Anales de la RANM
266 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 LA INFECCIÓN POR COVID-19 EN EL EMBARAZO José Antonio Clavero Núñez An RANM · Año 2020 · número 137 (03) · páginas 265 a 269 estas han ido elaborando Documentos Técnicos para el manejo de la mujer embarazada y el recién nacido con COVID-19. Cuando redactamos esta revisión, el último documento al que hemos tenido acceso es del 17 de Junio de 2020 (6). En principio los casos sospechosos no confir- mados, así como los asintomáticos o los casos leves, pueden permanecer en su domicilio siempre que esté asegurado el aislamiento y la asistencia obstétrica que según los protocolos precisan las embarazadas. Una excepción es la existencia de otra comorbi- lidad, como hipertensión crónica, EPOC, diabetes crónica, inmunosupresión o tratamiento prolon- gado con corticoides, que deberán acogerse a régimen hospitalario. Las demás, y dado que no hay tratamiento específico del COVID-19, seguirán en casa hasta que aparezcan síntomas que aconsejen su ingreso, estos son: amenaza de parto pretérmino, fiebre que no cede al paracetamol; Radiografía de tórax con signos de neumonía. y una gravedad CURB-65 de un punto o más. Siguiendo una opinión personal, pero adoptando las medidas dictadas por el Ministerio de Sanidad, vamos a describir por separado los cuidados del binomio madre-feto, de otros que son exclusivos del neonato. Iremos analizando los que se aplican durante la gestación, donde hay medidas comunes con el resto de los infectados, y otras medidas que son propias de estos. Veremos como y cuando hay que terminar el embarazo, eligiendo entonces el parto normal o la cesárea. Por último las medidas a tomar por la madre y el neonato en el puerperio, incluyendo la lactancia materna, a la que ya hemos hecho alusión. 1. MANEJO DEL BINOMIO MADRE-FETO TRAS SU INGRESO HOSPITALARIO: Su manejo debe correr a cargo de un equipo multidis- ciplinar que establecerá cual es el servicio médico más adecuado para el correcto tratamiento de este binomio. Allí se mantendrá su control, y sobre todo, se podrá actuar con rapidez en los casos en que se observe deterioro de la salud de la madre, del feto, o también síntomas de inicio de parto. Una vez elegido el emplazamiento, se iniciará el manejo de ambos, que, como es lógico constará de unas normas que, como hemos dicho, unas serán comunes con las del resto de la población afectada, y otras que serán específicas de la mujer gestante. 1.1 NORMAS COMUNES : para el Ministerio de Sanidad en pacientes hospitalizadas son las siguientes: a. Aislamiento precoz. Lo cual representa un serio problema hospitalario, porque hay que disponer de estancias adecuadas para todos los días que dure el embarazo, para asistir el parto y permanecer después durante el puerperio hasta ser dada de alta. Por este motivo algunas Sociedades aconsejan el parto a domicilio de los casos leves, aunque los riesgos son evidentes. El manejo del neonato lo expondremos más adelante. b. Control de la infección. A través de la tempera- tura, oxigenación, constantes vitales y de la carga viral si es posible. c. Toma de muestras para la confirmación de la infección por COVID-19 y detección de otros virus respiratorios. d. Oxigenoterapia si es necesario. e. Evitar la sobrecarga de fluidos f. Terapia antibiótica empírica si se sospecha coinfección bacteriana. g. Monitorización de la dinámica uterina para diagnosticar amenaza de parto pretérmino, y del bienestar fetal. Por la experiencia adquirida en la infección de COVID-19 en las embarazadas, sabemos que el deterioro del bienestar fetal puede ser el primer síntoma del deterioro materno. h. Ventilación mecánica precoz en caso de disminu- ción de la función respiratoria. Aquella puede no ser suficiente, y en los centros con experiencia, puede plantearse la ventilación por membrana extracorpórea (ECMO). i. Individualizar el momento más oportuno para el parto. La técnica de elección la veremos más adelante. Esta Guía no incluye tratamiento farmacológico con antibióticos, ni con cloroquina e hidroxicloroquina, ni con antivirales como el lopinavir/ritonavir, ni con otros productos incluyendo el interferón, el cual figura en la guía asistencial de Wuhan. Sí menciona el uso de corticoides, tanto en beneficio materno como fetal, como vamos a exponer. 1.3 MEDIDAS PROPIAS DEL BINOMIO MADRE- FETO: El Ministerio de Sanidad expone dos grupos de medidas, unas para el feto y otras para la madre, como mostramos en la Fig.1. La primera se refiere a la administración de corticoides a través de la embara- zada, para acelerar la maduración pulmonar. Con respecto a la gestante, propone también corticoides para mitigar la infección del COVID-19, y de otra parte administrar una profilaxis antitrombótica. a. ADMINISTRACION DE CORTICOIDES EN BENEFICIO MATERNO: Aunque no existe unanimidad de criterio, parece ser que el uso de pulsos elevados y a dosis elevadas iniciales, pueden ayudar a reprimir la respuesta inflama- toria descontrolada, que el virus provoca en algunos individuos. Por eso muchos expertos aconsejan su uso cuando en la clínica predomina la inflamación pulmonar, a pesar de que en estos pacientes aumenta la viremia y retrasa el aclara- miento de virus. Donde sí se ha comprobado su eficacia, es en los casos de distrés respira- torio agudo, donde los bolos de metil-predniso- lona redujeron significativamente los riesgos de muerte (HR 0,38, p<0,003).
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