Anales de la RANM

32 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 José Antonio Rodríguez Montes An RANM. 2021;138(01): 31 - 38 ESPLENECTOMÍA Y SEPSIS o por vía laparoscópica programadas) o pueden ser evitadas del todo (esplenectomía incidental). El hecho de que la esplenectomía se haya conver- tido hoy en día en un procedimiento relativamente electivo, obviamente, exige al cirujano la máxima precaución en evitar las complicaciones. Las complicaciones más comunes de la esplenec- tomía son de naturaleza infecciosa, se suelen iniciar en el postoperatorio, con una frecuencia de hasta el 40 % (7). El riesgo de infección, aunque se inicia en el postoperatorio inmediato y en los dos primeros años posteriores a la exéresis del bazo, persiste toda la vida; entre las infecciones, en un 5% a 7% de los casos puede presentarse el denominado síndrome de sepsis grave postesplenectomía. El bazo es un órgano vascular intraperitoneal de 10-12 cm de longitud y de 150-200 g de peso, que está estructurado en tres áreas diferenciadas: la pulpa roja, la pulpa blanca y la zona marginal entre ambas, que le permiten realizar importantes funciones hematológicas e inmunológicas. Está rodeado por una cápsula de tejido conectivo denso de la que surgen septos denominados trabéculas que se extienden en el parénquima esplénico. Además de la cápsula y de las trabéculas, los elementos esenciales del bazo incluyen las células libres: linfocitos, macrófagos, y eventualmente componentes formes de la sangre. La pulpa blanca (25% del volumen esplénico total) es básicamente linfocítica y está formada principalmente por vainas linfáticas periarteriolares (dominantes de células T) y por nódulos linfáticos (células B). Las vainas se dilatan en ciertas zonas y forman los corpúsculos de Malpigio. La pulpa roja (75% restante del volumen esplénico) incluye los senos venosos, los cordones de Billroth y los macrófagos perisinusoidales. La zona marginal filtra los patógenos sanguíneos y los muestra a los linfocitos de la pulpa blanca. La rica vascularización del bazo es una relevante caracte- rística anatómica, puesto que para un peso aproxi- mado del parénquima de unos 100 g le corres- ponde un flujo arterial de 300 ml/min, es decir, en torno al 6% del gasto cardiaco por minuto (300 ml vs. 5000 ml, respectivamente) (8). Desde una perspectiva microscópica, el bazo puede conside- rarse el principal órgano del sistema fagocítico- mononuclear, estimándose que más de la mitad de sus 140 billones de células son de origen monoci- tario, y también como el principal órgano linfoide periférico (9), el cual representa el 25% de la masa linfoide total. Desde el punto de vista práctico, las funciones básicas del bazo se pueden agrupar en cuatro tipos: 1) Filtración de partículas anormales; 2) Hemopo- yesis; 3) Almacenamiento de sangre, y 4) Mediación en la respuesta inmune (producción de opsoninas, properdina, complemento). Se consideran esenciales las funciones de filtro de partículas extrañas y las inmunitarias. En la etapa fetal, desarrolla como órgano hemopoyé- tico todas las líneas celulares sanguíneas (10); incluso durante la vida adulta y como respuesta a diversas situaciones patológicas puede reasumir esa función hematopoyética (metaplasia mieloide). Es también un importante productor de linfocitos originados principalmente en la pulpa blanca, desde donde pueden pasar hacia la pulpa roja para después salir del bazo por vía venosa; de igual forma los linfocitos T sensibilizados localmente a diversos antígenos pueden alcanzar la circulación sistémica. Una función importante de este órgano es la elimina- ción de elementos hemáticos envejecidos (hemoca- teresis) mediante la fagocitosis de esos elementos que quedan retenidos en la trama filtrante, previo reconocimiento y exclusión de los todavía útiles; además, la destrucción de los eritrocitos inservi- bles implica reciclar el hierro de la hemoglobina, el cual, una vez fagocitado el eritrocito puede unirse a la ferritina en el interior del macrófago y ser utilizado para la síntesis de nueva hemoglobina una vez transportado a la médula ósea. El bazo tiene una gran capacidad fagocitaria, intervi- niendo en los procesos de defensa del organismo cuando aparecen gérmenes en la circulación sanguínea; es capaz de segregar un factor humoral de gran importancia que actúa sobre la médula ósea induciéndola a liberar más monocitos. También podría intervenir en el proceso de capacitación de los leucocitos eosinófilos, ya que al parecer, éstos, una vez liberados por la médula ósea, acceden al Tabla 1.- Complicaciones de la esplenectomía (*) RESPIRATORIAS (20-40%) – Derrame pleural – Atelectasia – Neumonía HEMORRAGIA ABSCESO SUBFRÉNICO (5%) LESIONES DE ESTRUCTURAS ADYACENTES (1-3%) – Fístula pancreática – Fístula gástrica – Pancreatitis TROMBOCITOSIS Y TROMBOSIS FIEBRE INEXPLICADA POST- ESPLENECTOMÍA SEPSIS POST-ESPLENECTOMÍA (*)Tomada de Rodríguez Montes, JA (5) ESTRUCTURA Y FUNCIONES DEL BAZO

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