Anales de la RANM
99 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 SARS-CoV-2: PROBLEMAS E INCERTIDUMBRES María del Carmen Maroto Vela An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 98 a 103 Este genoma del virus SARS-CoV-2 codifica, por tanto, 4 proteínas estructurales: la proteína S (spike protein), la proteína E (envelope), la proteína M (membrane) y la proteína N (nucleocapsid). La proteína N está en el interior del virión asociada al RNA viral, y las otras tres proteínas están asociadas a la envuelta viral. La proteína M de 25 Kdal está integrada en la membrana y es la proteína más abundante de la envoltura, y la proteína E, escasa, cuya función principal es el ensamblaje vírico. La proteína S forma estructuras de 20nm que sobresalen de la envuelta del virus, como pétalos, y conforman unas protrusiones muy espaciadas en la superficie de la partícula, que acaban en un copete más amplio, dando la forma de una corona, que es el origen del nombre de estos virus (figura 1). Esta glicoproteína S contiene dos subunidades, S1, que actúa como el ligando que se une a receptores de superficie de la célula diana, y S2, que interviene en la fusión de la envoltura del virión con la membrana citoplásmica de la célula (3). Además, la proteína S sería la responsable como antígeno, de la producción de anticuerpos. La glicoproteína S1 contiene el dominio de unión al receptor de las células que infecta, unión que se realiza por el dominio RBD (Receptor Binding Domain) y tiene lugar con el receptor celular ACE-2 (Angiotensin Converting Enzyme-2) (4-7). Entre las células que poseen el receptor ACE-2 destacan las de la mucosa nasal y faríngea, la conjuntiva, los neumocitos pulmonares, las células intestinales y renales, el endocardio, testículos y células nerviosas cerebrales (8). Las dos primeras podrían ser la puerta de entrada del virus en los individuos. El mecanismo de actuación del virus dentro de las células, aunque no está al 100% identificado molecularmente, sigue el patrón habitual de virus con envuelta (fig. 3): 1. Adsorción. El virus, que se une a la célula hospedadora e introduce su material genético, es muy específico y únicamente infecta a un determinado tipo de células, las que poseen el receptor ACE-2, en el caso del SARS-CoV-2 2. Penetración. La membrana de estos virus es de la misma naturaleza que la membrana celular, por lo que puede ocurrir una fusión de membranas, y entra sólo la cápside, o puede entrar por endocitosis, y la envuelta del virus se fusiona con el lisosoma. 3. Decapsidación. El material genético queda libre en el citoplasma a través de diferentes enzimas que degradan las proteínas víricas. 4. Síntesis y replicación. En el SARS-CoV-2, al ser un virus con ARN, esta fase ocurre solamente en el citoplasma. El virus utiliza la maquinaria celular para su replicación (creación de copias) del ARN y para la síntesis de las cuatro proteínas que ya hemos comentado. 5. Ensamblamiento. En este momento, la célula posee copias de ARN del virus y de proteínas flotando en el citoplasma. Por diferentes mecanismos, y la actuación de la proteína E, estas proteínas se van uniendo dejando en su interior una copia del ARN viral. Las nuevas proteínas estructurales y accesorias recién sintetizadas son transferidas desde el retículo endoplasmático al aparato de Golgi, donde se ensamblan los nuevos viriones. 6. Liberación. Tiene lugar por mecanismos de exocitosis, lo que les facilita rodearse de membrana. Es decir, la membrana del los virus con envuelta se origina de la membrana celular a la que ha infectado (9). El virus, una vez en el interior de las células parasi- tadas podría desencadenar una reacción inmuno- lógica (véase más adelante), pero también se ha comprobado que inhibe la producción y el mecanismo de acción del interferón, respuesta defensiva del organismo frente a todos los virus. Figura 1. Morfología de los coronavirus. Véase la corona de espículas. Figura 2. Estructura del genoma de los coronavirus SARS-CoV-1, MERS-CoV y SARS-CoV-2.
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