Anales de la RANM
42 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 SEGUIMIENTO A LARGO PLAZO EN ONCOLOGÍA PEDIÁTRICA Blanca Herrero, et al. An RANM. 2021;138(01): 39 - 43 Las alteraciones en el rendimiento escolar fueron el efecto tardío más frecuentemente detectado, en 102 (23,2%). Estas alteraciones fueron repetir curso, abandono escolar, problemas de aprendizaje, adapta- ción curricular y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Los siguientes en frecuencia han sido las alteraciones relacionadas con el peso (sobrepeso, obesidad y alteración del metabolismo de glucosa) y las alteraciones musculoesqueléticas. Las alteraciones cardiovasculares detectadas en nuestra muestra representaron menos de un 7%. Se diagnosticaron 8 segundas neoplasias (2% de los supervivientes). La mitad de ellas claramente relacio- nadas con el uso de radioterapia (dos carcinomas papilares de tiroides, un carcinoma basocelular en la zona de radioterapia y un tumor glial de alto grado tras radioterapia craneal). También se diagnosticaron dos recaídas durante el periodo del estudio. Evaluación psicológica: Se realizó evaluación psicológica en 230 supervi- vientes. Casi el 60% eran varones (n 137). La mediana de edad fue 17,6 años (8 - 34,8). Las variables estudiadas fueron: calidad de vida (Cuestio- nario de Salud SF36), autoestima (Escala de Rosenberg), apoyo social percibido (Cuestionario MOS), e informa- ción recibida (Cuestionario EORTC QLQ-INFO25). Las puntuaciones globales en función de cada instru- mento de evaluación: SF36: Me= 84,3 (27,3-100), Rosenberg: Me= 36 (18-40), MOS: Me= 87 (44-95), Info: Me= 57,4 (24,1-90,80). Las puntuaciones de los largos supervivientes están por encima de la media poblacional en calidad de vida, autoestima, y apoyo social percibido. Se les preguntó directamente sobre la información de efectos tardíos y el seguimiento a largo plazo y 306 supervivientes (71%) refirieron no haber recibido información suficiente sobre estos aspectos. Acciones derivadas de la consulta de seguimiento a largo plazo: Durante el periodo de estudio se atendieron más de 1000 consultas. Se revisó al 26% de los supervivientes al menos en tres ocasiones. Desde la consulta de SLP se solicitaron consultas a los otros especialistas, ya fuera por presentar efectos tardíos o por riesgo de presentarlos. Ciento noventa supervivientes (43%) fueron derivados al menos a otro especialista, siendo un 14% derivado al menos a dos especialistas. Los pacientes pediátricos pueden desarrollar efectos secundarios y segundas neoplasias por el tratamiento oncológico. Estos efectos pueden aparecer durante el tratamiento, aunque también años después de terminar el mismo. El riesgo de complicaciones tardías dependerá del tipo de enfermedad oncoló- gica y del tratamiento específico recibido. Nuestra serie reproduce los resultados obtenidos en otras series. (2,3) En los últimos años se ha experimentado un aumento de preocupación por la situación de los largos supervi- viente de cáncer. Sin embargo, hay pocas unidades de seguimiento de superviviente pediátricos. En España, esta es la primera unidad hospitalaria específica para seguimiento de los largos supervivientes de cáncer infantil. Existen distintos modelos de seguimiento teniendo en cuenta el lugar donde se desarrollen. Un modelo basado en atención primaria y otro en el hospital. Dentro de la atención hospitalaria, el seguimiento puede realizarse en el centro de referencia en el que el paciente recibió el tratamiento, o realizar el seguimiento en centros o unidades especializados en largos supervivientes ( Long Term Follow-up Clinic ) (6). Por último, algunos centros han decidido implementar un modelo híbrido de atención hospita- laria: donde un oncólogo especializado en largos supervivientes y un psicólogo se integran en un programa específico dentro de un centro oncoló- gico de referencia. Este modelo mixto es el que nuestro centro ha adoptado para el seguimiento de los supervivientes. Los efectos tardíos más frecuentemente descritos en la literatura son los cardiovasculares y los endocrinos (7). Las alteraciones cardiovasculares, descritas hasta en un 50% de los pacientes tratados con antracíclicos, son más tardías en su desarrollo por lo que en nuestra muestra están infra estimadas por la menor edad de nuestros supervivientes (8). Sobre los efectos tardíos endocrinos destacan la talla baja, hipotiroidismo y alteraciones del desarrollo puberal, concordantes con nuestros resultados (9). Las alteraciones psicológicas y de rendimiento escolar también son acordes con la literatura, aunque destaca la buena percepción de nuestros supervivientes en calidad de vida, autoes- tima y apoyo social (10). Los datos presentados en esta experiencia inicial de la unidad de seguimiento a largo plazo junto con los datos existentes de efectos tardíos aportados en la literatura justifican la necesidad de realizar un seguimiento sistematizado de los pacientes que han recibido tratamiento por un cáncer infantil atendiendo a la enfermedad de base y a los efectos del tratamiento. En conclusión, los supervivientes de cáncer infantil presentan efectos tardíos que precisan un seguimiento personalizado en función de su patología de base y del tratamiento recibido. Los objetivos de la consulta de seguimiento a largo plazo deben incluir valoración médica y psicosocial, así como fomentar en este grupo de riesgo, estrategias de promoción de la salud. Es fundamental que el oncólogo pediátrico garantice la información a los supervivientes de su seguimiento y los posibles efectos tardíos. DISCUSIÓN
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