Anales de la RANM

18 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 NECROLÓGICA EN MEMORIA DE MIGUEL LUCAS TOMÁS Javier Sanz Serrulla An RANM. 2024;141(01).supl01: 18 -20 Como sin quererlo, dictaba su magisterio de lo cotidiano, de lo coloquial, el profesor Miguel Lucas, en cualquier momento y al cabo de la calle, en una conversación cualquiera. Y recuerdo, por ejemplo, en estas cuatro primeras líneas aquella conversación en la que comentaba que protoco- lariamente: “en el Presidente queda representada toda la corporación”. Señor Presidente de la Real Academia Nacional de Medicina de España, señor Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid, y discípulo predilecto, Prof. Gonzalo Hernández Vallejo, hijos del Prof. Lucas: Mónica, Miguel María, Ignacio, Teresa y Carlota. Y nietos, 16, orgullo y cariño de aquel cuyo recuerdo nos convoca esta tarde. Debo comenzar estas palabras con mi agradeci- miento a esta familia, que propuso mi nombre a sabiendas más de una amistad que de unos méritos y también a la junta directiva de la Academia que corroboró esta decisión. Existen dos fechas insalvables en el discurrir de la vida académica, en correspondencia con la vida humana: la de origen y la de destino. Tienen una misma expresión para quienes la contemplan: la primera de gozo, de bienvenida a un nuevo mundo, y la segunda de tristeza, por abandono del mismo. Se corresponden, digo, en el mundo académico con la del ingreso en esta institución -en su caso en la categoría de Académico de número-, y con la coinci- dente pero insalvable de despedida de ambas vidas, que ocurre a la par y así se cierra una biografía con dos llaves. Es lo único cierto, a falta de concretar en fechas lo dispuesto, lo inevitable, lo que los griegos personificaron en la Ananké. Miguel Lucas ingresó en esta casa en plenitud de sabiduría, acrisolada por la experiencia, un 22 de noviembre de 1994 y se despidió el pasado 6 de febrero. Tres décadas de vida académica. No es habitual. El Profesor Miguel Lucas se convirtió en un clásico a la manera clásica que, en su especialidad, no era frecuente. Nació en Murcia el 13 de septiembre de 1939 cuando España seguía oliendo a pólvora, y allí ganó sus primeros estudios. Cursó después la carrera de Medicina en la universidad de Salamanca, reuniendo un gran expediente, y se licenció en 1961 con el mejor recuerdo de su paso por aquella ciudad que le ahormó el carácter, y también con el mejor recuerdo hacia sus maestros, especialmente de los profesores Balcells, Querol y Granjel, y a ellos se referirá de por vida con el reconocimiento y el agradecimiento del bien nacido. Inmediatamente Miguel Lucas Tomás decidió especializarse en Estomatología siguiendo una trayectoria familiar, no obstante, su abuelo, Miguel Lucas, ejerció con el título de Cirujano-Dentista, y su padre, de igual nombre, con el de Odontólogo -aunque también con el de Médico, en APD-. Logró su título en la Escuela de Estomatología dos años después y todavía esta saga tiene continuación en sus hijos Mónica e Ignacio. Cuatro generaciones -quizá una quinta si alguno de los nietos estuviera en disposición de enganchar otro eslabón- con cuatro denominaciones profesionales diferentes que, en caso de darse esta última circunstancia serían cinco. Lo habitual, con una demografía profesional tan escasa (2.916 dentistas para 31.440.070 habitantes) cuando él termina, era acomodarse al ejercicio liberal de la profesión de Dentista en un país en el que sólo existía un centro de formación -hasta el año de 1971 en que “de facto” se abre otra Escuela, en Barcelona-. Pero Miguel Lucas tiene otros planes, de excelencia y de altruismo, y continúa su formación en la universidad de Alabama. En la Clínica de la Concepción ingresa en 1963 y permanece 14 años cubriendo etapas posteriores de su formación con el mismo Prof. Jiménez Díaz, quien se sorprende de que un estomatólogo quiera realizar su tesis doctoral sobre la genética de determinadas malfor- maciones maxilofaciales que observa en la clínica y en el quirófano bajo la jefatura del Prof. Felipe Landete. Los profesores Gómez Orbaneja, Oliva y Sánchez Cascos son asimismo sus referencias directas, y en sus respectivos servicios de Dermato- logía, Anatomía patológica y Genética colabora, lo que sin duda va a repercutir en su magisterio en la cátedra de “Estomatología médica”, lograda en 1974 después de cubrir las etapas preceptivas docentes y también como médico adjunto, y después jefe asociado, de Estomatología y Cirugía Maxilofacial de la Clínica Jiménez Díaz. No toda su carrera se realiza en España. El joven Miguel Lucas Tomás acude al servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Foch, de París, del Tandlaegehojskole de Copenhague, al Medical Center de Birmigham y a las universidades de South Carolina y de Michigan. Tal acopio de méritos SESIÓN NECROLÓGICA EN MEMORIA DEL PROF. MIGUEL LUCAS TOMÁS Javier Sanz Serrulla 1 1. Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina de España – Historia de la Medicina Autor para la correspondencia Javier Sanz Serrulla Real Academia Nacional de Medicina de España C/ Arrieta, 12 · 28013 Madrid Tlf.: +34 91 159 47 34 | E-Mail: secretaria@ranm.es DOI: 10.32440/ar.2024.141.01.supl01.art03 Enviado*: 16.05.23 | Revisado: 22.05.23 | Aceptado: 14.06.23 *Fecha de lectura en la RANM A R T Í C U L O · Vida Académica 2022-2023

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