Anales de la RANM

26 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 PREVENCIÓN DE LAS REACCIONES DE HIPERSENSIBILIDAD A LOS CONTRASTES YODADOS Bellido Padilla M, et al. An RANM. 2025;142(01): 21 - 29 DISCUSIÓN Los trabajos incluidos en esta revisión han centrado su interés en la prevención de recurren- cias de reacciones de hipersensibilidad en base a la utilización de premedicación (basada en corticoides y/o antihistamínicos), medios de contraste alternativos, cambios físicos en el medio de contraste, pruebas cutáneas y tests de provoca- ción. Como prueba diagnóstica, los estudios de imagen deben optimizarse en su protocolo de realiza- ción para maximizar la información pertinente de acuerdo con la sospecha clínica que justifica la prueba y para minimizar los riesgos que pueda suponer su realización y que dependen en gran medida de cada paciente. En el caso de la TC se considera con frecuencia necesaria la utiliza- ción de contraste yodado, ya que diversas sospechas y situaciones clínicas requieren de un estudio de TC con contraste en el que debe valorarse el riesgo de reacciones de hipersen- sibilidad. En un estudio de seguimiento sobre 251 pacientes con reacción de hipersensibilidad catalogada de intensidad moderada-severa se concluyó que hasta un tercio de los pacientes tuvieron que modificar los protocolos de imagen subsiguientes por las reacciones previas y hasta un cuarto de los pacientes sufrió un episodio recurrente de hipersensibilidad en la siguiente exposición (8). Las principales variables relacionadas con la prevención de reacciones de hipersensibi- lidad al contraste yodado están analizadas en el estudio multicéntrico realizado en Corea del sur y publicado en 2019, que involucró a 196.081 pacientes de 7 centros distintos entre marzo y octubre de 2017 (4). La prevalencia global de reacción de hipersensibilidad a los contrastes en este estudio fue de 0,73%, sin existir una asocia- ción entre la prevalencia de las reacciones de hipersensibilidad y la concentración de yodo en el medio de contraste. Es decir, las reacciones no se relacionaron con la cantidad total de yodo administrado. Por otro lado, el antecedente de hipersensibilidad a contrastes yodados, los antecedentes de alergia a fármacos, otras alergias generales, una historia familiar de reacciones a contrastes, y padecer hipertiroidismo fueron los principales factores asociados a un mayor riesgo de recurrencia. En este estudio, la premedica- ción con antihistamínicos (OR 0,53; 95%CI: 0,33, 0,86; p=0,01) y el cambio del medio de contraste involucrado (OR 0,51; 95%CI: 0,36, 0,73; p<0,001) se asociaron a un riesgo de recurrencia menor. Varios trabajos analizados evaluaron como minimizar o evitar la tasa de recurrencias mediante en el cambio del medio de contraste iodado previamente implicado en la reacción de hipersensibilidad. En una revisión sistemá- tica y metaanálisis de 6 estudios retrospectivos publicada con 7155 pacientes se observó una reducción significativa del 61% en el riesgo de recurrencia al cambiar el agente de contraste (OR=0,26; 95%IC=0,11-0,64; p=0,03) (9). Del mismo modo, estos hallazgos se encontraron también en un estudio retrospectivo (OR=0,16; 95%IC=0,03-0,72; p=0,017) (10). Respecto a la premedicación con corticoides, existen publicaciones divergentes. Así, un efecto protector de la premedicación con corticoeste- roides (10) no se constató de forma significativa en otras series [4] . Como factor de confusión, la premedicación utilizada en ambos estudios no estaba estandarizada y se seguían pautas de administración variables. Otros estudios han centrado su atención en la determinación de posibles pautas para minimizar la recurrencia de las reacciones de hipersensibi- lidad. En una revisión retrospectiva que analizó 3319 recurrencias de reacciones de hipersensibi- lidad graves entre enero de 2015 y diciembre de 2019, los autores determinaron que el riesgo de recurrencia se reducía significativamente cuando se cambiaba el medio de contraste implicado (9,2% vs 7,0%, p<0,001), especialmente si se utilizaba un contraste yodado con una cadena lateral distinta (6,7%, p<0,001) (11). Posterior- mente, en un estudio retrospectivo de Kim S et al, que involucró a 5 hospitales terciarios entre febrero de 2020 y marzo de 2021, se evaluaron un total de 3800 reexposiciones a contrastes yodados de baja osmolaridad en un total de 1066 pacientes agrupados en función de si se empleaba premedicación y cada grupo en 3 subgrupos basándose en si se administraba el mismo medio de contraste iodado, un nuevo contraste con la misma cadena lateral, o un contraste con una cadena lateral distinta (12). La distinción de cadenas laterales se basó en la presencia de la cadena lateral N(2,3-dihidroxipropil) carbamoil (presente en los productos iodixanol, iohexol, iomeprol, iopromida e ioversol) o de la cadena lateral N(2,3-dihidroxipropil) metil-carbamoil (presente en los productos iobitridol e iopromida) (Tabla 3). Tras ajustar el tipo de reacción según su gravedad, los autores encontraron que la administración de un nuevo contraste yodado con una estructura química diferente concurría en una disminución significativa de la incidencia de las reacciones de hipersensibilidad subsiguientes (OR=0,51; IC95%=0,37-0,69; p<0,01). De igual modo, encontraron que la utilización de un medio diferente, pero con la misma cadena lateral, no presentaba diferencias en cuanto a la incidencia de reacciones subsiguientes en comparación con la administración del mismo medio de contraste (OR=0,98; 95%IC=0,64-1,5; p=0.93). Más aún, la utilización de un contraste con una estructura química diferente tuvo un efecto protector en el grupo a los que se les administró premedicación, en comparación con el grupo no premedicado. La sustitución por un agente con una cadena lateral distinta no solo mostró diferencias en los pacientes con antecedente de reacciones de severidad moderada y elevada, sino también en el grupo de pacientes con reacciones leves. La premedicación con esteroides redujo significati-

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