Anales de la RANM
21 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 S U P L E M E N T O SESIÓN NECROLÓGICA EN MEMORIA DEL PROF. ALBERTO PORTERA SÁNCHEZ Francisco José Rubia Vila An RANM. 2021;138(01).supl01: 20 - 23 los tres años reglamentarios. Allí realizó asimismo un Máster en Neuropatología. Cuando finalizó esta residencia se trasladó a la Universidad de Maryland, en Baltimore, donde fue de 1957 a 1960 instructor de neurología, impartió clases a alumnos de medicina y dirigió la formación de residentes en Neurología. Alberto Portera decía que, a pesar de los siete fructí- feros años pasados en Estados Unidos, “nunca pude adaptarme al estilo americano de entender la vida ni, aún respetándolo profundamente, identificarme con dicho estilo”. En 1960 vuelve a Madrid a la cátedra de Patología Médica del Prof. Vicente Gilsanz, en el antiguo Hospital Clínico San Carlos de la calle Atocha. Allí ejerció durante 13 años (de 1960 a 1973), impartiendo clases de Neurología del Programa de Patología Médica III a los estudiantes del último curso de licenciatura. Allí tuvo como compañeros a Domingo Espinós, Amador Schüller, Santiago Tamames y Diego Figuera. Las sesiones clínicas organizadas por Alberto Portera estaban llenas de colegas y estudiantes de medicina. Muchos de ellos aún las recuerdan con entusiasmo. Hay que tener en cuenta la precaria situación de la práctica de la neurología en España en los años 50 y 60 del pasado siglo. Tras la Guerra Civil, muchos famosos neurólogos de la escuela neurocientífica de Madrid tuvieron que exiliarse. Entre ellos estaba Pío del Río Hortega, neurohistólogo y discípulo de Cajal; y Gonzalo Rodríguez Lafora, neurólogo y psiquiatra, también discípulo de Cajal. Como consecuencia de este exilio, el Instituto Cajal desapareció. Entre 1966 y 1967, y luego en 1969, Portera volvió a Estados Unidos como Visiting Profesor en el St. Barnabas Hospital de Nueva York. Mucho después, en el año 2009, recibió el Premio Gimbernat a la excelencia, premios que organiza el Hospital Clínico San Carlos. En 1973 es nombrado, por concurso de méritos, jefe del Servicio de Neurología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde formó un servicio dinámico y revolucionario en su momento, integrando la neurología con todas sus pruebas complementarias específicas. Desde 1973 en adelante organizó el Programa de Residentes en el Servicio de Neurología y, bajo su dirección y supervisión, se formaron más de 135 jóvenes médicos que consiguieron, posterior- mente, altos niveles de calidad como profesionales. Su Servicio fue elegido como uno de los mejores números del examen MIR. A su departamento, Portera invitó a neurólogos de prestigio, como Carleton Gajdusek, estadounidense de origen húngaro y premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1976; a Vladimir Hachinski, neurólogo e investigador canadiense, profesor de neurología de la Universidad de Western Ontario, Canadá; al neurólogo italiano Luigi Amaducci de la Univer- sidad de Florencia, conocido por sus investiga- ciones sobre la enfermedad de Alzheimer; a David Marsden, neurólogo británico conocido por sus contribuciones en el campo de los trastornos de movimiento; y a muchos otros. En 1987 Alberto leyó en Madrid una nueva tesis doctoral con el título Elaboración por métodos estadísticos de una escala para el diagnóstico de las demencias de causas desconocidas . Como docente, fue profesor encargado de curso, profesor asociado, profesor titular por oposición y, finalmente Catedrático de Neurología de la Univer- sidad Complutense. Su influencia y prestigio como neurólogo pronto alcanzó los máximos niveles, siendo consultado por cuantos pacientes o médicos tenían un problema neurológico. En 1981, el Prof. Portera organizó una Conferencia Internacional sobre Neuropatías Periféricas, bajo los auspicios de la OMS. En 1987 organizó en el Hospital 12 de Octubre una conferencia titulada: “Neuroplas- ticidad del SNC: un instrumento terapéutico nuevo”. En 1990 organizó la conferencia “Cajal, Pasado, Presente y Futuro”, en el Colegio Médico de Madrid, a la que yo asistí y que reunió a cuatro premios Nobel de Medicina y Fisiología: Carlton Gajdusek, mencio- nado anteriormente y conocido por su descubri- miento del kuru, enfermedad que afectaba a los indígenas de Nueva Guinea, Rita Levi-Montalcini, que descubrió el primer factor de crecimiento en el Sistema Nervioso, Gerald Edelman, conocido por sus trabajos sobre el sistema inmunitario, y Severo Ochoa por sus trabajos con el ácido ribonucleico. En 1993, el Dr. Portera creó, dentro del Servicio de Neurología, especialidades como la Unidad de Epilepsia, la Unidad de Patología Neuromuscular y la Unidad de Neurología Infantil. De 1989 a 1993 el Prof. Portera fue vicepresidente de la Federación Mundial de Neurología. Asimismo, fue nombrado miembro del “Board of Directors” de la National Foundation for Brain Research, entidad que se encargó de centralizar todas las activi- dades neurológicas, de investigación y de difusión, durante la Década del Cerebro (de 1990 a 2000). Fue asimismo presidente del Comité de Educación en Neurología de la Unión Europea, Miembro del Comité de Expertos de la OMS y fundador de la Sociedad Alzheimer-España. Desde 1999 a 2000 fue director de los Cursos de Verano del Escorial. En 1999 obtuvo la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad y la Medalla de Oro de la ciudad de Zaragoza. Fue asimismo Caballero de la Legión de Honor de Francia, Fellow de la Royal Society of Medicine de Londres, Medalla de Oro de la Reina Isabel de Portugal y Medalla de Oro de la Diputación General de Aragón. También fue Miembro de Honor de la American Neurolo- gical Association y de la Academia de Neurología de Estados Unidos.
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