Anales de la RANM
214 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 MANIFESTACIONES CUTÁNEAS DE LA COVID-19 Pedro Jaén-Olasolo An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 213 a 221 La Enfermedad del Coronavirus 2019 (COVID- 19) es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). La COVID-19 puede presentarse con síntomas parecidos a los de la gripe, como tos seca, fatiga, falta de aliento y anosmia(1), aunque también existen portadores asintomáticos(2). Las complica- ciones incluyen neumonía, síndrome respiratorio agudo severo (SARS), trombosis, sepsis e incluso fallo multiorgánico y muerte(3). Se estima que el número básico de reproducción (R0) del SARS-CoV-2 es de entre 1,4 y 6,5, lo que implica una contagiosidad aproximadamente del doble que la gripe común(4). Al comienzo de la pandemia, entre diciembre de 2019 y febrero de 2020, los trabajos de investigación en la población china no tuvieron en cuenta las manifesta- ciones cutáneas inducidas por el virus(5). Se describieron distintas dermatosis ocupacionales entre los trabajadores sanitarios(6), secundarias al uso de mascarillas, equipos de protección individual y al lavado de manos. Las patologías encontradas más frecuentes son: dermatitis irritativa de contacto aguda o crónica, heridas por presión, urticaria retardada por presión, xerosis cutánea y agravamiento de dermatosis previas; incluyendo acné vulgar, dermatitis seborreica y rosácea(7). La primera descripción de manifestaciones cutáneas asociadas a la COVID-19 se hizo en pacientes hospitalizados italianos, en febrero de 2020(8). De un total de 88 pacientes valorados por dermatólogos, 18(20,5%) desarrollaron manifestaciones cutáneas durante o después de la hospitalización. 14 pacientes (15,9%) desarrollaron un exantema maculopapular, 3 pacientes (3,4%) urticaria aguda y 1 paciente (1,1%) un exantema vesicular variceliforme. Desde entonces, se han realizado multitud de estudios de investigación describiendo las características clínicas e histoló- gicas de las diferentes manifestaciones cutáneas en pacientes con COVID-19, especialmente en España e Italia, las dos regiones de Europa que se han visto más afectadas durante esta pandemia (9,10). La evaluación dermatológica de los pacientes con sospecha clínica de COVID-19 debe hacerse siempre manteniendo las medidas de protección individual, evitando el auto contagio o la propagación a otros pacientes. Se debe utilizar material desechable para transportar los equipos fotográficos y para realizar las biopsias de piel(11). El instrumental utilizado que no sea desechable se puede desinfectar en una solución de etanol al 70%(12). Clasificación de las manifestaciones cutáneas El SARS-CoV-2 puede producir manifestaciones cutáneas inespecíficas (parecidas a las producidas por otros virus(13)), entre las que se encuentran el exantema maculopapular, la urticaria aguda o las lesiones de lívedo reticular. También puede producir manifestaciones sugestivas, aunque no diagnósticas, de COVID-19, entre las que se encuentran las lesiones vesiculares “variceliformes” y las lesiones de “acrois- quemia” o también llamadas “pseudo-perniosis”. Se ha estimado una incidencia del 20% de manifestaciones cutáneas en pacientes hospitalizados(8). Sin embargo, la incidencia en la población general se desconoce, debido a la falta de datos en pacientes asintomáticos o paucisintomáticos. La primera clasificación de las manifestaciones cutáneas asociadas a la COVID-19 fue realizada por investigadores españoles dentro del estudio COVID- PIEL(14). En este estudio se incluyeron 375 casos de lesiones cutáneas, con diagnóstico de sospecha o confirmado para COVID-19. Se describieron 5 patrones principales de presentación (Tabla 1): Estos patrones de presentación y su frecuencia estimada fueron confirmados en un estudio de 277 casos en población francesa(15). No obstante, debido a la gran variabilidad existente en las formas de presentación de las lesiones cutáneas, hasta el 15% de las lesiones no pudieron ser clasificadas en ninguno de los grupos anteriores(15). 1. Lesiones acrales con eritema-edema y vesículas o pústulas (pseudo-perniosis) Se producen en pacientes jóvenes, asintomáticos o paucisintomáticos, y tienden a aparecer en etapas tardías de la infección. Suelen afectar con mayor frecuencia a pies (81,8%) que a manos (31,1%)(16). Se distribuyen de manera asimétrica entre dedos, superficie ventral y dorsal, afectando en ocasiones a otras zonas corporales como tobillos, rodillas, u orejas. Se trata de lesiones rojo-violáceas, que con la evolución pueden derivar en vesículas o pústulas(17) (Figura 1). Son dolorosas en casi la mitad de los casos y se resuelven sin dejar cicatriz en un plazo medio de 2-3 semanas(18). Se han descrito dos subgrupos de lesiones: tipo perniosis y tipo eritema multiforme, en función de si predominan las lesiones nodulares o vesiculares respectivamente. Las lesiones tipo eritema multiforme tienden a aparecer en gente más joven, afectar a más zonas corporales y tener una duración menor(16). INTRODUCCIÓN CUERPO DE LA REVISIÓN Tabla 1.- . PATRONES CLÍNICOS Y FRECUENCIA 1- Lesiones acrales con eritema- edema y vesículas o pústulas (pseudo-perniosis) 19% 2- Patrón vesiculoso 9% 3- Patrón urticariforme 19% 4- Patrón maculopapular 47% 5- Lesiones de lívedo o necrosis 6%
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