Anales de la RANM

138 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 ¿ESTÁN DESAPARECIENDO LOS MAESTROS? Díaz-Rubio M An RANM. 2023;140(02):133 - 141 2. El Profesor tiene alumnos . El profesor explica y enseña una determinada materia en el seno de una organización planificada. En general el alumno no elige al profesor, simplemente le es asignado uno. Si el profesor le decepciona, dejará de asistir a sus clases o prácticas. Hoy los profesores son de materias o temas muy específicos, no dan muchas clases y falta la continuidad, condición esencial para generar entusiasmo y cercanía. Del profesor cabe esperar sus enseñanzas facilitando el aprendi- zaje. El profesor es en general transitorio y es nombrado por la autoridad correspondiente. 3. El jefe tiene subordinados . Todos los médicos pertenecientes a un grupo determinado les han sido adjudicados o impuestos, aunque a veces elegidos por él mismo. Si a alguien perteneciente al grupo no les gusta el jefe debe soportarle para conservar su puesto o renunciar a él. En el sistema público el jefe no puede prescindir de ninguno. Del jefe cabe esperar una buena dirección de su lugar de trabajo. El jefe, que es impuesto por una organización determinada, puede ser temporal o de por vida. 4. El líder tiene seguidores . El líder es elegido. Selecciona a sus seguidores o colaboradores, unas veces solo para un proyecto determinado y otras para acciones más duraderas. En general el líder genera confianza en el seguidor y los proyecta con su influencia a conseguir logros mayores. El líder destaca por su capacidad de influir en un grupo humano y fuera de él. En el ámbito social Max Weber (12) los clasifica en carismáticos , tradicionales o por herencia, y legales que lo son por elección mediante métodos democráticos. Del líder cabe esperar motivación y promoción de sus seguidores . Esta separación, discutible, puede interpretarse como simple o artificiosa, pero en realidad no lo es. Se utilizan cotidianamente términos diversos, bien por la evolución social, por la tendencia imperante en un determinado lugar de trabajo, o simple- mente por inercia. Pero la realidad es que, salvo excepciones, nadie reconoce a nadie como maestro. Solo hay que preguntar. El maestro como tal está en clara desventaja en estos momentos que vivimos y para nada reclama su estatus, si es que lo tiene, a diferencia de los demás. Sin embargo, se da un hecho muy intere- sante y curioso y es que fuera de nuestro ámbito se reconoce a muchos su condición de maestro, a los que se les niega en su ambiente de trabajo y dedicación. Tristemente el maestro es mejor percibido y valorado desde fuera que desde dentro. Aunque pueda parecer paradójico ello es así y cuando uno se interrelaciona con otros sectores sociales y se sumerge en sus problemas se da cuenta del significado que para ellos tiene la palabra maestro. Algo superior y que por otra parte se utiliza en demasía para exaltar los valores de alguien que destaca por cualquier otra profesión o actividad. Sin embargo, su utilización se niega en nuestro entorno llegando a ocultarse su existencia. Se llama maestro a un pintor, a un escultor, a un torero, etc., pero nunca he oído a nadie dirigirse a un médico llamándole maestro. Por ello es de estimable valor el pensamiento de otros actores sociales sobre el significado del maestro, esa palabra mágica que tanto cuesta pronunciar a muchas de las más altas cabezas de nuestra profesión. Muy interesante resulta la visión de alguien que está fuera de la universidad, pero en contacto con el mundo empresarial y la formación de los que son o serán los responsables de llevar a cabo los éxitos de todo tipo de empresas. Sael Barraza (13) uno de los más reputados coach mundiales ha dedicado especial atención, con destacado acierto, a la diferenciación de la abundante terminología empleada en la actualidad, diferenciando seis niveles que resultan de gran interés: encargado 2 ** , jefe , líder , coach , mentor , maestro . 1) El encargado sería el que ejecuta lo que mandan otros y su herramienta fundamental es el miedo. 2) El jefe es quien da órdenes. Su misión fundamental es decidir y mandar, siendo su herramienta fundamental la orden. 3) El líder busca generar confianza y poder influir. El buen líder también motiva y manda y su herramienta es la generación de confianza. 4) El coach pregunta y escucha, incentivando a pensar para mejorar. Su herrami- enta es el acompañamiento. 5) El mentor esencial- mente traslada su experiencia y además es coach. Su herramienta es la experiencia y el acompañam- iento. 6) El maestro es capaz de realizar todo lo anterior y su objetivo es poner de manifiesto su capacidad para hacer al discípulo mejor que él . Barraza eleva a un altísimo nivel al maestro manife- stando la gran admiración que su figura le produce, tanto que cuando le preguntan que hay por encima del maestro responde que Dios. Aunque la sistema- tización que realiza de los diferentes responsables es sin duda acertada, nos despierta sin embargo una duda, que es qué ocurrirá el día de mañana con el desarrollo de la inteligencia artificial. Meditar sobre ello nos lleva a la suposición que tal desarrollo tecnológico supliría a todos los actores menos, con toda convicción, al maestro. LA CRISIS DE LOS DISCÍPULOS. ¿ESTÁN DESAPARECIENDO LOS DISCÍPULOS? No es un objetivo de nuestra reflexión entrar en este momento en el análisis de la razón por la que cuesta encontrar a nadie que quiera y presuma ser discípulo de un determinado maestro. Sí es cierto que si alguno se distingue como discípulo 2 Sael Barraza, mexicano, lo denomina capataz.

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