Anales de la RANM
157 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ANEURISMAS DE LA AORTA Lozano Sánchez FS An RANM. 2022;139(02): 156 - 166 Los aneurismas de la aorta no son una patología rara. Todo lo contrario, cada vez afectan a más individuos, sobre todo de ciertos grupos poblecio- nales. El 80% se localizan en la aorta abdominal (AAA) por debajo de las arterias renales, siendo su patogenia parcialmente desconocida (degenera- tivo-arteriosclerosis). La frecuencia de los AAA se ha incrementado en las últimas décadas por dos motivos: a) aumento real (incremento de la edad media de la población), y b) aumento aparente (mayor diagnóstico mediante cribados poblacionales o hallazgos inciden- tales). La incidencia de AAA oscila entre el 15-37 por 100.000 habitantes/año, y la prevalencia se situa entre el 1,7 y 12,7% (media, 5,7%). Son más frecuentes en varones, a partir de la sexta década de la vida (75% del total) (3). La mayoría de AAA son asintomáticos y crecen con lentitud durante años. Su velocidad de crecimiento es impredecible. La mayoría crecen entre 0,2-0,3 cm/año, algunos permanecen estables años y otros presentan un crecimiento más rápido de lo habitual (0,5-1,0 cm/año). Por ello, todo AAA pequeño no tributario inicialmente de cirugía requiere un seguimiento que valore su grado de crecimiento. La presencia de un AAA es siempre potencial- mente grave. Esta gravedad está relacionada con la aparición de complicaciones, siendo la rotura del aneurisma la más frecuente y grave. La incidencia de AAA roto en la población general es de 6,3 por 100.000 habitantes, ascendiendo a 35,5/100.000 habitantes entre los mayores de 65 años. Los AAA rotos son la 13ª causa de muerte en los EE.UU y la 10ª más común en varones. Conjuntamente los AAA rotos son el origen del 1-2% de las muertes entre varones mayores de 65 años. Finalmente, hasta un 20% de muertes súbitas se originan en un aneurisma de la aorta (4-5). En general, la evolución de los AAA, sin corrección quirúrgica, suele conducir a la rotura, hemorragia y muerte (Figura 1). Fig. 1. TAC. Aneurisma de la aorta abdo- minal integro (arriba) y roto (abajo).
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