Anales de la RANM

218 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 UNA DÉCADA PARA EL ENVEJECIMIENTO SALUDABLE José Manuel Ribera Casado An RANM. 2021;138(03): 214 - 220 Son medidas contrastadas que se comentan solas, relacionadas principalmente con temas clásicos como hábitos de vida, manejo de fármacos, el sueño, la salud ocular y otras similares. Reglas sencillas, cargadas de sentido común, que insisten en puntos básicos. Repetir los mensajes importantes siempre ha sido una buena forma de mejorar su cumplimiento. Un principio también aplicable a los profesionales de la atención al anciano en el mundo sanitario o en cualquier otro. 4.- Y en España ¿Qué? A 1 de enero de 2020 había 8.759.990 españoles mayores de 65 años (18,5 %) y 1.567.374 con 85 o más (3,3 %). Las respuestas al llamamiento de la OMS a nivel de sociedades científicas, asociaciones, publicaciones o fundaciones especializadas, tanto de carácter público como privado, relacionadas con la vejez y con la salud del mayor, ha sido amplia y creo que positiva. Incluye instituciones oficiales tipo IMSERSO, sociedades científicas como la SEGG y otras muchas entidades involucradas en el tema. En mayor o menor medida se ha generado informa- ción, comentarios, debates y propuestas de actuación globales o monográficas. Imposible resumirlas. Como ejemplo representativo citaré el manifiesto de la «Mesa estatal por los derechos de las personas mayores», al que se adhirieron 19 asociaciones, publicado con motivo del «Día Internacional de las Personas Mayores» el año anterior (1.octubre.2020). El manifiesto supone una denuncia –incluye también propuestas- y toma como referencia el hecho de que las personas mayores encuentran barreras en el ejercicio de sus derechos y sufren restricciones en el acceso a bienes o servicios, especialmente si se encuentran en situación de pobreza, exclusión social o viven en el medio rural. (13). La Comisión de Derechos Sociales del Senado ha puesto en marcha durante el primer semestre del año actual una ponencia para estudiar el proceso de envejecimiento en España. Viene realizando consultas a entidades del sector, también a expertos individuales, con el fin de redactar un documento en este sentido (14) También en un plano oficial merece comentarse el extenso documento «España 2050» elaborado recientemente por nuestro gobierno (15), donde se aborda de manera específica el tema del enveje- cimiento en el apartado llamado «desafío número 5». Su título, muy en consonancia con el «envejeci- miento saludable», es «Preparar nuestro estado de bienestar para una sociedad más longeva». El texto detalla los cambios demográficos operados en los últimos decenios, poniendo el énfasis en el aumento de la esperanza de vida y en la reducción de la patología y de la discapacidad entre las personas de edades avanzadas. Ligado a ello destaca su signifi- cado en lo que tiene de incremento de oportunidades sociales y económicas en múltiples ámbitos, así como el desafío que estos cambios demográficos suponen para la sostenibilidad del estado de bienestar y lo que representa de aumento notable del gasto público en pensiones. Entre las medidas necesarias para afrontar este desafío se mencionan las que aparecen en la tabla 4. Son recomendaciones en línea con las sugeridas por la propia OMS para este decenio y, aunque no pasan de moverse en el terreno de los proyectos y las buenas intenciones, tienen el valor de proceder de un documento oficial promovido por el gobierno de la nación y suponen un buen referente para cualquier consideración futura al respecto. Sólo falta tomar las medidas necesarias para convertir esos deseos en realidad. Los puntos clave sobre los que se debe actuar están bien establecidos en el plano teórico. Tabla 3.- SOCIEDAD BRITÁNICA DE GERIATRÍA. REGLA DE LAS 5 «c» 1.- Contactos. Aprovechar cada encuentro con el anciano, programado o no, como una oportunidad para insistir en la necesidad del autocuidado y para recordarle los apoyos a los que puede acudir en caso necesario. 2.- Cobertura. Asegurarse de que el anciano tiene siempre cubiertas sus necesidades básicas. La persona mayor necesita por encima de todo ser capaz de ver, oír, comer, beber y dormir bien. 3.- Consideración. Valorar a la persona como un todo. Las cuestiones relacionadas con la salud pueden no ser las únicas, ni sus principales preocupaciones. Es necesario preguntar qué otros temas representan un problema y buscar la forma más adecuada para afrontar en cada caso las soluciones oportunas. 4.- Comunicación. Intercambiar palabras y preocupaciones con claridad. Ser capaces de transmitir los mensajes de una forma comprensible de manera que el anciano los entienda y puedan serle de ayuda para mejorar su estado de salud. 5.- Colaboración . Recordar siempre que hay que trabajar en equipo con otros profesionales sanitarios y/o sociales, con la familia y con el propio protagonista.

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