Anales de la RANM
105 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 CRISIS COVID-19: PERSPECTIVA EPIDEMIOLÓGICA Y SOCIAL DE UNA PANDEMIA SIN PRECEDENTES José Mª Martin-Moreno An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 104 a 112 En el mundo en que vivimos nos hemos ido adentrando progresivamente en una nueva era de las interacciones humanas cada vez más intensas. Ello está asociado al fenómeno de la globalización (viajes, comercio, alimentación…), el cual conlleva determi- nantes que cambian la forma de vivir y enfermar de la población. El problema de la COVID-19 acontecido este año, ha sido un acontecimiento pandémico que de una forma u otra ya se preveía. Instituciones y expertos en el tema veníamos anunciando que esto iba a pasar tarde o temprano. Pese a eso ni nuestros gobiernos ni los gestores se tomaron el tema suficientemente en serio, por lo que todo esto vino sin que estuviéramos preparados. En nuestro caso, el autor de este artículo participó en un artículo publicado este mismo por el del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa, sobre la preparación que se debe tener ante una posible pandemia y las estrate- gias a seguir, documento que fue elaborado antes de que ocurriera la COVID-19 (1). Si reflexionamos solo un poco, ya contábamos con antecedentes parecidos, como el del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) que el 15 de marzo de 2003 fue considerado como una alerta global por parte de la OMS, a raíz de un proceso que se inició en noviembre de 2002 en la provincia de Guangdong, en el sur de China. Estábamos ante lo que entonces era un nuevo coronavirus surgido a partir de un reservorio animal. A ese coronavirus se le denominó SARS-CoV-1. Este virus fue rápidamente combatido con medidas preventivas sistemáticas que resultaron efectivas en el marco de las propias características de este coronavirus, todo lo cual hizo que la pandemia en menos de un año desapareciera (2). En aquel momento en nuestro país, el firmante de este trabajo tenía la responsabilidad de coordina- ción de las acciones de prevención y control en el Ministerio de Sanidad, y se realizaron una serie de medidas rápidas y concretas, que a modo de resumen se exponen a continuación las más relevantes: • La creación de un comité de expertos con gran rapidez tras la alerta, con consulta previa a especialistas, incluyendo a Académicos de la RANME, para la coordinación y seguimiento. • Control a la entrada en fronteras por parte de los servicios de Sanidad Exterior del propio Ministerio de Sanidad. • Adecuación inmediata de consejos sanitarios a los que salían a zonas de riesgo. • Protocolos de actuación sanitaria. • Canales de información a la población y a los medios de comunicación En el año 2012 otro coronavirus con mutaciones que lo hacían muy agresivo apareció por primera vez en Arabia Saudita y luego se propagó a otros países, aunque su distribución quedó restringida a la zona del golfo pérsico y oriente medio: el MERS (3). Su letalidad era llamativamente alta (entorno al 35% de los infectados fallecían) pero también fue controlado con medidas de salud pública. Tras esas dos importantes mutaciones de coronavirus, llegamos a final de 2019 a la generación mutante de otro virus de esa familia que en principio parecía de menor letalidad y contagiosidad (reflejado en número básico de reproducción, tal como se describe más abajo). El virus fue descubierto por primera vez en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei (China), y se declaró a la OMS el 31 de diciembre, tras lo cual llegó a producir miles de casos y un colapso en el sistema sanitario de la zona. A finales de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote como emergencia de salud pública de importancia internacional, denominando al virus SARS-Cov-2 y a la enfermedad COVID-19 (ello para evitar la estigmatización que supone asociar el virus a una ciudad o a un país). España inicialmente pareció quedar libre de la enfermedad, pero eso no fue más que una ilusión, porque el 31 de enero de 2020 se confirmaba oficialmente el primer caso de coronavirus, aunque hay serios indicios que indican que el virus podría haber llegado antes a nuestro país (4). Actualmente la COVID-19 es una pandemia de enormes proporciones que ha impresionado a todos por su rápida propagación a nivel mundial (5) y las consecuencias directas del colapso de los sistemas sanitarios no preparados para una enfermedad infecciosa como esta. La COVID-19 (acrónimo del inglés COronaVIrus Disease 2019 ), está causada por el virus SARS-CoV-2. Las características del virus han sido descritas en otras presentaciones de Académicos de la RANME que serán reflejados en esta revista, por lo que no entraremos aquí en más detalles. El período de incubación más habitual del la COVID-19 es de 4-6 días, aunque puede ampliarse hasta los 14 días, tiempo utilizado para establecer las cuarentenas (6,7). Desde la perspectiva de salud pública, se entiende por cuarentena la medida adoptada durante una epidemia/pandemia para evitar la propagación del agente infeccioso causante de la misma. Dicha medida consiste en que la persona sospechosa de contagio permanezca en casa, evitando el contacto con otras personas. El objetivo de esta medida será evitar el contagio y disminuir el riesgo de transmisión del agente infeccioso, lo cual ayuda a combatir la enfermedad. INTRODUCCIÓN AGENTE ETIOLÓGICO PERIODO DE INCUBACIÓN
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