Anales de la RANM
252 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 Navarro-Suay R, et al. An RANM. 2022;139(03): 250 - 253 ESTUDIO DE LOS AVANCES MÉDICOS Y LOGÍSTICO-SANITARIOS PRODUCIDOS EN LA GUERRA DE ÁFRICA 2.4. Trenes sanitarios En el verano de 1921, tras la batalla de Annual, se diseñó un coche ambulancia de Ceuta a Tetuán. Se cuidaba mucho todo lo relativo a la inspec- ción y limpieza del material, estableciéndose un reglamento específico sanitario (9). Al hospital de Melilla se le dotó de un apeadero propio en la zona frontal para facilitar el embarque de los heridos y enfermos que habían sido evacuados desde el frente y para trasladar a los que se evacuaban en barco o en hidroavión (10). 2.5. Transporte sanitario naval El elevado número de bajas entre muertos, enfermos y heridos tras el desastre de Annual hizo que todos los medios sanitarios en el Protectorado español fueran insuficientes. La Armada empleó el vapor “Alicante” como buque para transportar heridos. Hizo más de 20 viajes entre agosto y diciembre de 1921 principalmente desde Melilla a Málaga, llegando a transportar hasta 550 bajas en un solo viaje. De forma puntual, también se emplearon distintos buques civiles con una finalidad sanitaria. Tras el desastre de Annual, se alistó el buque “Barceló” de la compañía transmediterránea para adaptarlo a buque hospital. Se modificó su estruc- tura de forma importante, logrando una capacidad total de 266 bajas encamadas a bordo (11). 2.6. Aviones sanitarios Una nueva forma de reducir el tiempo entre la aparición de bajas de combate y el inicio del tratamiento quirúrgico fue el empleo de aeronaves como medio de transporte de estas bajas hasta una instalación quirúrgica. La llegada del primer avión sanitario Breguet XIV Tbis Nº 98 al aeródromo de Tablada (Sevilla) fue en mayo de 1923. Más tarde llegaría un segundo avión al aeródromo de Tetuán. El primer traslado de un herido fue desde Dar-Drius a Nador el día 8 de junio de 1923 en un vuelo de 30 min. Normalmente este trayecto era realizado en artolas o carromato, y tardaba unos dos días. En agosto de 1925, la Cruz Roja española adquiere dos aviones Junkers F13 para la evacuación sanitaria rápida de los heridos graves del desembarco de Alhucemas. Estos se caracterizaban por poder operar tanto en aeródromos como en el mar por la fácil instalación de ruedas o flotadores (12, 13). 2.7. Escalonamiento sanitario Una de las bases de la atención sanitaria en campaña es contar con un adecuado escalonamiento sanitario que permita evacuar a las bajas de forma continua y progresiva hasta el tratamiento definitivo. En la campaña de Marruecos, la complicada orografía, la ausencia de pistas adecuadas y en ocasiones, unos escasos medios de evacuación generaron la necesidad de implementar avances en la logística sanitaria. El comandante médico Van Baumberghen, presentó un esquema de escalonamiento en 1924 en el que detalla la composición de los regimientos, el personal, el material, los sistemas de evacua- ción y hospitales existentes en la época. En este esquema aparecen los primeros equipos quirúr- gicos. Estaban constituidos por un cirujano jefe, un ayudante de manos, un anestesista, un practicante y dos enfermeras o sanitarios. Tenía por objeto la asistencia de los heridos de guerra, tanto en los hospitales militares de vanguardia y de retaguardia (14). 2.8. Avances en la técnica quirúrgica y anestésica El elevado número de bajas, ocasionadas tanto en el combate como por las enfermedades generaron que los médicos desplegados en aquella zona de operaciones obtuvieran una importante experiencia clínica, mejorando progresivamente la atención médica a los combatientes conforme progresaba el conflicto. A nivel quirúrgico se implementó la cirugía del control de daños como método de elección para el tratamiento de las bajas de combate. Desde un punto de vista anestésico, el comandante médico Fidel Pagés Miravé describe por primera vez la técnica epidural en 43 pacientes atendidos en la zona, siendo ésta una de las principales aporta- ciones españolas para la anestesiología (15,16). Muchos de estos avances fueron publicados en revistas científicas o libros monográficos que fueron esenciales para preservar el legado del conocimiento. Médicos como Mariano Gómez Ulla, Fidel Pagés Miravé, Víctor Manuel Nogueras, Teófilo Rebollar Rodríguez, Manuel Bastos Ansart o José Alberto Palanca Martínez-Fortún pasaron a la historia de la medicina española gracias a sus mejoras conseguidas en las bajas durante este conflicto y tres de ellos ingresaron como miembros de la Real Academia Nacional de Medicina de España (17, 18) . 2.9. Medicina humanitaria La labor desarrollada por los médicos españoles no se debe circunscribir únicamente a la contienda. Durante varias décadas, la sanidad militar española fue la responsable de prestar asistencia médica a la población indígena del Protectorado español. Se inauguraron dispensarios por todo el territorio en los que se desarrollaron importantes medidas preventivas.
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