Anales de la RANM

52 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 HISTORIA DE LOS FÁRMACOS ANTIARRÍTMICOS Tamargo Menéndez J An RANM. 2025;142(01): 51 - 60 INTRODUCCIÓN La capacidad del corazón para actuar como una bomba que envía sangre a los distintos tejidos del organismo depende de su capacidad para generar de forma rítmica impulsos eléctricos a nivel del nódulo seno-auricular que se propagan de forma secuencial y coordinada a ambas aurículas, atraviesan el nódulo aurículo-ventricular y, finalmente, excitan los ventrículos. Las arritmias cardiacas son un grupo heterogéneo de altera- ciones del ritmo cardiaco asociadas a cambios en el lugar donde se generan los impulsos y/o en la secuencia de su propagación a través de los tejidos cardiacos. Pueden producir síntomas o ser asintomáticas [hasta el 30% de los episodios de fibrilación auricular lo son] y en ocasiones son paroxísticas, lo que dificulta su diagnóstico y conocer su prevalencia, y con frecuencia aparecen asociadas a alteraciones estructurales cardiacas. Sin tratamiento, las arritmias deterioran la calidad de vida y pueden producir cardiomiopa- tías, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, deterioro cognitivo, hospitalizaciones y muerte (1,2). La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente. En España su prevalencia es del 4.4% en la población de más de 40 años, pero aumenta hasta el 17.7% en los mayores de 80 años, por lo que se estima que hay un millón de personas con FA (3). Las taquiarritmias ventri- culares son responsables de más del 80% de las 30.000 muertes súbitas cardiacas que ocurren anualmente en España (4). En total, 1 de cada 3 personas podría desarrollar una arritmia en algún momento de su vida, razón por la que el 1 de marzo (01/03) se celebra en todo el mundo “el día del pulso” ( Pulse Day ), una iniciativa cuyo objetivo es concienciar sobre las arritmias cardíacas y la importancia de su diagnóstico y tratamiento precoz. En este artículo centraré mi atención en la FA, por ser la arritmia a la que he dedicado más atención, su alta prevalencia y el aumento de morbimorta- lidad y el elevado coste económico que conlleva (0,9-2,6 % del gasto sanitario) (5). La gran paradoja: los fármacos antiarrítmicos pueden producir arritmias cardiacas Los fármacos antiarrítmicos (FAAs) se utilizan para aliviar los síntomas, reducir las compli- caciones (accidentes cerebrovasculares, insufi- ciencia cardiaca, hospitalizaciones, mortalidad) y mejorar la calidad de vida del paciente, tanto por suprimir o reducir la frecuencia de la arritmia, como por prevenir su recurrencia (6). Sin embargo, los FAAs son poco efectivos para controlar las arritmias cardiacas y, paradójica- mente, pueden inducir y/o perpetuar las arritmias del paciente (6-17) (Tabla 1) lo que dificulta su manejo en la clínica diaria (6). Tabla 1. Evolución histórica de los fármacos antiarrítmicos Década Fármacos comercializados 1910-1950 Quinidina (1914), digitálicos (1948), lidocaína (1949) 1951-1960 Difenilhidantoína y procainamida (1951), ajmalina (1956) 1961-1970 Verapamil (1962), disopiramida (1962), propranolol (1964), antazolina (1964), bretilio (1965), amiodarona (1970) 1971-1980 Mexiletina* (1972), aprindina* (1973), tocainida* (1973), diltiazem (1974), sotalol (1974), atenolol (1975), disopiramida (1977), encainida* (1977), lorcainida* (1977), propafenona (1977), bretilio* (1978), metoprolol (1978) 1981-1990 Bepridil (1987), bisoprolol (1982), carvedilol (1984), diltiazem (1982), cibenzolina (1984), flecainide (1984), esmolol (1987), adenosina (1989), moricizina (1990) 10 de agosto de 1989 se publican los resultados del estudio CAST 1991-2000 Pilsicainda (1991, Japón), ibutilida* (1997 en US), dofetilida* (1999 en US) 2001-2010 Nifekalant (2002, en Japón), dronedarona (2009, US/EU), vernakalant (2010 en EU) * No aprobado en Europa o ya no comercializado. EU: Unión europea. US: Estados Unidos.

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