Anales de la RANM

43 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 S U P L E M E N T O SESIÓN NECROLÓGICA EN MEMORIA DEL PROF. FRANCISCO ALONSO FERNÁNDEZ Manuel Díaz-Rubio García An RANM. 2021;138(01).supl01: 40 - 46 miembros de la escuela de López Ibor tras ser muy bien acogido por este, volvió a La Coruña donde a base de trabajo, estudio, asistencias a congresos, contactos con psiquiatras españoles y extranjeros, y exponiendo a todos ellos sus pensamientos logró una formación realmente impresionante, siempre, como él decía e insistía hasta la saciedad, de una forma independiente y bajo su sola responsabi- lidad. Esa independencia, libre de las ataduras de pertenencia a una escuela determinada, le permitió desarrollar prontamente su visión de la rama del saber motivo de su vocación. El objetivo: el hombre libre en toda su extensión. Su formación y aportación a la psiquiatría se pone prontamente de manifiesto asombrando a todos con la publicación en 1968 del libro Fundamentos de la Psiquiatría actual , en dos volúmenes de dos mil páginas escrito en solitario, viendo la luz años después, en 1974, su obra Psicología médica y social , habiendo alcanzado ambas las cinco ediciones. El prólogo de su libro de psiquiatría realizado por el profesor López Ibor contiene grandes elogios destacado el gran esfuerzo realizado, actualidad, claridad y la realidad psiquiátrica de ese momento. Es de gran interés señalar que, partiendo de la antropología médica, desarrolló su concepto en el sentido de que la psicopatología general y la psiquiatría clínica era un todo continuo de la misma forma que ocurre en medicina interna con la patología general y la patología médica. Su aportación a la psiquiatría y psicología, sin separar una de otra, ha sido intensa y de calado. Su pensamiento doctrinal se decantó prontamente por la psiquiatría social y clínica, y es aquí donde su figura emerge aportando una nueva luz y enfoque de muchos de los trastornos psiquiátricos. Aunque resulta difícil de sintetizar en el poco tiempo de que disponemos en esta sesión, cabe resaltar su monumental quehacer en todo lo referente a la psiquiatría social . Para él, el paciente lo era todo siempre en la búsqueda de liberarlo de sus ataduras y recuperar la libertad. Defendía la psiquiatría participativa , de la cual era un defensor, basándose en que el paciente no es ajeno a su participación en el proceso asistencial, mejorando de esa forma el cumplimiento y respuesta terapéutica. Puede decirse, sin temor a equivocarnos, que sus trabajos y propuestas marcan un antes y después de la psiquia- tría en España. La creación del equipo psiquiátrico- social con visitadoras sociales en 1952 y la puesta en marcha del Club de Socioterapia, ya en 1962, significaron un rumbo tan importante y rupturista con enfoques anteriores, que le llevaría a convertirse a nivel nacional e internacional en un auténtico líder en lo referente a la Psiquiatría Social. A un lado sus aportaciones conceptuales y clínicas a la psiquiatría, su obra se extiende más allá de ello y de la publicación de sus dos tratados de psiquiatría y psicología. Repasaremos, aunque sea de forma sucinta, algunas de sus más importantes contri- buciones que dividiremos de una forma artificial en cuatro apartados: 1) los estados depresivos , 2) el alcoholismo y otras adicciones , 3) la psicohistoria , y 4) la transhistoria . El estado depresivo fue desde sus inicios como psiquiatra un área de especial interés para él. Apoyándose en la transhistoria, en los cambios sociales y valorando el impacto de los hechos dramáticos que le había tocado vivir, no solo a él sino a todos los españoles durante la guerra civil, llega a la conclusión de que las formas de expresarse la enfermedad son cambiantes y de alguna forma se adaptan a vivencias culturales. En este sentido, el entorno, tan importante para él en su concepto de la libertad y el hombre libre, toma un impulso preponderante. Publicaciones importantes que muestran su preocupación por estos estados son sus decenas de artículos en revistas nacionales e internacio- nales y sus libros, entre otros: Formas actuales de la depresión (1981), Síndrome depresivo (1984), La depresión y su diagnóstico. Nuevo modelo clínico (1988), Vencer la depresión con la ayuda del médico, la familia y los amigos (1994), Claves de la depresión (2001), el Manual de Cuestionario Estructural Tetradimensional para el diagnostico y clasificación de la depresión (1986) y Las cuatro dimensiones del estado depresivo (2009). Una aportación singular y trascendente fue su modelo depresivo tetradimensiona l, el cual establece sobre cuatro pilares: el estado de ánimo depresivo, la anergia o vaciamiento del impulso afectivo, la discomunicación y la disregulación de los ritmos. El derrumbamiento de cualquiera de estos estos pilares, intercomunicados, se extendería a los demás, dando lugar al caos de la enfermedad. Crítico con el catálogo DSM, completó su pensamiento con la estructuración original de un cuestionario tetradimensional para la valora- ción de la depresión, capaz de distinguir hasta 15 tipos semiológicos diferentes. Este cuestionario, que patentó, originó múltiples publicaciones tanto por su parte, sus discípulos, como gran cantidad de psiquiatras de todo el mundo, además de ser motivo de diversas tesis doctorales, entre otras la de su hija Covadonga, Académica correspondiente de esta Real Academia.. Sus estudios y contribuciones sobre el alcoholismo le llevaron a liderar multitud de iniciativas tanto nacionales como internacionales. Tras publicar en 1969 un artículo sobre los factores socioculturales del alcoholismo acometió un Estudio epidemioló- gico del alcoholismo en España que dio lugar a un libro que apareció en 1966. Desde entonces sus trabajos en este campo fueron extensos destacando, además de sus artículos en revistas, sus libros Índice bibliográfico español del alcoholismo (1972), Bases psicosociales del alcoholismo (1979, Alcohol- dependencia (1981), La personalidad del alcohólico (1988), y Los secretos del alcoholismo (1998). En todos ellos dejó su marca sobre la personalidad del dependiente, su pérdida de libertad, subrayando como el individuo afectado vive en un mundo marcado por el secreto, la trampa y la mentira. Se ocupó activamente de investigar sobre las causas y el tratamiento, preconizando en este sentido además de la terapia farmacológica la introducción previa de psicoterapia individual breve.

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