Anales de la RANM

21 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 S U P L E M E N T O SESIÓN NECROLÓGICA EN MEMORIA DEL EXCMO. SR. D. MANUEL SERRANO RÍOS José Manuel Ribera Casado An RANM. 2022;139(01).supl01: 16 - 21 Sabía convencer. Además de argumentos, le sobraba constancia y sutileza para ello. Tenía madera de líder y como tal solía ser reconocido desde los primeros momentos, fuera cual fuese el grupo humano en el que estuviera integrado o la empresa en la que se involucrara. Sumaba y no restaba. Cuidaba las formas y era generoso a la hora de reconocer los valores de los demás en el campo intelectual y en el profesional. Su capacidad para convencer se desarrollaba con unas formas exquisitas. No necesi- taba gritar ni dar portazos, aunque en ocasiones no le faltaran motivos para hacerlo. Excepcionalmente tuve ocasión de ser testigo de alguno por más que enseguida se arrepentía y buscaba puentes para retomar el camino del diálogo. Son características todas ellas que pueden ayudar a comprender que ni la envidia ni los celos profesionales, algo tan común en nuestro mundo, figurasen entre sus defectos. Cuando se planteaba un tema controvertido ofrecía sus argumentos cargados de afabilidad y de sonrisas. Los exponía en un entorno amable, a partir de unas formas en las que lo dominante era una cálida simpatía. En la presentación los envolvía en una gran capacidad de comprensión ante las posturas ajenas. Todo ello, por lo general, solía desarmar a su interlocutor. Era poco dogmático y llegado el caso sabía dar su brazo a torcer. Fue un hombre bueno, generoso y sensible, intere- sado por la vida en cualquiera de sus aspectos. Pertenecía a esa especie de profesionales que tradicionalmente suele conocerse como “médico humanista”. Temas relacionados con la cultura como el arte, sobre todo la pintura, la música o la historia formaban parte de sus intereses y de los hábitos que cultivaba. No rehuía ninguna conver- sación sobre cualquiera de esas cuestiones. Su familia, pero también sus amigos, especialmente aquellos de siempre, los que procedían de sus tiempos de estudiante en el Colegio Mayor Jiménez de Cisneros o de su periodo en la Clínica de la Concepción, constituían sus prioridades. Siempre estaba interesado por ellos, abierto para nuevos encuentros y dispuesto a ofrecer cualquier tipo de ayuda si las circunstancias así lo requerían Quiero cerrar esta intervención con dos testimo- nios históricos, que expresan dos sensaciones muy reales que el dolor por la muerte de nuestro compañero Manolo Serrano me ha traído a primer plano. Goethe, el genial autor de Fausto, dejo escrito en 1830, apenas dos antes de su falleci- miento, con motivo de la muerte de su amiga la gran duquesa Luisa, que “la muerte es algo tan extraño que no se la considera como posible a pesar de toda experiencia cuando se trata de alguien a quien queremos, y siempre nos sorprende como algo increíble y paradójico”. Siglos antes, Agustín de Hipona, en circunstan- cias parecidas, pero con un tono más poético reflejaba el mismo sentimiento tras el fallecimiento de un amigo íntimo . “¡Qué dolor ensombrece mi corazón!... mis ojos le buscaban por todas partes y en ninguna le veían …. me admiraba que los demás mortales viviesen ….y todavía me asombraba más que yo mismo que era su otro yo siguiera viviendo después de su muerte…”. Son experiencias muy humanas, perfectamente comprensibles, que se aproximan mucho a lo que todos sentimos en estos momentos y que estoy seguro de que compartimos en gran medida muchos de nosotros. Queridos Petete, Leticia, Teresa, Beatriz, nietos, yernos, más allá de la tristeza de estos momentos recordad que habéis tenido la fortuna de compartir la vida con un hombre excepcional. Ese es el mensaje central que debe permanecer. En esta circunstancia tan triste y bastante poco esperada todos nosotros, sus amigos de la Academia, nos unimos a vuestro dolor. Estamos con vosotros. También con el resto de la familia y con toda su innumerable legión de amigos, colegas y discípulos. Creo que puedo hablar en representación de todos y de cada uno de quienes hemos sido los compañeros de Manuel Serrano Ríos en esta casa –su otra casa-, de quienes tanto le hemos querido y admirado, si os ofrezco desde el fondo del corazón nuestra disponibilidad y sobre todo nuestro afecto de manera incondicional y permanente. He dicho. Si desea citar nuestro artículo: Ribera Casado JM. Sesión necrológica en memoria del Excmo. Sr. D. Manuel Serrano Ríos. An RANM. 2022;139(01).supl01: 16– 21. DOI: 10.32440/ar.2022.139.01.supl01. art02 DECLARACIÓN DE TRANSPARENCIA El autor/a de este artículo declara no tener ningún tipo de conflicto de intereses respecto a lo expuesto en el presente trabajo.

RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=