Anales de la RANM

216 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 MANIFESTACIONES CUTÁNEAS DE LA COVID-19 Pedro Jaén-Olasolo An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 213 a 221 Las lesiones vesiculares en los exantemas virales se producen como consecuencia directa de replicación viral en el endotelio o en el queratinocito, hallándose partículas virales en el contenido de las vesículas. No obstante, las pruebas de PCR para SARS-CoV-2 realizadas del contenido de las vesículas y de las biopsias de piel de estos pacientes son negativas(31). Debido a la falta de estandarización en la realización de los tests diagnósticos en muestras de piel no se puede descartar con seguridad la presencia del virus en estas lesiones. No obstante, de estar presente, la capacidad infectiva a través de las lesiones cutáneas sería baja(24). 3. Patrón urticariforme La infección por SARS-CoV-2 puede desencadenar episodios de urticaria aguda(33,34). Suele ser coincidente con el inicio de los síntomas o aparecer dentro de las primeras 2 semanas y son muy pruriginosas. También se ha descrito la asociación de urticaria con pirexia como manifestación precoz de la COVID-19, incluso antes del inicio de los síntomas respiratorios(35). Predomina la afecta- ción troncular y de raíz de miembros (Figura 3). Suele durar unos 5-7 días como máximo y responde bien al uso de antihistamínicos H1 no sedantes (11). En ocasiones se puede confundir clínicamente con un cuadro de eritema multiforme. No obstante, son cuadros que aparecen más tardíamente, las lesiones no son evanescentes y tienden a persistir durante más tiempo (36). 4. Patrón maculopapular Son el tipo de manifestación más frecuente (Figura 4). Dentro de este patrón se engloban varios tipos de presentación clínica, incluyendo formas purpúricas, perifoliculares, pseudo-vesiculares, eritema multiforme, pitiriasis rosada y eritema elevatum diutinum(14). Histológicamente se han descrito hallazgos muy variados, entre los que se incluyen vasculitis linfocítica, dilatación vascular, microtrombos, e incluso acantolisis disqueratótica (enfermedad de Grover)(37). El exantema maculopapular purpúrico fue de los primeros en describirse(38,39). Clínicamente se puede confundir con un dengue (Figura 5). Afecta predominantemente al tronco y las zonas periflexu- rales de manera simétrica. Se ha descrito una vasculopatía trombogénica inflamatoria asociada a este tipo de lesiones, con depósito de complemento y positividad de las técnicas inmunohistoquímicas para SARS-CoV-2(40). El eritema multiforme se puede presentar tanto en niños como en adultos(41,42). Pueden afectar a zonas acrales y la cara, como el eritema multiforme asociado a virus herpes simple, aunque también se han descrito formas con predominio troncular (Figura 6). Suele ocurrir como una manifestación tardía de la enfermedad y tardar en resolverse entre 2-3 semanas. Su presencia se asocia en algunos casos a altera- ciones analíticas, incluyendo linfopenia, elevación de la proteína C reactiva y del dímero D(42). Mediante Figura 3. Exantema urticariforme en paciente COVID-19. Figura 4. Exantema maculopapular en paciente COVID-19. Figura 5. Exantema purpúrico en paciente COVID-19.

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