Anales de la RANM

152 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 EVOLUCIÓN DE LA INSUFICIENCIA TRICÚSPIDE Arteagoitia Bolumburu A An RANM. 2024;141(02): 146 - 154 tratamiento médico se basa en el tratamiento de la causa subyacente y el alivio de síntomas. Ante este escenario, con intención de detener o enlentecer la historia natural de la IT, hemos asistido a la proliferación de tratamientos percutáneos en los últimos años. Se han desarrollado diferentes técnicas de reparación y reemplazo percutáneo; la anuloplastia percutánea, las prótesis ortotópicas, prótesis heterotópicas y los dispositivos de repara- ción borde a borde. Entre ellos, los dispositivos de reparación borde a borde son los más utilizados hasta la fecha, disponiendo de mayor evidencia sobre su efecto (12). Entre los estudios realizados con el dispositivo de reparación borde a borde TriClipTM (Abbot Structural Heart) merece mención especial el ensayo clínico TRILUMINATE (37). Este ensayo clínico aleatorizó a 350 pacientes con riesgo quirúr- gico intermedio o mayor a recibir tratamiento médico óptimo (TMO) o reparación de la válvula tricúspide con el dispositivo TriClip. La IT inicial de dichos pacientes era grave o mayor en el 94% de ellos (grave en 29%; masiva en 29% y torren- cial en el 37%). El objetivo primario fue un objetivo combinado jerárquico de muerte por cualquier causa o cirugía de válvula tricúspide, hospitali- zación por insuficiencia cardíaca y mejora en la calidad de vida según el cuestionario de calidad de vida Kansas City Cardiomyopathy Question- naire (KCCQ). Cabe destacar que el 87% de los pacientes en el grupo TEER no tenía insuficiencia tricuspíde mayor que moderada en el seguimiento a 30 días. Sin embargo, los resultados no mostraron diferencias significativas en la mortalidad a 1 año o las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca (tasa anualizada de hospitalizaciones por insufi- ciencia cardíaca, 0,21 eventos por paciente al año en el grupo del dispositivo frente a 0,17 eventos por paciente al año en el grupo TMO). El objetivo primario fue favorable al grupo de TriClip (HR: 1,48; IC del 95%, 1,06–2,13; p=0,02) únicamente por la mejora en la puntuación de calidad de vida del KCCQ en el grupo del dispositivo en compara- ción con el grupo de TMO (aumento de 12 puntos frente a 0,6 puntos, respectivamente; p<0,001), con una mayor mejora en la calidad de vida cuando la IT residual era moderada o menor o si había una reducción de >1 grado en la IT. Dos estudios recientemente publicados en pacientes con IT al menos moderada sometidos a terapias borde a borde sí confieren mejoría en la mortalidad global a los pacientes con IT moderada o de menor grado tras el procedimiento (38, 39). Sin embargo, se trata de estudios de un solo brazo en los que se comparan pacientes según la IT residual, en el que otros parámetros como la enfermedad renal crónica y el TAPSE estuvieron relacionados con la mortalidad (39). Por tanto, parece que la regresión de la gravedad de la IT podría mejorar el estado clínico de estos pacientes. Sin embargo, falta evidencia sobre el verdadero impacto pronóstico de la regresión del grado de IT en estos pacientes. La IT es una enfermedad de alta prevalencia mundial y se asocia con un peor pronóstico. Nuestro conocimiento limitado sobre la fisiopa- tología subyacente, la evolución y el ritmo de progresión de esta enfermedad, así como la escasa evidencia sobre la eficacia de la terapia médica, resultan en que los pacientes sean remitidos a procedimientos valvulares en etapas avanzadas, incrementando significativamente el riesgo de efectos adversos. Posiblemente debido a esta razón, las guías de práctica clínica no establecen un periodo adecuado de seguimiento para los pacientes con IT, a diferencia de lo que ocurre con la insufi- ciencia mitral o la estenosis aórtica. A día de hoy disponemos de evidencia sobre el impacto pronóstico negativo de la progresión tricús- pide y su perjudicial efecto hemodinámico. Sin embargo, carecemos de herramientas adecuadas para el seguimiento efectivo de estos pacientes, lo que nos impide detectar la progresión de la enfermedad y caracterizar con mayor precisión el balance riesgo-beneficio de aquellos que podrían beneficiarse de la cirugía valvular tricúspide o de procedimientos percutáneos. En conclusión, es necesario desarrollar estrategias y herramientas que permitan un seguimiento más riguroso de los pacientes con IT, para detectar oportunamente la progresión de la enfermedad y así optimizar el momento de la interven- ción, minimizando los riesgos y mejorando los resultados clínicos. DECLARACIÓN DE TRANSPARENCIA Los autores de este artículo declaran no tener ningún tipo de conflicto de intereses respecto a lo expuesto en el presente trabajo. AGRADECIMIENTOS Nuestro estudio fue apoyado por el Instituto de Salud Carlos III, PI20/01206. BIBLIOGRAFÍA 1. Vieitez JM, Monteagudo JM, Mahia P et al. New insights of tricuspid regurgitation: a large-sca- le prospective cohort study. Eur Heart J-Card Img. 2021; 22(2): 196-202. 2. Gössl M, Stanberry L, Benson G et al. Burden of undiagnosed valvular heart disease in the el- derly in the community. JACC Cardiovasc Ima- ging. 2023; 16(8): 1118-1120. 3. Nath J, Foster E, Heidenreich PA. Impact of tri- cuspid regurgitation on long-term survival. J Am Coll Cardiol. 2004; 43(3): 405-409. 4. Topilsky Y, Maltais S, Medina Inojosa J et al.

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