Anales de la RANM

65 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 APROXIMACIÓN BIOÉTICA A LA DEFINICIÓN DE PERSONA Domínguez Roldán JM An RANM. 2024;141(01): 64 - 72 1. OBJETIVO La persistencia de actividad biológica en aquellos seres humanos diagnosticados de muerte encefá- lica (criterio de muerte actualmente utilizado en la mayor parte del mundo como criterio legal de muerte) sigue siendo argumento principal para aquellos médicos, antropólogos y filósofos, contrarios a este criterio de muerte. El objetivo de este estudio es analizar si la muerte encefálica global reúne características que sustenten, desde un punto antropológico y filosó- fico, además de clínico, el diagnóstico de muerte de la persona. 2. INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO Y PRÁCTICA DEL DIAG- NÓSTICO DE LA MUERTE ENCEFÁLICA GLOBAL La muerte encefálica global tiene su base concep- tual en la demostración de la ausencia de actividad del tronco del encéfalo y hemisferios cerebrales. El diagnóstico es un diagnóstico médico, con base biológica, sustentado en la ausencia de actividad de todos los núcleos de los nervios craneales de base en el tronco del encéfalo, así como la ausencia de actividad integrada a nivel de los hemisferios. Los elementos clínicos descritos por el comité de Harvard para realizar el diagnóstico de muerte, son la base de la mayor parte de los protocolos que actualmente tiene la muerte encefálica global como referente. En los últimos años, se han incorporado nuevos tests instrumentales para establecer el diagnós- tico de ausencia de actividad de los hemisferios cerebrales y que se han añadido al electroencefa- lograma como opciones diagnósticas. Entre estos destacan: la angiografía cerebral, la gammagrafía cerebral, y el Doppler transcraneal (1,3). Para el diagnóstico de muerte encefálica global es necesario realizar un completo análisis de toda la actividad del tronco del encéfalo. Para ello se debe realizar un examen clínico que incluya toda la actividad neurológica evidenciable incluyendo mesencéfalo, protuberancia, y bulbo raquídeo. En los pacientes en muerte encefálica global todas las respuestas correspondientes a estas áreas anatómicas están ausentes. Los exámenes clínicos solamente alcanzan a examinar la actividad del tronco del encéfalo. En consecuencia, para completar el diagnóstico de muerte encefálica global el examen clínico, antes mencionado, debe asociarse un estudio del flujo sanguíneo cerebral mediante arteriografía cerebral, gammagrafía cerebral de perfusión, o Doppler transcraneal. Una alternativa a las pruebas de flujo sanguíneo cerebral es el empleo del electroencefalograma el cual evidenciará en los casos de muerte el cese de la actividad eléctrica. 3. ARGUMENTOS A FAVOR DE LA MUERTE ENCEFÁLICA GLOBAL COMO LA MUERTE DE LA PERSONA El principio fundamental de este concepto se basa en un "cese del funcionamiento del organismo como un conjunto integrado”. La muerte encefá- lica global sostiene el criterio de que el cerebro no es solamente la base de la consciencia, sino que también ejerce un papel organizador complejo y regulador de las funciones corporales. Bajo esta perspectiva, el cerebro puede dirigir todo el organismo. Bernat et al trataron de proporcionar una defini- ción explícita de la muerte en el contexto del modelo del “cerebro global”. Definieron la muerte como el "cese permanente del funcionamiento del organismo en su conjunto". Esta referencia al "organismo en su conjunto" creó, desafortunada- mente, cierta confusión en la literatura médica (4). 4. ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA MUERTE ENCEFÁ- LICA COMO LA MUERTE DE LA PERSONA Aunque existen bastantes detractores del concepto de muerte encefálica (5, 6) el neurólogo norteamericano Alan D Shewmon es uno de los más destacados opositores a la misma. Shewmon sostiene que no es posible reducir la muerte del ser humano a la muerte del cerebro, dado que el cese irreversible del funcionamiento de todo el cerebro no se sigue del cese del funcionamiento del organismo como un todo (7), sosteniendo que la mayoría de las funciones del cerebro que suelen citarse, como ejemplo de función integradora del cerebro no son integradoras en el sentido de entender que confieren una unidad al cuerpo. En el año 2007 Shewmon (8) presentó un documento titulado “Controversias en la determinación de la muerte”. En ese documento presentó eviden- cias de que en pacientes diagnosticados de muerte encefálica existían múltiples manifesta- ciones de actividad integrada en dichos cuerpos (tabla 1). 5. NIVELES DE ORGANIZACIÓN DE LOS SERES VIVOS La vida en los organismos vivos se organiza en diferentes niveles jerárquicos (células, tejidos, órganos, sistemas, seres vivos), no obstante, en el ser humano se pueden diferenciar tres niveles fundamentales. El primer nivel se puede denominar “unidad delimitada” (biotopo orgánico), el segundo nivel es el ser humano como “estructura biológica compleja”, y en el tercer nivel se identi- ficarían aquellas características específicas que encontramos en las personas y que no encontra- ríamos en ningún otro ser de la naturaleza.

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