Anales de la RANM
96 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 FACTORES DE RIESGO DEL CONTAGIO Y DE LA ENFERMEDAD POR COVID-19 Miguel Sánchez García An RANM · Año 2020 · número 137 (02) · páginas 96 a 97 DOI: 10.32440/ar.2020.137.02. ed01 Enviado*: 24.05.20 | Revisado: 30.05.20 | Aceptado: 12.06.20 E D I T O R I A L *Fecha de lectura en la RANM FAC TORES DE R I ESGO DEL CONTAG IO Y DE LA ENFERMEDAD POR “SEVERE ACUTE RESPIRATORY SYNDROME CORONAVIRUS-2” (COVID-19) RISK FACTORS FOR ACQUISITION AND DISEASE OF “SEVERE ACUTE RESPIRATORY SYNDROME CORONAVIRUS-2” DISEASE (COVID-19) Miguel Sánchez García Académico Electo de la Real Academia Nacional de Medicina de España - Medicina Intensiva La utilización clínica de factores de riesgo, en principio, permite identificar a los pacientes conmayor probabilidad de padecer determinada enfermedad, intentar protegerles de desarrollarla, adelantarse a posibles complicaciones y ajustar los esfuerzos diagnósticos. Como Covid-19 es una enfermedad nueva, es obligado aprender a identificar los riesgos de la población general y de determinados grupos de contagiarse, de desarrollar la infección y poder predecir las formas clínicas graves, que requieren hospitalización e incluso ingreso en una unidad de cuidados intensivos, así como el riesgo de muerte. Sin embargo, los estudios observacionales en los que se establecen valores de incidencia, prevalencia y factores de riesgo para determinadas enfermedades, incluidos los que se han realizado en Covid-19, no están exentos de sesgos que pueden conducir a conclu- siones erróneas. Los errores de este tipo de estudios pueden ser tanto metodológicos, como de presenta- ción de los resultados, e incluyen aspectos importantes tanto de validez externa, como de validez interna (1). Además, es frecuente que los autores no intenten estimar o alertar de la magnitud y características de los posibles sesgos. Por estos motivos, se ha propuesto que los estudios observacionales se sometan a una evaluación de calidad mediante la aplicación de listas de comprobación, tanto para los estudios individuales, como antes de su inclusión en revisiones sistemáticas y metaanálisis (1, 2). El carácter explosivo de la reciente pandemia por SARS-CoV-2 no ha permitido poner en marcha proyectos de investigación clínica prospectivos aleatorizados en pacientes con esta infección y muchos no han alcanzado el tamaño de muestra previsto. Predomina, en consecuencia, un tipo de estudio observacional descriptivo y de recogida de datos retrospectiva, en el que se calculan tasas de incidencia y prevalencia, y se identifican factores de riesgo. Debido a las circunstancias de extrema sobrecarga asistencial, también ha sido muy difícil diseñar y llevar a cabo una recogida de datos adecuada, que considere los sesgos antes mencio- nados, por lo que la investigación retrospectiva también adolece frecuentemente de la misma falta de tiempo para la planificación, organización, present- ación a comités de ética y puesta en marcha. Por lo tanto, es conveniente tomar con mucha cautela los resultados de este tipo de investigación, realizada en circunstancias muy difíciles, aunque sin dejar de considerar los aspectos enumerados a la hora de interpretar los resultados. Los factores de riesgo identificados con mayor frecuencia en la población general para el contagio por SARS-CoV-2 son la edad, el género, la raza, la etnia, algunas enfermedades crónicas, la toma de ciertas medicaciones, las condiciones de vida, como el hacinamiento, determinadas ocupaciones o trabajos y el embarazo. La mayoría de estos factores de riesgo deben considerarse pendientes de confirmar, porque, salvo probablemente la edad (3) y las enfermedades crónicas significativas (4, 5), las demás no son variables independientes en todos los estudios publicados. Para complicar aún más el intento de llegar a disponer de una lista definitiva de factores de riesgo, ésta puede modificarse en función de la población analizada (general, pacientes hospitalizados, pacientes críticos, personal sanitario, personal sanitario hospitalario, de urgencias o de cuidados intensivos, residencias de la tercera edad, etc.) y de la variable de resultado elegida (contagio, enfermedad, determinadas compli- caciones, enfermedad grave o mortalidad). Además, puede haber factores tan particulares como el efecto del retraso del ingreso en cuidados intensivos (6) o el momento de la epidemia en el que se desarrolla la enfermedad sobre la mortalidad. Además, cada factor de riesgo no tiene porqué estar presente, ni tener el mismo poder predictivo, en cada momento de la evolución desde el contagio, como el riesgo de desarr- ollar Covid-19, el de la necesidad de hospitalización o el de avanzar hacia fases de mayor gravedad e ingresar en la unidad de cuidados intensivos. Un ejemplo que ilustra la variabilidad en los estudios cuyo objetivo es la identificación de factores de riesgo en pacientes con Covid-19 lo constituye una reciente revisión sistemática y metaanálisis (7). Los autores incluyen 12 estudios retrospectivos sobre los factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad crítica y mortalidad, a los que se aplica un sistema de puntuación de la calidad (1). En el análisis Autor para la correspondencia Miguel Sánchez García Jefe de Servicio. Medicina Intensiva. Hospital Clinico San Carlos Prof. Martin Lagos, s/n · 28040 Madrid Tlf.: +34 91 330 32 23 | E-Mail: miguel.sanchez@salud.madrid.org
RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=