Anales de la RANM

159 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ANEURISMAS DE LA AORTA Lozano Sánchez FS An RANM. 2022;139(02): 156 - 166 reporta la primera resección de un AAA y la sustitu- ción de la aorta resecada por un homoinjerto (8). Años después (1953) Blakemore y Voorhess insertan el primer injerto sintético (prótesis) en un AAA roto, que posteriormente populariza Rob (1954) y mejora Creech (1966) mediante su concepto de reconstrucción intrasacular. La tercera etapa, donde nos encontramos, se denomina de reparación endovascular. Se inicia en 1991, cuando Juan Parodi, realiza su increíble aportación denominada EndoVascular Aneurysm Repair (EVAR) revolucionando por segunda vez, en menos de 50 años, la cirugía de los AAA (9). El futuro es impredecible, pero parece que la revolución tecnológica será el referente de la próxima década. La cirugía laparoscópica (Dion, 1993) y robótica (Kolvenbach, 2004) de los AAA aunque descritas y practicadas en algunos centros, no han tenido la difusión de las técnicas endovaculares. 2.2. Tratamiento actual de los AAA No existe tratamiento médico que controle la historia natural del proceso (evitando el crecimiento y posterior rotura). Actualmente, cirugía abierta (resección e interposición de prótesis) y reparación endovascular (EVAR) compiten en el tratamiento de los AAA (Figura 4). Sin embargo, en la práctica clínica habitual, las continuas mejoras de las técnicas endovascu- lares, están propiciando año tras año (fundamen- talmente debidas a su menor agresividad y menor morbi-mortalidad a corto plazo) un desplazamiento de la cirugía abierta, máxime en octogenarios donde muchos de estos pacientes (más por comorbilidad que por edad) quedaban excluidos para cirugía abierta (10). Actualmente nos encontramos, en la cuarta generación de endoprótesis; ello asociado a las mejoras tecnológicas de la técnica (prótesis fenestradas, con ramas, chimeneas, sandwich, etc.) permiten ampliar las indicaciones, al permitir implantar endoprótesis en AAA anteriormente denominados no favorable, desde el punto de vista anatómico. La cirugía de los AAA esta indicada a partir de 5,5 cm de diámetro transversal (5,0 cm en mujeres) (11). Mientras la incidencia anual de rotura es inferior al 1% entre los AAA menores de 5,5 cm, alcanza el 30% cuando el diámetro transversal del AAA supera los 6,9 cm (12). Por ello, aunque la operación sea compleja y presente una elevada mortalidad (entre el 5 y el Fig. 3. Evolución del tratamiento de los aneurismas de la aorta abdominal (2): Etapa de consolidación.

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