Anales de la RANM
270 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 RELEVANCIA DE LOS DEPÓSITOS DE GADOLINIO Frontera Valero L, et al. An RANM. 2024;141(03): 266 - 273 pequeña cantidad en el SNC, los agentes lineales exhiben un mayor depósito comparado con los agentes macrocíclicos (2, 4, 8, 20) particular- mente si se asocian a quelantes más débiles como la gadodiamida o el gadopentetato de dimeglu- mina (8, 21). La retención de Gd se ha demostrado caracte- rísticamente en estructuras concretas como el núcleo dentado y globo pálido, aunque también ocurre en otras áreas del cerebro como el putamen, el núcleo caudado, la sustancia blanca cerebral y la protuberancia (Fig. 3) (1, 5, 8). Los ganglios basales están asociados al control de la postura y de los movimientos voluntarios, lo que ha suscitado preocupaciones ante el posible compromiso de estas funciones por los depósitos de Gd, que podrían manifestarse con trastornos del movimiento extrapiramidales hipocinéticos, como en la enfermedad de Parkinson. En modelos animales sí que se han descrito efectos negativos como ataxia, mioclonías o cambios conductuales tras la administración continuada de MCBG (22). Sin embargo, hasta la fecha no se ha reportado ningún caso de la aparición de estos síntomas en pacientes con depósitos de Gd confirmados en imágenes de RM (9, 23). La presencia de Gd en estas localizaciones se ha confirmado mediante estudios histológicos, observándose con preparaciones de hematoxi- lina-eosina como depósitos esferoides perivas- culares de tinción oscura, aunque no estaban acompañados de ningún proceso fibrótico asociado ni de tejido conectivo adyacente (5, 24). En RM, el depósito de Gd se observa en las imágenes potenciadas en T1 obtenidas sin contraste en el momento de la adquisición como focos de hiperintensidad de señal, de predominio perivascular, en el núcleo dentado cerebe- loso y globo pálido en relación con la protube- rancia y tálamo, respectivamente (ratio dentado- protuberancia y pálido-tálamo). No obstante, hay que tener en cuenta que existen factores de confusión que aumentan la señal en las imágenes potenciadas en T1, como por ejemplo trastornos metabólicos, alimentación parenteral, encefalo- patía hipóxico-isquémica o el depósito de otros metales distintos al Gd (22). Existe una relación de señal y depósito que es dosis-dependiente, observándose un mayor depósito del metal y de señal en RM en los pacientes expuestos a una dosis acumulativa más alta de MCBG, como es el caso de pacientes con esclerosis múltiple (EM) o tumores cerebrales que requieren controles de RM con múltiples exposiciones al Gd (8). Pese a ello, investiga- ciones recientes ponen de manifiesto que este mayor acúmulo en pacientes con EM no está asociado a síntomas motores ni a empeoramiento de la función cognitiva global (25). Cabe destacar además que en esta correlación dosis-depósito no influyen factores predisponentes como la función renal disminuida ni las alteraciones existentes en la barrera hematoencefálica (26). A pesar de la amplia evidencia de la retención de Gd en diferentes tejidos y pese a que se han adminis- trado millones de dosis de MCBG anualmente, Figura 3. Localizaciones típicas, globo pálido, núcleo dentado y protuberancia, de las hiperintensidades en imágenes poten- ciadas en T1 de RM, indicativas del depósito de gadolinio
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