Anales de la RANM

111 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA ESPECTRAL Y UNIDADES HOUNSFIELD Armiñana A, et al. An RANM. 2023;140(02): 101 - 113 DISCUSIÓN Esta revisión narrativa aborda de manera pictórica los factores que afectan a la cuantificación de la atenuación con UH en los estudios con TC conven- cional y espectral en la práctica clínica habitual. Gracias a la resolución energética y su capacidad de caracterizar la atenuación a distintas energías se pueden discriminar ciertos materiales por su comportamiento energético. Los materiales con un número atómico elevado, como el yodo, presentan una mayor atenuación a energías bajas, donde predomina el efecto fotoeléctrico. A energías más altas, sin embargo, la interacción fotón-electrón depende principalmente del efecto Compton, determinado casi exclusivamente por la densidad del material. La medida puntual de UH tiene demasiadas incertidumbres y es de mayor utilidad diagnós- tica representar el comportamiento con las distintas energías. El comportamiento dinámico de los valores de UH a las diferentes energías, representados en las curvas de atenuación, es específico de ciertos materiales en función de su composición elemental. Cuando una estructura está compuesta por diferentes elementos, la curva que se genera es la combinación proporcional de las de los elementos que la componen. En los tejidos corporales encontramos principal- mente una mezcla de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y fósforo en proporciones variables. Estos elementos tienen una absorción en el borde K ( K edge ) a energías muy por debajo del rango de la TC. Sin embargo, el calcio y el yodo tienen un borde K de 4 y 33,2 keV respectivamente, más próximo a las energías mínimas utilizadas por la TC espectral (40 keV). Es por ello por lo que pueden caracterizarse con el TC espectral. Basándonos en esta característica, puede identi- ficarse con fiabilidad el medio de contraste yodado en aquellas estructuras con captación intensa (como los tumores) o sin captación (como los defectos de perfusión) (Figuras 7 y 8). También pueden obtenerse imágenes virtuales sin contraste de estudios obtenidos directamente tras la administración de un medio de contraste aprovechando la baja atenuación del yodo a altas energías. Conociendo el comportamiento de las UH a bajas y altas energías, se puede cuantificar la concentración de yodo, que es proporcional a la pendiente de la curva que describe. El uso de imágenes monoenergéticas y la obtención de curvas de energía-atenuación también permite la identificación de anormalidades o lesiones con contenido lipídico, como la esteatosis y los adenomas adrenales. La morfología típica de la curva con caída de la atenuación a bajas energías permite esta caracterización. El número atómico efectivo se puede estimar utilizando estos trazados y nomogramas obtenidos de la base de datos de referencia estándar (3). Nos permite detectar la presencia de elementos de diferente número atómico en zonas de similar atenuación, para las que asumimos una misma densidad. Sirve también para estimar la densidad electrónica, que se utiliza para calcular y optimizar la dosis efectiva en distintos tejidos en radioterapia. Tradicionalmente, la escala estandarizada de UH que se utiliza es unidimensional para una energía de referencia de 120 kVp, generando que muchos tejidos que comparten una atenuación similar no puedan diferenciarse. El empleo de una escala con representación multienergética permite diferenciar componentes y materiales. Los datos espectrales permiten, mediante algoritmos de descomposición multimaterial, obtener mapas paramétricos que estimen la concentración de los distintos materiales (yodo, ácido úrico y calcio, entre los más extendidos), número atómico efectivo y densidad electrónica a nivel de vóxel. A partir de estos datos pueden crearse imágenes derivadas o virtuales sin contraste, así como imágenes de los distintos componentes como los mapas de yodo que representan perfusión. También permite la cuantificación de lípidos y hierro, de utilidad por ejemplo en la cuantificación de la esteatosis hepática y de la sobrecarga férrica, incluso cuando coinciden en un mismo hígado. CONCLUSIÓN Las UH son el patrón de referencia en la represen- tación de la atenuación en los estudios de TC, ya que ofrecen una base cuantitativa del valor del vóxel de la imagen. Su valor no es absoluto y está intrínsecamente ligado al voltaje empleado y la energía detectada. Es importante tener en cuenta los factores que las influencian y como se obtienen diversos los mapas paramétricos para poder realizar una adecuada interpretación de su significado. DECLARACIÓN DE TRANSPARENCIA Los autores/as de este artículo declaran no tener ningún tipo de conflicto de intereses respecto a lo expuesto en el presente trabajo. BIBLIOGRAFÍA 1. So A, Nicolaou S. Spectral computed tomogra- phy: Fundamental principles and recent deve- lopments. Korea J Radiol. 2021; 22(1): 86-96. https://doi.org/10.3348/kjr.2020.0144 2. Hounsfield GN. Computed medical imaging: Nobel lecture, December 8, 1979. J Comput Assist Tomo. 1980; 4(5): 665-674. https://doi. org/10.1097/00004728-198010000-00017.

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