Anales de la RANM

195 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ¿PODRÍA LA GRIPE AVIAR A(H5N1) CAUSAR UNA NUEVA PANDEMIA? Pérez-Ramírez E, et al. An RANM. 2023;140(02):194 - 201 INTRODUCCIÓN El significativo impacto global de la superpoblación y las actividades humanas sobre los ecosistemas terrestres ha llevado a que gran parte de la comunidad científica proponga una nueva época geológica, el Antropoceno. Esta nueva época está caracterizada por las repercusiones que tienen en el clima y la biodiversidad tanto la rápida acumulación de gases de efecto invernadero como los daños irreversibles ocasionados por el consumo excesivo de recursos naturales. En 2009 Rockström y Steffen, entre otros, definieron los «límites planetarios» como nueve procesos interconectados cuya estabilidad es clave para mantener la habitabilidad del planeta Tierra (1). Algunos de estos límites, como el cambio climático, la integridad de la biosfera o los cambios en el uso del suelo y el agua, están directamente relacionados con la existencia y estabilidad de las grandes masas forestales y la pérdida de biodiversidad (2). El enunciado de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible 2015-2030, no es sino la interpretación que las Naciones Unidas hacen para un mundo mejor, en el que no se descontextualice el individuo de la sociedad, ni ésta de su entorno, ni el entorno de un medioambiente que lo engloba todo. La Salud comparte esta visión integral. A medida que el ser humano reduce la biodiver- sidad como consecuencia de la sobreexplotación de recursos y se colonizan espacios en los límites de ecosistemas prístinos, aumenta el riesgo de emergencia y propagación de enfermedades. Mientras algunas especies se extinguen, aquellas con capacidad sinantrópica tienden a sobrevivir y prosperar, desde pequeños mamíferos hasta artrópodos vectores de microorganismos. Este hecho aumenta la probabilidad de que patógenos potencialmente peligrosos, que hasta entonces sólo circulaban en circuitos equilibrados y ajenos, sean transmitidos al ser humano. Los que a priori revisten mayor peligrosidad son los microorgan- ismos de transmisión aérea tales como los virus de la gripe, los coronavirus e incluso algunos paramyxovirus como los virus Hendra y Nipah. La historia de las pandemias ha tenido en el virus de la gripe un protagonista de primer orden desde finales del siglo XIX. A pesar de la sensibilización de los gobiernos y de la comunidad científica para establecer planes de prevención y contingencia de epidemias por posibles variantes altamente patógenas de este virus, no se consigue evitar la aparición de brotes en aves y en mamíferos. En este momento la epidemia causada por el virus de la gripe aviar (GA) H5N1 altamente patogé- nica atrae una enorme atención, ya que se propaga con enorme facilidad entre las aves silvestres y de corral y presenta una letalidad de aproximad- amente el 50% en el ser humano. Como veremos a continuación, este subtipo ha conseguido saltar desde las aves a diversas especies de mamíferos como visones, lobos marinos y zorros en distintas regiones del mundo. En el ser humano se detectan infecciones muy esporádicas -a veces graves- aunque, de momento, no se ha podido constatar la transmisión directa intracomunitaria. El presente trabajo tiene como objeto desgranar si la alta variabilidad y virulencia de los virus de la gripe, en particular el virus A(H5N1), podrían provocar una nueva pandemia en el ser humano. SITUACIÓN ACTUAL DE LA GRIPE AVIAR: PANZOOTÍA EN AVES Y SALTOS CADA VEZ MÁS FRECUENTES A MAMÍFEROS Los virus de la GA se incluyen dentro del género Influenzavirus A, perteneciente a la familia Orthomyxoviridae . Se clasifican y nombran en función de dos glicoproteínas, la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA), que se localizan en la superficie de su envoltura y que desempeñan funciones fundamentales de reconocimiento, entrada y salida del virus de las células del hospedador. Existen 18 tipos de HA y 11 tipos de NA, pero los subtipos H17, H18, N10 y N11 son exclusivos de los murciélagos. Del resto de combinaciones de HA y NA, la mayoría se han detectado en aves silvestres y especialmente en las acuáticas que son el reservorio natural de estos virus. Los virus de la gripe tienen una alta capacidad de generar nuevas variantes (3), usando para ello dos mecanismos: la “deriva antigénica” (mutaciones que producen pequeños cambios en los genes que codifican las proteínas HA y NA) y la “redistribución genética” (intercambio de segmentos del genoma cuando una célula es infectada a la vez por varios tipos de virus de gripe). Es muy importante investigar en profundidad los virus de la GA, no solo por su impacto en sanidad animal, sino porque han tenido un papel clave en la generación de cepas pandémicas de gripe a lo largo de la historia. Las cepas causantes de la gripe española de 1918, la gripe asiática de 1957, la gripe de Hong Kong de 1968 o la gripe A pandémica de 2009 surgieron por redistribución genética de segmentos genómicos de virus de la GA y virus de gripe humana y en el último caso, también de gripe porcina (4). La GA es una de las enfermedades animales más devastadoras, con un enorme impacto sanitario y económico. La patogenicidad de las cepas de GA varía en función de la especie afectada. Las más susceptibles son las aves de corral, en particular pavos y gallinas. A este respecto, se distinguen dos tipos de cepas o patotipos: de baja y de alta patogenicidad. Todas son infecciosas, pero sólo las de alta patogenicidad producen una enfermedad letal en un elevado porcentaje de las aves infectadas. El número de brotes en aves domésticas ha aumentado de forma alarmante en los últimos 20 años y especialmente entre los años 2016 y 2023, con epidemias muy graves que han provocado la muerte de millones de aves en todo el mundo. Desde finales de 2020 estamos viviendo la epidemia de GA más grave de la historia, causada por el subtipo altamente patogénico H5N1, perteneciente al grupo genético o clado de la HA 2.3.4.4b. Según la Organización

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