del sentir social) que periódicamente salpican nues- tras pantallas. Recordaremos dos de ellos. En el pri- mero (2017), referido a una determinada marca de embutidos, un niño de 8-10 años amenaza con que si no le dan los maravillosos productos anunciados llevará a sus padres y abuelos a una residencia. Peor fue, por provenir de una instancia oficial, el anun- cio de la lotería de Navidad-2016. Aparece una mu- jer mayor con aire bobalicón, vestida y arreglada de acuerdo con cánones de moda del siglo XIX, margi- nal y marginada, que no se entera de nada y que de- pende de los hijos para saber que su billete premiado corresponde a otro año. Eso sí, afable, bondadosa y generosa y a la que es mejor no hacer mucho caso y permitir que viva en su error. Los malos tratos físicos en el plano individual englo- ban muchas modalidades, desde las agresiones direc- tas a las quemaduras con colillas, alimentos u otros objetos a elevadas temperaturas. Incluyen los aban- donos y también los asaltos sexuales, aunque, al tra- tar estos temas en la literatura, no es raro diferenciar un capítulo específico con esta variedad de agresión. También los accidentes provocados, incluyendo en ellos las caídas y las intoxicaciones por alimentos o por fármacos. La denuncia de estos hechos en los me- dios de comunicación es excepcional y sólo suele pro- ducirse en los casos más escandalosos o sensacionalis- tas con la existencia de muertes de por medio. Una revisión retrospectiva de 4 años acerca de los abu- sos detectados en un servicio de urgencia de un hos- pital terciario encuentra 136 casos de violencia física en mayores de 65 años, de los que 74 eran mujeres. Lo más habitual había sido la agresión directa (63%). Los autores consideran que estas cifras representan una proporción muy baja en relación con la realidad por los recelos del anciano para denunciarlo e incluso para acudir a un hospital en busca de ayuda (33). Otro trabajo llevado a cabo a partir de la base de datos de la policía francesa comparaba 130 casos de agre- sión sexual a personas mayores de 65 años con 1699 ocurridos en el mismo periodo de tiempo a sujetos de entre 18 y 45 años. Entre sus conclusiones desta- ca que las agresiones contra el grupo de más edad son más violentas y tienen lugar con mayor frecuencia en el domicilio de la víctima (34) 4.- ABUSOS Y MALOS TRATOS PSICOLÓGICOS 5.- MALOS TRATOS Y ABUSOS FÍSICOS

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