Anales de la RANM

7 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 TEJIDOS ARTIFICIALES Alaminos M An RANM. 2022;139(01): 7- 8 LOS TEJIDOS ARTIFICIALES COMO MEDICINA DEL FUTURO ARTIFICIAL TISSUES AS MEDICINE OF THE FUTURE Miguel Alaminos Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España Autor para la correspondencia Miguel Alaminos Mingorance Universidad de Granada. Dpto. Histología, Facultad de Medicina Av. Investigación 11, A5 · 18016 Granada Tlf.: +34 958 243 515 | E-Mail: malaminos@ugr.es DOI: 10.32440/ar.2022.139.01. ed01 Enviado: 18.02.22 | Revisado: 20.02.22 | Aceptado: 26.02.22 E D I T O R I A L El desarrollo de la medicina ha experimentado un avance exponencial en las últimas décadas. Las mejoras tecnológicas experimentadas en los campos de la bioingeniería han posibilitado el desarrollo de medicamentos innovadores para el tratamiento de enfermedades complejas para las cuales no existe un tratamiento plenamente eficaz. En general, en los últimos años hemos asistido al desarrollo de medica- mentos innovadores para el tratamiento de todo tipo de enfermedades graves, incluyendo patolo- gías oncológicas, inmunológicas o infecciosas, en el que participa la industria farmacéutica junto con las asociaciones de pacientes y las instituciones públicas de la Unión Europea (1). Junto a otros tipos de medicamentos innovadores, es de destacar el enorme desarrollo que han experi- mentado los tejidos artificiales generados mediante ingeniería tisular (2), ámbito fundamental de la histología moderna (3). Basados en la mayor parte de los casos en una combinación de células y biomate- riales, los tejidos artificiales pretenden reproducir de forma biomimética la estructura y función de los tejidos nativos (4). Para ello, los investigadores han diseñado complejos métodos basados en tecnolo- gías de impresión 3D, nanoestructuración y otras técnicas avanzadas de biofabricación (5). A pesar de su complejidad, son numerosos los modelos de tejido artificial que han demostrado utilidad potencial como posibles sustitutos del tejido humano a nivel preclínico. Sin embargo, los grandes avances logrados en el desarrollo básico de los tejidos artificiales no se han acompañado de logros similares a nivel clínico, y la mayoría de los productos descritos hasta la fecha están restringidos al nivel preclínico (6). Uno de los principales motivos de esta discordancia entre desarrollos básicos y clínicos es la enorme comple- jidad del marco normativo actual referente a las terapias avanzadas. De hecho, la consideración de los tejidos artificiales como medicamentos de terapias avanzadas supone un enorme reto a la hora de transferir estos productos a la clínica, incluyendo la necesidad de generar estos medicamentos en salas blancas (salas GMP) sujetas a estrictos requeri- mientos de fabricación, su aprobación como medica- mento por las diferentes agencias nacionales del medicamento y la necesidad de evaluar su efecti- vidad y bioseguridad mediante la realización, en la mayoría de los casos, de complejos ensayos clínicos. Junto a ello, la normativa obliga a obtener la aproba- ción final de la Agencia Europea del Medicamento para la autorización de estos productos para uso farmacéutico (7). A pesar de la dificultad derivada del actual marco regulatorio, el avance de las terapias basadas en tejidos artificiales es imparable. En estos momentos, la necesidad de buscar terapias eficaces para determi- nadas enfermedades que no cuentan con tratamiento curativo ha impulsado decididamente la investiga- ción en el campo de las terapias avanzadas basadas en tejidos artificiales, existiendo en estos momentos diversos medicamentos tisulares aprobados para su uso clínico. En un estudio realizado en 2018, Cuende y colaboradores (7) identificaron 8 productos de terapias avanzadas aprobados para su comercializa- ción por la Agencia Europea del Medicamento, siendo uno de ellos un producto de ingeniería tisular consis- tente en esferoides de condrocitos autólogos para el tratamiento de alteraciones del cartílago articular humano y dos de ellos, productos de terapia celular somática. Por el contrario, también se identificaron 4 productos previamente aprobados por la Agencia Europea del Medicamento que habían sido suspen- didos o retirados por el propio fabricante debido a razones fundamentalmente comerciales. Entre estos 4 productos, había dos de ingeniería tisular relacio- nados con el uso de condrocitos autólogos y uno de terapia celular somática para el tratamiento del cáncer de próstata metastásico. Todo ello refuerza la utilidad potencial de estas terapias y las dificultades relacio- nadas con su transferencia clínica. En el contexto europeo, España ha sido pionera en el diseño y la aplicación clínica de productos de terapias avanzadas basados en tejidos artificiales. En concreto, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha aprobado distintos productos de ingeniería tisular para investigación clínica en pacientes, tales como la córnea artificial utilizada en un ensayo clínico (8) o la piel artificial autóloga implantada como uso compasivo en grandes quemados (9). Aunque la compleja normativa referente a estos productos y la escasa implicación de la industria farmacéutica dificultan la traslación clínica de los tejidos artificiales y la comercializa- ción de los mismos, el continuo desarrollo tecnoló- gico está logrando que cada vez sean más los tejidos artificiales que están demostrando utilidad terapéu- tica potencial, y es de esperar que en los próximos años asistamos a un desarrollo exponencial de este tipo de medicamentos.

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