Anales de la RANM
178 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 TUMOR CEREBRAL VERSUS ACCIDENTE CEREBROVASCULAR María Nieves Cabrera-Martín, et al. An RANM. 2021;138(02): 176 - 179 En la RM de control se observaba cavidad postqui- rúrgica, con resección parcial de la circunvolución opercular frontal incluyendo el área nodular de realce en estudios previos. Pequeña área de restricción de la difusión adyacente al borde posterior y medial de la cavidad postquirúrgica en relación con área isquémica postquirúrgica. Tras la administración de contraste intravenoso no se identificaron realces patológicos intra ni extraaxiales. La paciente fue remitida a Oncología Radioterápica y a Oncología Médica para valoración de tratamiento complementario, decidiéndose radioterapia externa sobre lecho tumoral con intención radical (dosis total de 60 Gy en 30 fracciones) y tratamiento concomi- tante con Temozolamida, que se suspendió a la dosis de 46 Gy por trombopenia y neutropenia. Se presenta un caso clínico en el que es fundamental el corregistro de PET y RM para la determina- ción del grado de malignidad y descartar un posible origen isquémico de la lesión descrita en RM. Se han descrito en la literatura algunos casos en los que lesiones cerebrales isquémicas fueron interpre- tadas clínica y radiológicamente como gliomas 1,, y otros en que gliomas de alto grado se diagnosticaron de infartos cerebrales, con confirmación anatomo- patológica posterior de glioblastoma multiforme 1,2, . El infarto venoso cerebral es poco frecuente pero se identifica cada vez mejor con RM. Se diagnostica habitualmente en el contexto de estados de hipercoa- gulabilidad, infecciones, postparto o en relación con patología local (tumor, quistes, malforma- ciones arteriovenosas y tras cirugía), pero en hasta un 30% de los casos es idiopático. En la mayoría de los casos se identifica hiperintensidad en FLAIR y en las imágenes potenciadas en T2 que no se corres- ponden con una distribución arterial. Aunque los infartos arteriales (trombóticos, embolismos arterio- arteriales) han sido bien descritos en la literatura de PET, hay pocos casos publicados de PET-FDG en infartos venosos(5). Es importante la realización de técnicas de imagen adicionales cuando los hallazgos de la RM son sugestivos pero no patognomónicos de tumor o infarto. En casos dudosos, es de gran utilidad la aportación de estudios de imagen funcionales, como la RM con espectroscopia y la PET-FDG. En la RM con espectroscopia, se incrementan los niveles de fosfato inorgánico y de lactato y se reducen los niveles de N-acetil aspartato por pérdida neuronal en los procesos isquémicos agudos, al contrario de lo que ocurre en los tumores cerebrales, que asocian disminución de niveles de lactato y aumento del pico de la colina. La PET-FDG permite una valora- ción cuantitativa de áreas concretas del cerebro y la determinación del estado de perfusión o de hipoxia. En este caso el corregistro de las imágenes de ambas técnicas contribuyó al diagnóstico diferencial entre infarto y tumor cerebral, y el estudio PET-TAC de cuerpo entero permitió descartar un origen metastá- sico al no detectar ninguna lesión sugerente de tumor primario en el resto del cuerpo y los resultados condujeron al abordaje quirúrgico. DISCUSIÓN Figura 3. Imágenes PET- TAC 18 F-FDG que mues- tran cortes axiales de TAC, fusión PET-TAC y PET en que se observa depósito pa- tológico de FDG en la lesión frontotemporal derecha con edema perilesional (A). No se observan otros hallazgos patológicos en el resto del cuerpo (B). Imagen de fu- sión de PET y RM (C).
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