Anales de la RANM
100 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 SARS-CoV-2: PROBLEMAS E INCERTIDUMBRES María del Carmen Maroto Vela An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 98 a 103 Los coronavirus son difíciles de cultivar a partir de muestras de los enfermos. Algunas cepas se han desarrollado en cultivos de células diploides humanas, pero la mayoría se han aislado en cultivos de células de tráquea humana embrionaria. Su crecimiento se demuestra por el cese del movimiento ciliar y la observación de los virus por microscopía electrónica o inmunomicroscopía electrónica. Sin embargo, algunas cepas se han podido adaptar en cultivos celulares, lo que ha permitido la práctica de encuestas serológicas en la población, mediante reacciones de neutralización, fijación de comple- mento y ELISA. Mediante la primera se pudo comprobar ya en 1980, que alrededor del 50% de los niños de 5-7 años y el 80% de los adultos presentaban anticuerpos, que indican infecciones anteriores (10). Otro aspecto de gran interés es la relación genética de los coronavirus entre sí, para conocer el posible origen de las epidemias. Desde que en 1965, Tyrre y Bynoe cultivaron un virus obtenido de las vías respiratorias de un niño con resfriado común (2), gran número de trabajos comprobaron partículas similares en pollos, ratas, ratones, pavos y otras aves, bovinos, camellos y dromedarios, rumiantes salvajes, ballenas beluga, perros, gatos, conejos y cerdos, que daban manifestaciones clínicas muy variadas. Pero pronto los estudios comprobaron que la relación genética más cercana era con los virus de los murcié- lagos. Esta cercanía genética y su capacidad de recombinación se comprobaron en el SARS-CoV-1 con los virus de los murciélagos y civetas, y en el MERS-CoV con los de murciélagos y dromedarios (11). En el caso del virus SARS-CoV-2, la homología del ARN con el SARS-CoV-1 es del 60%, (fig. 2), pero con el BatCoV-RaTG13 hallado en poblaciones de los llamados murciélagos de herradura de la provincia de Yunnan (China) ( Rhinolophus affinis ) es del 96,2%. Sin embargo, el hecho de que este virus del murciélago presente diferencias en más de 1.100 nucleótidos con el SARS-CoV-2 plantea dudas sobre que pueda ser su origen inmediato, y sugiere la necesidad de que haya evolucionado en otro hospedador intermediario. El virus del pangolín malayo posee una similitud el 91.02% con el genoma del SARS-CoV-2 y por ello, para algunos autores, ese podría ser el huésped intermediario (12). Diagnóstico directo para la búsqueda del virus La técnica de referencia es la RT-PCR o reacción en cadena de la polimerasa, en la que se detecta el ARN del virus, y permitiéndonos la cuantificación mediante la determinación de la carga vírica (13). Normalmente se hace mediante toma con hisopo de secreciones nasofaríngeas. Recientemente, en un estudio realizado en individuos que acudieron a un hospital por una infección respiratoria aguda se TÉCNICAS DE LABORATORIO Figura 3. Ciclo replicativo intracelular del SARS-CoV-2(9). Explicación en el texto.
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