Anales de la RANM
207 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 Julio García Suárez IMPACTO DE LA COVID-19 EN PACIENTES ADULTOS CON NEOPLASIAS HEMATOLÓGICAS An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 202 a 208 Respecto al tratamiento antiviral, los pacientes con COVID-19 grave o crítico que no recibieron terapia antiviral tuvieron un mayor mortalidad que los pacientes que recibieron cualquier combinación de antivirales (HR 2,20; IC del 95%: 1.44-3.35) Nuestros hallazgos confirman que los pacientes con NH que desarrollan COVID-19 sintomático tienen 4 veces más riesgo de presentar una enfermedad grave (62% vs. 15%) y 3 veces más riesgo de muerte (33% vs. 10%) que la población general. El riesgo de muerte, también es 1.5 veces mayor que en los pacientes con tumores sólidos (13-28%). En un análisis multivariable se confirmaron como factores independientes de mortalidad por COVID-19 la edad avanzada (en mayores de 60 años el riesgo de muerte aumentó casi 2 veces por cada década de vida), el diagnóstico de leucemia mieloide aguda y el tratamiento antineoplásico activo (últimas 4 semanas) con quimioterapia convencional-intensiva o AcMo. En contraste a lo descrito en grandes cohortes de pacientes con tumores sólidos (7), en nuestro estudio se observó que el tratamiento antineoplá- sico administrado en las últimas 4 semanas puede modificar el pronóstico de la COVID-19. Los pacientes que recibieron quimioterapia citotóxica reciente o AcMo tenían un riesgo de muerte por la COVID-19 entre 1.5-2 veces mayor que los que no recibieron tratamiento antineoplásico. Estos datos son novedosos y suponen un gran impacto en el manejo de los pacientes con NH durante la pandemia. Además, hemos constatado que el tipo de tratamiento administrado específicamente para la COVID-19 pareció afectar el riesgo de muerte. Así, los pacientes con formas graves de COVID-19 tratados con antivirales (hidroxicloroquina sola o combinada con azitromicina y antirretrovirales) tuvieron un riesgo significativamente menor (-50%) de morir en comparación con los pacientes que no recibieron antivirales. Este hallazgo debe interpretarse con precaución ya que este estudio no es aleatorizado y puede atribuirse a un sesgo por indicación del tratamiento. Es importante señalar que en más de un estudio controlado se observó que el tratamiento combinado de hidroxicloroquina y azitromicina para la COVID-19 se asoció con un aumento del riesgo de muerte. Nuestro estudio tiene algunas limitaciones, que son inherentes al diseño, observacional de cohorte y prospectivo, cuyo fin era la acumulación rápida de pacientes durante la fase de crecimiento no lineal del brote de COVID-19 en la CM. La composición de nuestra cohorte muestra que el 87% eran pacientes hospitalizados, por lo que podría haber un sesgo a favor de casos con enfermedad más grave. Por último, este estudio no incluye otros factores de riesgo conocidos de mortalidad por COVID-19, como el tabaquismo, el estado funcional o factores sociosanitarios. En conclusión, este estudio cuantifica en que medida los pacientes con NH son un grupo muy vulnerable frente a la infección por SARS-CoV-2. La elevada mortalidad por COVID19 se asocia con factores específicos como la quimioterapia citotóxica o el tratamiento con AcMo en las 4 semanas previas al diagnóstico de la COVID-19, así como el diagnós- tico de leucemia mieloide aguda y el tratamiento administrado para la COVID-19. Este avance en el conocimiento puede ayudar a adecuar los recursos, actualizar las recomendaciones médicas y orientar los ensayos clínicos aleatorizados para el cuidado de los pacientes con NH durante esta pandemia global. Servicio de Hematología, Hospital Universi- tario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares (S Valenciano); AMHH (A Cedillo); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (P Llamas, J González Medina); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, (R Duarte, Lucía N Martín-Buitrago); Servicio de Hematología, Hospital Universitario La Paz (V Jiménez-Yuste, M Canales); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Infanta Leonor (JA Hernández-Rivas, I González- Gascón); Servicio de Hematología, Hospital 12 de Octubre, (R Gil-Manso MD); Servicio de Hemato- logía, Hospital General Universitario Gregorio Marañón (M Kwon); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Severo Ochoa, (P Sánchez- Godoy, MC Vicente-Ayuso); Servicio de Hemato- logía, Hospital Universitario Fundación Alcorcón, (P. Martínez-Barranco, M García Roa); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Clínico San Carlos, (B Colás-Lahuerta, P Estival Monteliu); Servicio de Hematología, Hospital Universi- tario Ramón y Cajal (P Herrera, J López-Jiménez); Servicio de Hematología, Hospital Universitario de Getafe (L Benito-Parra, C Escolano Escobar); Servicio de Hematología, Hospital Universitario La Princesa (A Alegre, J Ortiz-Martín); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Rey Juan Carlos, Móstoles (A Velasco); Servicio de Hemato- logía, Hospital Universitario Central de la Defensa Gómez Ulla (A. Matilla); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Moncloa (MC Aláez-Usón); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Villalba (R Martos-Martínez); Servicio de Hemato- logía, Hospital Universitario Quirónsalud, Pozuelo de Alarcón (C Martínez-Chamorro); Servicio de Hematología, Hospital Universitario de Móstoles (K Susana-Quiroz); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Henares, Coslada (JF del Campo); Servicio de Hematología, MD Anderson Cancer Center Madrid (A de la Fuente); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Infanta Sofía, San Sebastián de los Reyes (R Herráez); Servicio de Hematología, Hospital Universitario Infanta Elena, Valdemoro (A Pascual); Servicio de Hematología, DISCUSIÓN CONCLUSIONES AGRADECIMIENTOS
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