Anales de la RANM
268 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 LA INFECCIÓN POR COVID-19 EN EL EMBARAZO José Antonio Clavero Núñez An RANM · Año 2020 · número 137 (03) · páginas 265 a 269 el parto. 4º Se investigará el riesgo de cada persona que atiende el parto para dotarle del equipo de protección adecuado. Como vemos es importante que todo el parto se atienda en la misma habitación donde ingresó la madre, para evitar desplazamientos que van en contra de su aislamiento. En algunas materni- dades modernas, como la del Hospital Gregorio Marañón, cada habitación individual destinada a la dilatación de la paciente, es a su vez la de expulsión y también de la exploración y reanimación del neonato, reuniendo por lo tanto unas condiciones inmejora- bles de aislamiento. 4. ELECCIÓN DE LA CESÁREA, MEDIDAS A ADOPTAR De no cumplirse los requisitos necesarios para contemplar la vía vaginal, o por tratarse de un caso grave, se optará por la cesárea. Estos casos graves pueden serlo, bien por una patología del embarazo, como es la preeclampsia, o bien por la gravedad de la infección del virus. Pero hay que tener en cuenta que algunos de estos últimos casos, pueden simular una preclampsia, cursando con hipertensión arterial, transaminasas elevadas, plaquetopenia e incremento de lacto-dehidrogenasa, que se normalizarán cuando pase la fase aguda de la infección. Confirmada la gravedad del proceso y puesto de acuerdo el equipo multidisciplinar, se optará por la extracción del feto por vía abdominal. Se tomarán las siguientes medidas: anestesia raquídea, tiempo quirúrgico lo más breve posible, evitar cuanto se pueda el contacto del feto con la sangre materna y el líquido peritoneal, y tomar muestras de dicho líquido para descartar riesgos de contaminación fetal a su través. La forma de terminar el embarazo suele ser, según las estadísticas actuales, mayoritariamente mediante cesárea, oscilando entre el 60 y 90% de los casos. La asfixia materna junto con la fiebre alta, y pérdida de bienestar fetal, suelen ser las indicaciones más frecuente. Queremos recordar que esta última causa, lo es también de las cesáreas realizadas a las parturientas sin coronavirus. El Ministerio de Sanidad aconseja tomar una muestra de líquido peritoneal en todas la cesáreas, porque hay evidencia de la presencia del virus en ese líquido, por lo que es conveniente acortar el tiempo quirúr- gico y ”minimizar el contacto entre el feto y la sangre materna, así como con sus fluidos corporales”. 5. EL PUERPERIO: MEDIDAS PARA LA MADRE No hay medidas específicas que adoptar después del parto, pero hay que ser muy rigurosos con las medidas generales que se adoptan ante la infección del COVID-19. Solamente se practicará la profilaxis para evitar las trombosis que veremos enseguida. Indepen- dientemente, el primer asunto que se plantea es de la lactancia, que se aconseja siempre porque no existe ninguna evidencia del paso de gérmenes COVID-19 a la leche materna. Pero d eben extremarse las medidas para evitar la transmisión horizontal porque con mucha facilidad las madres pueden contagiar al recién nacido. Una vez terminado el parto, las pacientes que son asintomáticas o cursan con sintomatología leve, cohabitarán con el neonato, pero éste siempre en su propia cuna, a la cual solo tendrá acceso la madre para darle el pecho. Entonces se tomarán las medidas de protección que se proponen por la Sociedad española de Neonatología (7). Como allí se indica, el resto de atenciones que precisa el niño los realizará un familiar adiestrado o el personal del centro asistencial. En los casos de pacientes que padecen una infección grave, el neonato será aislado de la madre, quien recibirá los cuidados pertinentes a su estado, como ya hemos sistematizado. Pero, insistimos en que aquel puede recibir la leche extraída de su madre. Esta recibirá el alta hospitalaria cuando lo crea adecuado el equipo sanitario, preferentemente si los test al COVID-19 son negativos. Si no lo son, los casos asintomáticos o leves podrían trasladarse a su casa, siempre que esta reúna las condiciones adecuadas de aislamiento y cuidados sanitarios. Tras el alta defini- tiva seguirá los consejos que son comunes a los de los pacientes con riesgo. Las normas que propone la Sociedad Española de Trombosis y Hemorragia en el puerperio son las siguientes: en los casos asintomáticos o leves dados de alta hospitalaria, se debe administrar HBPM a la dosis ya establecida, durante 2 semanas, siempre que no haya otras enfermedades asociadas, en cuyo caso se prolongara el tratamiento a 6 semanas. En las infecciones catalogadas como moderadas, que hayan recibido el alta hospitalaria provisional por reunir las mismas condiciones que las anteriores, permane- cerán en cama bajo la vigilancia extrahospitalaria, y también recibirán heparina durante 2 semanas, que puede prolongarse otra más, si tardaron en negati- vizarse los test. Por último , los casos graves que permanecen hospitalizados, el tratamiento co HBPM se administrará durante 6 semanas. 6. MEDIDAS PARA EL NEONATO QUE COMPETEN AL OBSTETRA El comportamiento del obstetra poco o nada se diferencia del que se adopta con las parturientas que están libres del COVID-19. Lo único estriba en evitar la transmisión horizontal madre-hijo, para lo que aquella debe portar mascarilla y, llegado el momento de tomar contacto con el neonato, lavarse bien las manos, o lo que es más sencillo, ponerse unos guantes de plástico. Por lo demás, en el parto se actuará de la misma manera, es decir, pinzando el cordón umbilical cuando este deje de latir, poner entonces al recién nacido en contacto físico con su madre, para lo cual, una práctica recomendable es depositar al niño sobre el pecho limpio de aquella, para estimular el reflejo de succión. Como es habitual, no se recomienda su baño para eliminar la grasa epidérmica, y se procurará que en lo posible permanezcan siempre cerca uno del
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