Anales de la RANM

236 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 HACIA LA VACUNA ESPAÑOLA CONTRA EL SARS-CoV-2 Mariano Esteban An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 234 a 238 de virus que son seleccionadas son aquellas que son negativas para GFP pero positivas para el marcador β-galactosidasa que lleva el plásmido pCyA-S. Este proceso se repite durante múltiples etapas, al menos 4 a 6, hasta seleccionar la placa de virus recombi- nante definitiva que no expresa ninguno de los marcadores por un proceso de recombinación homóloga, como venimos realizando en el labora- torio. Así, y tras mucho esfuerzo, Juan pudo conseguir entre finales de marzo y principios de abril la placa de virus correcta. Coincidió que en una visita a mi laboratorio del CNB-CSIC, el Ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, quedara impresionado cuando Juan le enseñó una placa de seis pocillos indicándole que ya habíamos obtenido el candidato vacunal MVA-COVID19(S), lo que fue muy bien recogido y anunciado por el Ministro en rueda de prensa, “tuve la vacuna en mis manos”. También Juan aisló otro candidato vacunal MVA expresando la proteína S pero conteniendo 3 deleciones en el genoma viral para incrementar la inmunogenicidad del vector vacunal [al que llamamos MVA-Δ-COVID19(S)]. Había ahora que demostrar que la vacuna cumplía con una serie de requisitos, lo que se llevó a cabo en cultivos celulares. Así pues, lo primero fue producir en grandes cantidades los stocks virales en células DF-1, para lo que se infectaron placas grandes de 150 mm (5 en el caso del P-2; stock de un extracto de células infectadas en pase 2) y 30 placas en el caso del P-3 (stock parcialmente purificado de pase 3). A continuación se demostró en células en cultivo, tanto permisivas (de pollo) como no permisivas (humanas), que la vacuna produce la proteína S completa, sin mutaciones, forma oligómeros (trímeros), está glicosilada, se localiza en la membrana de la célula infectada, y la secuencia del gen S se mantiene integrada de forma estable en el ADN del MVA durante múltiples pases sucesivos a baja multipli- cidad de infección. Estos experimentos se llevaron a cabo entre los meses de abril y mayo. El siguiente paso, entre los meses de mayo y junio, fue demostrar la inmunogenicidad de la vacuna en un modelo experimental animal. Elegimos el ratón C57BL/6 y llevamos a cabo un experimento con grupos de ratones en el que comparamos el efecto de la vacuna basada en el MVA expresando S, con y sin deleciones, administrada en dos dosis separadas por dos semanas; otro grupo inmunizado con ADN expresando S, seguido al cabo de dos semanas de una segunda dosis con MVA-S, con y sin deleciones; y otro grupo control, infectado con el MVA parental sin inserto. Al cabo de 10 días después de la última dosis, se sacrificaron los ratones y se obtuvo sangre y el bazo para analizar la producción de anticuerpos en suero y la respuesta de células T en esplenocitos, respectivamente. Los resultados obtenidos con el suero de los distintos ratones son muy prometedores y demostraron que la vacuna MVA-COVID19(S) produce anticuerpos neutralizantes frente al virus SARS-CoV-2 y contra seudopartículas basadas en lentivirus que contienen la proteína S, con altos niveles de neutralización. También observamos que en el bazo de los animales se producen células T con capacidad para reconocer a una célula infectada por el coronavirus SARS-CoV-2 y destruirla. Observamos la activación de células T CD4+, CD8+, células T CD4+ foliculares cooperadoras y CD4+ T reguladoras, así como células de memoria, específicas frente al antígeno S. Todos estos resultados son muy promete- dores y demuestran que la vacuna produce respuestas inmunes que se consideran muy importantes en protección (manuscrito enviado a publicación). La eficacia de la vacuna la demostraremos en un modelo de ratón humanizado que recibiremos a finales del mes de julio. Este ratón expresa el receptor ACE2 humano lo que le hace susceptible frente a la infección por el SARS-CoV-2. Inmunizaremos los ratones durante los meses de agosto-septiembre y en septiembre-octubre los infectaremos con el SARS-CoV-2 en el centro de investigación en sanidad animal (CISA), del Instituto Nacional de Investiga- ción y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), un centro de alta seguridad con categoría NCB-3. De forma adicional tenemos programado experimentos en hámster y un ensayo en macacos para confirmar la seguridad, inmunogenicidad y eficacia de la vacuna. En junio se presentó la patente de la vacuna. Para llevar a cabo los ensayos clínicos en humanos lo primero que hay que hacer es la producción de la vacuna en condiciones de buenas prácticas (GMP). Con esa finalidad establecimos una colaboración con la empresa gallega CZ Vaccines, a la que transferimos la vacuna en el mes de junio. Actualmente la empresa está desarrollando el plan de producción para obtener dosis suficientes, inicialmente para la realización de los ensayos clínicos de fases I/II. Si todo va bien, se podría iniciar la fase I a finales del año 2020 y continuar en 2021 la fase II en el primer trimestre del año, y la fase III a partir del verano de 2021. La fase III de eficacia requiere de un número considerable de personas sanas pero expuestas al virus, principal- mente personal sanitario y en lugares de riesgo, como zonas con rebrotes y residencias de mayores. Aunque el proyecto lo iniciamos con recursos previos propios, el Ministerio de Ciencia e Innova- ción, a través del Instituto de Salud Carlos III lanzó en el mes de marzo una iniciativa con 24 millones de euros para estudiar cómo parar y controlar la pandemia COVID-19. Esta financiación ha ayudado a que se hayan financiado más de 130 proyectos de investigación en España, aunque esta cantidad se ENSAYOS PRECLÍNICOS ENSAYOS CLÍNICOS DONDE ESTAMOS EN COMPARACIÓN CON OTROS CANDIDATOS VACUNALES

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