Anales de la RANM

21 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 NECROLÓGICA EN MEMORIA DE JUAN DEL REY CALERO Pedro Sánchez García An RANM. 2024;141(01).supl01: 21 -22 Querido Juan, Hoy no hace falta decir por quien doblan las campanas. La vida acaba antes que el amor. Tu ya no estás, nos haces falta y son dolorosas estas ausencias. Para ellas no bastan las palabras. ¿Que se me ocurre en este momento?. Es bien simple. Nos haces falta. Perdona que no te llame profesor. No es necesario. Hay personas como tú Juan que con solo su nombre son como una multitud en medio del desierto. Por ello Juan simplemente me gusta llamarte. En este momento me viene a la memoria un poema que hace mucho tiempo leí. Pero me pregunto ¿es mucho cualquier tiempo?. Tu conoces mi debilidad por la poesía. Cuando leo te recuerdo. El poema lo escribió Don Miguel de Unamuno. ¿Leí?. No lo se. Era el año 1933 y dice así: “Cuantas veces, mi amigo, hicimos yunta y aramos en la misma sementera y cuando aún no apunta su hoja, tu dejándome en la espera te fuiste ¿adónde fuiste? ¿quién lo sabe?” Conocí a Don Juan con motivo de su llegada a la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, cuando apenas también yo me había incorporado al Departamento de Farmaco- logía Y Terapéutica. De origen modesto, hijo de maestro, ese hermoso nombre ahora sustituido por el de profesor de Educación General Básica. Esos hombres a los que admiro por su entusiasmo, amor y dedicación a la enseñanza de muchos de nosotros. Don Juan nació en Pozoblanco, Córdoba. Llevado por la vocación docente de su padre comenzó sus estudios de bachillerato en Luarca, Asturias. Cuna de grandes hombres. Más tarde volvió a Pozoblanco donde su padre, de quien siempre habla con cariño, admiración y respeto, organizó una academia de enseñanza media. Allí estudiaba Don Juan para examinarse después en el instituto de Córdoba. Quien, como yo, vivió situaciones similares sabe lo que representa para un adolescente llegar desde el pueblucho para responder ante un tribunal en la gran ciudad. Don Juan se trasladó por fin a Cádiz, donde completó el bachillerato e hizo el examen de estado. Don Luis Bru académico que fue de esta casa presidió su tribunal. Ingresa Don Juan en la Facultad de Medicina de Cádiz a los 17 años y tiene el honor de contar entre sus profesores con hombre de excepción. Don Franciso Orts Llorca y Don José Perez Llorca que también fueron miembros de esta casa. Solía decir Don Juan que ellos fueron el mejor estímulo para él y otros muchos que alcanzaron grandes cotas dentro de la Universidad. Termino su carrera en el año 1951 con tan solo 22 años. A partir de este momento Don Juan se polariza hacia la microbiología y la medicina preventiva y social. Realiza y concluye la tesis doctoral en el Departamento de Farmacología de Cádiz y en el año 1954 es declarado solemnemente doctor en Medicina y Cirugía en Madrid. Entonces la Univer- sidad de Madrid era llamada la Universidad Central y hasta ella debían llegar todos los futuros doctores en una intelectual peregrinación para obtener su título. Ahora en le España de las autonomías esto sería inconcebible e intolerable. Como tanto universitarios Don Juan sucumbe a la tentación de las oposiciones. La posibilidad de vivir exclusivamente a la universidad era solo un sueño. Obtiene muchas oposiciones entre ellas epidemiólogo del estado, sanidad naciones y medicina escolar entre otras. Solo una persona de muchos quilates puede recoger una cosecha similar. Atraído por la Europa desarrollada de entonces obtiene una beca en el Instituto Pasteur y obtiene un curso en Hamburgo, crítico para su formación. Vuelve a España y desarrolla una labor científica de excelencia en la Facultad gaditana. Es invitado por el CDC en Atlanta y otras instituciones de gran prestigio. El profesor del Rey Galero obtiene en 1968 la Cátedra de Microbiología, Higiene y Sanidad en la Facultad de Medicina de Cádiz. Yo tuve la oportu- nidad de presenciar aquellas oposiciones que se celebraban en Madrid y no he olvidado el maratón de aquellos 6 ejercicios que entonces constituían una oposición a cátedra, con trinca incluida. Catedrático cuando esta profesión gozaba de otro talante sus paisanos le consideraron profeta en su tierra. Omito considerar lo que ahora sucede. Fue nombrado jefe provincial de sanidad y viaja invitado en España y en el mundo científico de entonces donde se le consulta cuestiones de vigilancia sanitarias y epidemiológicas. SESIÓN NECROLÓGICA EN MEMORIA DEL PROF. JUAN DEL REY CALERO Pedro Sánchez García 1 1. Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina de España – Farmacología Autor para la correspondencia Pedro Sánchez García Real Academia Nacional de Medicina de España C/ Arrieta, 12 · 28013 Madrid Tlf.: +34 91 159 47 34 | E-Mail: secretaria@ranm.es DOI: 10.32440/ar.2024.141.01.supl01.art04 Enviado*: 19.09.23 | Revisado: 26.09.23 | Aceptado: 10.10.23 *Fecha de lectura en la RANM A R T Í C U L O · Vida Académica 2022-2023

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