Anales de la RANM

125 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 RADIOLOGÍA Y COVID-19: UN REPASO A UNA ACTUACIÓN Luis Martí-Bonmatí An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 121 a 132 inicial con neutropenia. El tratamiento es sintomá- tico y con antivirales, con pronóstico y recupera- ción usualmente excelente (1). Desafortunadamente, cerca del 10% de pacientes presentan un curso clínico incierto con evolución a formas de mayor gravedad y empeoramiento progresivo. Es difícil determinar que pacientes tendrán una forma grave, aunque la edad avanzada, las comorbilidades (enfermedad cardiovas- cular, diabetes, hipertensión y neoplasias malignas) y ciertos factores genéticos son los factores de riesgo más importantes (1-3). La respuesta inflamatoria empieza durante la segunda semana de infección y se caracteriza por la prolifera- ción viral y la inflamación localizada en el pulmón. En esta fase los pacientes pueden desarrollar neumonía viral con tos, fiebre e hipoxia (1-3). Las alteraciones radiológicas consisten en opacidades pulmonares de distribución periférica, generalmente en vidrio deslustrado (4). La linfopenia y las transaminasas aumentan. La mayoría de los pacientes necesitan hospitalización para seguimiento cercano, ya que alrededor del 10% desarrollan una enfermedad grave con hipoxia, extensa afectación pulmonar y ventila- ción mecánica (1). La respuesta inflamatoria conduce a la activación de los macrófagos y a la liberación de citoquinas que pueden llegar a destruir el alveolo (2). La imagen radiológica es la de consolidaciones pulmonares extensas (4) con distrés respiratorio (SDRA) y afectación multiorgánica (1-3). El virus predispone a la enfermedad trombótica, favorecida por la inflamación excesiva, la disfunción endotelial, la hipoxia y la inmovilización prolon- gada (5,6). Las complicaciones más frecuentes son la trombosis pulmonar de arterias segmentarias o subsegmentarias, la trombosis venosa en miembros y los accidentes cerebrovasculares (5-7). Otras complicaciones son las trombosis microvasculares distales en dedos de pies, la trombosis de catéteres y la de grandes vasos (5). Asocian niveles elevados de dímero D que aumentan con la gravedad de la enfermedad, disminución de plaquetas y prolon- gación del tiempo de protrombina. Esta respuesta inflamatoria exagerada conduce además a miocar- ditis, fallo renal, fallo hepático y encefalopatía necrotizante (2). El pronóstico de recuperación es muy pobre y hasta un 10% de los casos acaban en shock y muerte. La imagen pulmonar con radiografía simple o TC tiene una alta relevancia en el diagnóstico y estima- ción de gravedad en estos pacientes. Apariencia en Radiografía Simple La radiografía de tórax es la primera prueba de imagen que se realiza de urgencia a los pacientes con sospecha de COVID-19. Durante la pandemia, esta exploración ha demostrado la afectación pulmonar en un elevado porcentaje de los casos sintomáticos (hasta en un 81% en nuestro hospital). Existen todavía pocas publicaciones que evalúen los principales hallazgos en la radiografía simple (8,9), pero todos confirman una clara correlación con los hallazgos descritos en la TC. El patrón más observado en la radiografía basal inicial son las opacidades parenquimatosas de baja atenuación (Figura 4). Cuando asocian consolida- ciones pulmonares normalmente refleja una mayor evolución de la enfermedad (Figura 5). La distribu- ción de las opacidades es predominantemente perifé- rica, en campos pulmonares inferiores y con mayor frecuencia es bilateral. Hay que tener en cuenta que cuando sólo se dispone de una proyección radioló- gica anteroposterior, como ocurre con las explora- ciones portátiles, estas opacidades periféricas pueden parecer centrales cuando son de predominio antero- posterior. El derrame pleural es infrecuente y cuando está presente es pequeño. ¿QUÉ SE OBSERVA EN LA ENFERMEDAD TORÁCICA? Figura 4. Opacidades parenquimatosas de baja atenuación de distribución predominantemente periférica, en campos pulmonares inferiores y bilateral. Se trata del patrón más observado en la radiografía basal inicial en COVID-19. Figura 5. Consolidaciones pulmonares de distribución predominantemente periférica, en campos pulmonares inferiores y bilateral como evolución de las opacidades parenquimatosas de baja atenuación.

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