Anales de la RANM

32 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL EN 2022 López Roldán, et al. An RANM. 2022;139(01): 31 - 35 una alteración en el sistema inmunológico y de la respuesta inflamatoria. La microbiota luminal, que presenta una densidad especial en el íleon y el colon, y el mesenterio, cada vez se plantea más como partícipe esencial en la aparición y perpetua- ción de estas enfermedades inflamatorias mediadas por la inmunidad. Tradicionalmente, una de las características diferenciales entre ambos trastornos ha sido su afinidad por la zona del tracto digestivo a la que afectan y la profundidad que alcanzan en la pared intestinal. La colitis ulcerosa se origina en el recto, y su extensión es continua con un ‘tope’ proximal, el ciego. Afecta exclusivamente la capa mucosa de la pared colónica. La enfermedad de Crohn puede afectar, de una forma que podríamos definir como ‘caprichosa’, a cualquier tramo del punto digestivo desde la boca hasta el ano, aunque con una predilec- ción por el íleon terminal, el colon, o ambos. A diferencia de la colitis ulcerosa la enfermedad de Crohn puede extenderse a través de todas las capas de la pared intestinal dando lugar a ulceraciones o fístulas, lo cual explica sus distintas formas clínicas: inflamatoria, estenosante y penetrante. Estos comportamientos fenotípicos no han de entenderse como compartimentos estancos; en la mayoría de los pacientes el componente inflama- torio y el fibroso tienden a coexistir. Además, no es infrecuente la aparición de patología fistulosa compleja a nivel perianal, que va a condicionar factores pronósticos y terapéuticos. Como consecuencia de esta idiosincrasia anatómica e histológica, los síntomas atribuidos a ambas enfermedades van a diferir. En la colitis ulcerosa, la clínica predominante es la de hemorragia digestiva baja asociada a la diarrea y el síndrome rectal con urgencia y tenesmo. El dolor abdominal crónico y la diarrea líquida nos hacen sospechar en una enfermedad de Crohn, especialmente de localiza- ción ileal y en su patrón de predominio inflama- torio, si bien puede presentarse de forma suboclu- siva o mediante íleo obstructivo completo si se genera una estenosis fibrótica. En sus formas penetrantes, el Crohn puede originar fístulas a otras vísceras huecas (como vejiga o vagina), hacia músculos o a la piel, así como formar abscesos intraabdominales. La clínica del Crohn dependerá en gran parte por el tramo afecto. [1] Con respecto a las alteraciones anatomopatoló- gicas de la E.I.I., los cambios que se presentan al microscopio no son patognomónicos en ninguna de sus dos vertientes, por lo que nos deben plantear el diagnóstico diferencial con otras enfermedades infecciosas, granulomatosas, colágenas, isquémicas o incluso neoplásicas. Los aspectos histológicos diferenciales descritos entre colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn se recogen en la tabla 1. [2] Ante la sospecha de E.I.I., es fundamental realizar una adecuada y exhaustiva anamnesis. Además de lo obvio que supone el preguntar la edad del paciente (históricamente, se han descrito dos picos de edad de incidencia – el primero, entre los 15 y 30 años de edad, y un segundo, hacia la quinta-sexta década de la vida), interrogar acerca de hábitos diarios (tabaquismo) o antecedentes familiares, puede ayudarnos a completar una buena historia clínica y orientar el diagnóstico. No obstante, como se podía inferir del párrafo anterior, desvelar estos trastornos como causa de los síntomas se va a basar en datos clínico- analíticos, endoscópicos e histológicos para ambas enfermedades, y, en el caso de la enfermedad de ABORDA JE DIAGNÓSTICO Tabla 1. Hallazgos histológicos más frecuentes en Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Colitis ulcerosa Enfermedad de Crohn Plasmocitosis basal 1 Granulomas no caseificantes 2 Criptitis/Abscesos crípticos Fibrosis Depleción de mucina y de células caliciformes Neutrofilia en la lámina propia Distorsión de la arquitectura/Atrofia mucosa y de las criptas Fibrosis 1 Hallazgo más precoz y con mayor valor predictivo positivo en pacientes con 14 días de evolución de síntomas. 2 Aparecen en hasta un 40% de las biopsias. Su ausencia, por lo tanto, no descarta la enfermedad.

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